REAL MADRID
Los fichajes galácticos de Florentino Pérez: de Ronaldo a Mbappé
El francés es el último en unirse al club de estrellas de la casa blanca por el que han pasado nombres como Figo, Beckham o Cristiano.
Figo (60M€; Barcelona)
El cambio de Siglo trajo uno de los mayores bombazos en forma de fichajes. Luis Figo llegó al Real Madrid de la mano de un Florentino Pérez que prometió su fichaje si ganaba las elecciones. Y cumplió. Después de 20 horas reunidos y con la ayuda de Paulo Futre convenció al futbolista para que se uniera a Los Galácticos. Pasó de ídolo en Can Barça a ser considerado como un traidor. Meses después de su llegada ganó el Balón de Oro. El 21 de octubre del 2000 regresó a la que fue su casa entre pitos y el lanzamiento de una cabeza de cochinillo desde la grada. Una imagen para la historia. Como jugador blanco disputó 245 encuentros en los que marcó 57 goles y dio 93 asistencias antes de marcharse al Inter. Uno de los violinistas que hizo sonar la Novena Copa de Europa blanca a la que añadió dos ligas, una Intercontinental, dos Supercopas de España y una de Europa.
Zidane (73,5M€; Juventus)
El francés llegó tras Figo con el cartel de fichaje más caro hasta la fecha. Un campeón de la Eurocopa y del Mundo que conquistó los corazones blancos gracias a la volea con la que detuvo el tiempo para ganar La Novena. El marsellés aportó goles (49), asistencias (68) y mucha clase a un elenco de estrellas en 227 partidos. Los madridistas se enamoraron del fútbol del ‘5’ y en 2001 comenzó un idilio que duró cinco hasta que colgó las botas. Su último partido con la camiseta del Madrid fue ante el Villarreal de Riquelme. Un 3-3 en el que el argentino eclipsó el adiós del talento que cautivó al mundo. Además de la Champions ayudó a ganar una liga, dos Intercontinentales, dos Supercopas de Europa y una de España. Zidane se fue como jugador, pero volvería como el entrenador de las tres Champions consecutivas.
Ronaldo (45M€, Inter)
Ronaldo fue otro de los pilares fundamentales de los ‘Galácticos’. El brasileño llegó del Inter e hizo correr ríos de tinta al cerrarse su fichaje por 45 millones de euros a una hora del cierre de mercado de 2002. La llegada de ‘O fenomeno’ puso picante a la liga española por su pasado culé. El Balón de Oro en 1997 superó dos lesiones del tendón rotuliano de la rodilla derecha y se vistió de blanco poco después de ser campeón del Mundial de Corea y Japón 2002. Su calidad quedó patente en un minuto nada más entrar al campo ante el Alavés cuando celebró su primer gol como madridista. El brasileño nunca ganó una Champions, pero sí que logró alzar dos ligas españolas con el Real Madrid, una Intercontinental, una Supercopa de Europa y otra de España. Su final en la capital de España vino marcado por los problemas de hipotiroidismo que subieron su peso ante lo que buscó una oportunidad en el Milan.
Beckham (25M€; Manchester United)
El Real Madrid dio una vuelta de tuerca más al mercado de fichajes en 2003. Los de Chamartín ficharon a su cuarto galáctico: David Beckham. El inglés, que apuntaba al Barcelona, hizo correr ríos de tinta y revolucionó el panorama futbolístico y mediático del momento como refleja que en su presentación se acreditaran 544 periodistas y hubiera 45 cámaras de televisión. En sus tres temporada y media con el Real Madrid consiguió una liga y una Supercopa de España, escaso bagaje para un jugador que se convirtió en el póker de ases de Florentino Pérez y que se fue sin la Champions que sí consiguió en el Manchester United. Su salida trasladó el ‘boom’ mediático a Estados Unidos para jugar en Los Angeles Galaxy.
Owen (25M€; Liverpool)
Michael Owen llegó al Bernabéu en el verano de 2004. Todas las miradas se centraron en el de Chester después de ganar el Balón de Oro en 2001 por delante de Raúl. Lo hacía con la vitola de haber sido dos veces pichichi de la Premier con el Liverpool (1998 y 1999 con 18 goles). En el Real Madrid se encontró con la competencia de Raúl, Ronaldo y Morientes. Su corta estancia en la capital de España se cerró en una temporada en blanco marcada por la inestabilidad como refleja el paso de tres entrenadores (Camacho, García Remón y Vanderlei Luxemburgo). Pese a todo, el inglés marcó 16 goles y dio cuatro asistencias en 45 partidos. Un ídolo en Anfield que volvió a Inglaterra para jugar en el Newcastle y vistió la camiseta del eterno rival de los ‘reds’, el Manchester United.
Kaká (65M€; Milan)
El brasileño pasó por el Real Madrid con más pena que gloria. Los problemas en el pubis y en el menisco impidieron que tuviera la continuidad deseada para un fichaje por el que pagaron más de 60 millones de euros. Su rendimiento quedó lejos de la versión que maravilló al mundo con el Milan y que le hizo ganar un Balón de Oro y la Champions con los milanisti. Sumó un Mundial a su palmarés y como blanco consiguió una liga, una Copa, una Supercopa de España. La etapa de Kaka en la Castellana se resume con 120 partidos entre 2009 y 2013 en los que marcó 29 goles y dio 39 asistencias. Habilidoso en la mediapunta, le tocó bailar entre líneas para surtir balones a Benzema e Higuaín. Su rendimiento fue apagándose a la par que el protagonismo y volvió al Milan para vivir una segunda etapa.
Cristiano (96M€; Manchester United)
La segunda etapa de Florentino Pérez empezó por todo lo alto. La llegada de Cristiano Ronaldo a cambio de 96 millones de euros daba el pistoletazo de salida a una nueva era. Con Cristiano, el Madrid sumó gol y hambre por conquistar títulos. Los datos del crack de Madeira hablan por sí solos: 450 goles y 131 asistencias en 438 partidos. La piedra angular de la BBC (Bale, Benzema y Cristiano) lideró un tridente que compitió de tú a tú con la MSN (Messi, Suárez y Neymar) en los años en los que estuvo presente el portugués logró cuatro Champions, dos ligas, dos Copas del Rey, tres Supercopas de Europa, dos Supercopas de España, y cuatro de sus cinco Balones de Oro. Tres veces ganador de la Bota de Oro: 2011 (41 goles), 2014 (31) y 2015 (48 goles). Además de ser el segundo máximo goleador en 2012 (46 goles), 2013 (34), 2016 (35) y 2018 (26). Mr Champion se ganó su apodo por el idilio con la máxima competición continental al marcar 10 goles o más en siete temporadas, su récord llegó hasta los 17 en 2014.
Benzema (34,5M€; Olympique de Lyon)
Florentino Pérez acudió personalmente a la casa del francés para que fichara por el Real Madrid. El delantero se impuso a Higuaín en la pugna por ser la punta de lanza del equipo. La mezcla perfecta entre un ‘9’ y un ‘10’ sobre el césped se convirtió en el apoyo de uno de los grandes tridentes de la historia junto a Cristiano y Bale (la BBC). Mourinho le apodó como el gato y parece que en un principio no le sentó bien. Luego demostró ser toda una fiera del área. 354 goles y 165 asistencias en 648 partidos como blanco, es decir, participó en 0,8 goles por encuentro, casi uno, casi nada. De blanco levantó el Balón de Oro en 2022 tras su mejor año de cara a puerta. Personalidad silenciosa para echarse el equipo a la espalda sin Cristiano y sacarlo adelante hasta hacer de Vinicius su gran socio. Cinco Champions, cuatro Ligas, tres Copa… miembro de un equipo que mandó con mano de hierro y que se recitaba de carrerilla.
Gareth Bale (101M€; Tottenham)
El ‘Expreso de Cardiff’ es un ejemplo curioso del mundo del fútbol. Su explosión futbolística fue al contrario que muchos otros: pasó de lateral a delantero, posición en la que vio reforzadas sus virtudes ofensivas. Ese cambio con Villas Boas en el Tottenham eclosionó en un jugador superlativo que Florentino Pérez quiso juntar con Cristiano y Benzema en Chamartín.
James (75M€; Mónaco)
James Rodríguez fue uno de los jugadores que más deslumbró en el Mundial 2014. El cafetero maravilló gracias a seis goles y dos asistencias en cuatro partidos hasta caer en cuartos de final ante Brasil. El Real Madrid, siempre atento a los grandes torneos, llamó a la puerta del Mónaco y el de Cúcuta hizo las maletas desde el Principado hasta España. Con los de Concha Espina jugó 125 partidos para dejar 37 tantos y dar 42 pases de gol. Un futbolista zurdo con un golpeo especial que tuvo sus altibajos. La falta de oportunidades le hicieron alzar la voz con Colombia para afirmar: “Yo aquí juego hasta cojo”. Salió dos años cedido al Bayern e incluso pudo acabar jugando en el Atlético de Madrid. La temporada 2019/20 vivió su segundo periplo de madridista con un suplicio de lesiones. Tras apenas participar en 728’ y marcar un gol y dar dos asistencias volvió a decir adiós al club blanco para probar suerte en el Everton.
Eden Hazard (115M€; Chelsea)
Eden Hazard hizo correr multitud de ríos de tinta antes de fichar por el Real Madrid. El belga tenía la vitola de crack mundial al haber hecho de la Premier su jardín con el Chelsea. Sin embargo, nada fue como se esperaba. El estado de forma del futbolista en las dos primeras temporadas estaba a años luz de lo esperado. Llegó lesionado y se perdió los tres primeros partidos. Mala señal. En su primera temporada vestido de blanco fue en la que más jugó (1.545’) con un gol y siete asistencias. Una aportación paupérrima para su calidad y precio. Las lesiones en tobillo, pie y peroné impidieron ver la continuidad deseada. El segundo curso de blanco lo comenzó con una forma física más que discutida. Esta vez fueron las lesiones musculares las que le llevaron a bajar de los mil minutos entre todas las competiciones (896’) en la 20/21. La subida de minutos fue ligera en la 21/22 (903’) y se desplomó del todo en su último año como profesional (392’) al ser un fijo del banquillo. Acordó con el Real Madrid su salida un año antes de lo que decía su contrato y se retiró con 32 años.
Jude Bellingham (103; Borussia Dortmund)
El inglés aterrizó en la Castellana sin apenas hacer ruido procedente del Borussia Dortmund. Los negriamarillos acostumbran a apostar por el talento joven y Bellingham ha sido uno de sus grandes aciertos con el que casi ganan la Bundesliga. El crecimiento de un jugador de 20 años se vio plasmado cuando pasó de cuatro goles y cuatro asistencias en la 20/21 hasta los 14 tantos y siete pases de gol de la 22/23. Su liderazgo, impropio para muchos jugadores de su edad, hicieron que el Real Madrid volviera a sacar la chequera para pagar más de 100 millones de euros. El acierto no pudo ser mayor al llegar y pelear por el pichichi. Su impacto ha sido de los más altos en los últimos años en la liga española. En el Bernabéu se frotan las manos con la delantera de presente y futuro que tienen con Bellingham, Vinicius, Rodrygo y Mbappé.
Mbappé (0€; PSG)
Kylian Mbappé es el últimos de los cracks que ha fichado Florentino Pérez para la casa blanca. El francés, de 25 años, interesó a los de Concha Espina desde que empezara a destacar en las filas del Mónaco con el que ganó una Ligue 1 y fue eliminado en semifinales de Champions por la Juventus. La presencia de la BBC hizo que no se viera titular desde el principio y que se decantara por el PSG para pasar unos años más en Francia hasta ser el máximo goleador del club. La influencia familiar y el hecho de seguir en su ciudad acabaron resultando claves. En 2022 se daba por hecha su llegada a la capital de España, sin embargo, el tic tac se alargó dos años más con su renovación hasta 2025 condicionada a que el jugador ejecutara la cláusula para seguir una temporada más en 2024. Una decisión que decidió no tomar para escapar por la vía de salida a partir del 30 de junio. Ahora formará uno de los ataques con más pólvora junto a Bellingham, Vinicius y Rodrygo.
Leyendas que llegaron sin cartel
El Real Madrid ha convertido en leyendas a jugadores que ficharon sin el cartel de galáctico. El centro del campo que formaron Casemiro, Kroos y Modric cimentó los éxitos desde una medular impenetrable y de un gusto exquisito por el balón. A ellos se les unen en estas líneas los nombres de Vinicius y Courtois. El brasileño pasó de ser criticado por sus fallos a numerosos fallos en sus primeras temporadas hasta ser un crack mundial y marcar el gol de la Decimocuarta. El ejemplo perfecto de la evolución de una promesa que se convirtió en crack. Courtouis conocía LaLiga antes de vestirse de blanco. Su paso por el Atlético de Madrid antes de volver al Chelsea le formó bajo palos. Una vez que volvió a Madrid para, según él, jugar en el lado bueno, lo hizo levantando un muro sólo roto por las lesiones.
