Morata cayó al suelo entre evidentes gestos de dolor tras un encontronazo con Soumaré. Salió cojeando del campo acompañado por el doctor Celada que le realizó una primera exploración en el banquillo. A la espera de un examen más exhaustivo, el rojiblanco ha dejado el Sevilla-Atlético con la rodilla derecha dañada y muy malas sensaciones.