El once de la undécima jornada de LaLiga Hypermotion
Jornada muy goleadora. Miguel de la Fuente (Leganés) hizo un hat-trick. Dobletes de Paulino de la Fuente (Oviedo), Peque (Racing) y Ferrari (Villarreal B). Grandes tantos de Matos y Grego Sierra (Burgos).
Portero: Pacheco (Espanyol)
Seguro que Sylla y Cedric aún están soñando con el cerrojo que echó Pacheco a su meta ante el Valladolid. El portero del Espanyol tuvo cuatro intervenciones, dos de ellas ante los jugadores anteriormente mencionados, con una mano dura arriba y un mano a mano parado, respectivamente.
Defensa: Insua (Sporting)
Insua emuló a Tamudo y su gol en la final de Copa contra el Atlético de hace ya 23 años, para empatar, en el minuto 97, contra el Zaragoza. El defensa esperó pacientemente detrás de Poussin, que tenía la posesión de balón y no se había percatado de su presencia. El francés soltó el balón, e Insua, más listo, le 'robó la cartera' y marcó.
Defensa: Matos (Burgos)
Matos no es muy dado a marcar goles, pero visto lo de esta jornada eso puede cambiar. El lateral abrió el marcador ante el Villarreal B con una jugada ensayada. Bermejo sacó de esquina, balón raso y templadito; y el defensa se sacó un disparo increíble desde fuera del área. El balón subió y bajó endiabladamente con una parábola perfecta, directo a la escuadra. Golazo mayúsculo.
Defensa: Grego Sierra (Burgos)
La cosa va de defensas del Burgos y golazos. Grego Sierra salió en la segunda parte y fue el encargado de poner tierra de por medio con otro soberano tanto. Recoge un balón dividido (botando), toque con la zurda para irse de Requena que piensa que va a disparar; y zurdazo potente directo a las mallas.
Centrocampista: Paulino de la Fuente (Oviedo)
Al igual que Grego Sierra en el Burgos; Paulino de la Fuente también comenzó su partido en el banquillo y salió para ser fundamental con un doblete. No tardó mucho en abrir la lata, con un gran cabezazo en el que colocó la cabeza hacia atrás para dar altura a la pelota. Posteriormente puso el 3-0 final rematando un balón en el segundo palo.
Centrocampista: Maikel Mesa (Zaragoza)
Maikel Mesa dejó un gol para enmarcar contra el Sporting. El futbolista del Zaragoza abrió el marcador con una obra de arte. Recogió un balón fuera del área, dribló a Gaspar Campos pasándose la pelota por detrás y con pierna derecha, batió a Rubén Yáñez con un disparo ajustadito al palo que botó antes de entrar en la meta.
Centrocampista: Peque (Racing)
Peque continúa asombrando en este inicio de temporada. Ante el Cartagena su aportación fue fundamental: hizo un doblete, provocó un penalti (que él mismo marcó) y tuvo una ocasión más, estrellada en el palo. Ya son tres goles en los últimos dos partidos, cuatro en el total de la temporada.
Centrocampista: Álex Calvo (Andorra)
La perla de la cantera del Málaga muestra un desparpajo impropio para su edad. Eder Sarabia le sacó en el 76', en busca de desatascar el encuentro ante el Alcorcón; y sólo tres minutos después ya demostró que el cambio fue acertado, con un centro (llamémosle regalo) directo a Lobete para que abriera el marcador. Él propio Álex Calvo se encargó de poner la puntilla, con un tanto a la contra.
Centrocampista: Raba (Leganés)
"Métela tú que a mí me da la risa", pareció decir Raba en dos de los tres primeros goles del Leganés ante el Amorebieta. El centrocampista o todocampista fue un incordio total para la defensa vasca. Además, redondeó su noche con un 'golito', el quinto, tras recoger un rechace.
Delantero: Ferrari (Villarreal B)
Mal día 'escogió' Ferrari para estrenar su cuenta con el Villarreal B. Hacer dos goles y que no te sirva para puntuar, pocas veces se ha visto. El uruguayo, como todo su equipo, siempre fueron a remolque en el marcador, pero el ariete dio una lección de pundonor con su doblete.
Delantero: Miguel de la Fuente (Leganés)
El benefactor de las asistencias de Raba fue Miguel de la Fuente, que además de estos dos tantos, marcó otro para completar un hat-trick. En los dos primeros goles ganó la espalda a la defensa y definió a la perfección; mientras que en el tercero se aprovechó de un pase de la muerte.
