Giro de pizarra de Ancelotti y Bellingham ejecuta al Barça
Si ante el Girona los blancos habían dado un golpe de mano, ante el Barcelona abrirían un cierto hueco con los azulgrana, aunque el Atlético de Madrid y el Girona estaban igualados a los blancos tras haber empatado ante el Sevilla en la capital andaluza. Los madridistas, que se vieron por debajo en el marcador muy pronto, supieron remontar en la segunda parte gracias a un giro de pizarra de Ancelotti: situó a Joselu y a Modric en el campo, en sustitución de Rodrygo y de Kroos. El movimiento le salió a la perfección: el delantero se situó entre los centrales, fijándolos, mientras que con el croata ganaba más y mejor posesión de balón: sobre todo mejor, porque Modric se colocó entre Camavinga y Tchouameni, para lanzar a Vinicius, Bellingham y a Joselu. Fruto de ese cambio táctico llegaron los dos goles blancos: uno, con un fuerte disparo desde fuera del área; el segundo, llegando desde la segunda línea y en tiempo de descuento. No había tiempo para más.