Y a la decimonovena, venció...
El Real Madrid, por fin, ganó un Clásico. El más descafeinado. Las blancas rompen una barrera en una semana que puede ser histórica.
La verdadera fortaleza es levantarse una y otra vez. El Real Madrid se ha levantado 18 veces, vapuleado por un Barcelona mejor, que hurgaba partido a partido en la herida blanca. Era una gran mancha. 18 partidos con 18 derrotas. La mayoría sonrojantes goleadas que escocían al vestuario y apartaban a los madridistas. Sin competir, sin recursos. Como un juguete roto en manos de las azulgranas…
Pero a la decimonovena llegó. En el Clásico más descafeinado, con el Real Madrid soñando en hacer historia llegando a las semifinales de Champions el próximo miércoles y el Barcelona a medio gas. Pero ese Madrid vapuleado en los 18 envites anteriores resurgió como el Ave Fénix para aprender de sus errores y, por fin, tratar de tú a tú al todopoderoso Barcelona, el del póquer de títulos…
Con rotaciones, sin sus estrellas sobre el campo pero siendo un equipo. Defendiendo con intensidad y solidaridad y atacando con colmillo y velocidad. Una mañana de domingo que ‘Sweet Caroline’ endulzó para las blancas cuando más sufría. La victoria se fue a Madrid, pero quien ganó fue el fútbol femenino…
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