Trinity Rodman, una estrella eclipsada por su padre: “Todo siempre ha girado en torno a él”
La delantera de Washington Spirit y la selección estadounidense, campeona olímpica en París 2024, confiesa el trauma que tiene con su relación con Dennis Rodman.
Acaba de ser subcampeona de la NWSL con el Washington Spirit que entrena Jonatan Giráldez, se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024 con la selección de Estados Unidos y es una de las superestrellas del fútbol practicado por mujeres, pero Trinity Rodman (California, 2002) sigue siendo preguntada en cada entrevista por su padre, Dennis, campeón de la NBA con los míticos Chicago Bulls de Michael Jordan, algo que le genera mucha frustración, según ha confesado en una charla en el podcast Call Her Daddy esta semana. “Creo que nunca queremos que se vea mal, y eso es a costa de ocultar muchos problemas por los que hemos pasado y un trauma en sí”, afirma.
Trinity Rodman ha anotado ocho goles y repartido seis asistencias en 26 partidos disputados esta temporada con el Washington Spirit en la liga femenina estadounidense, considerada históricamente la mejor del mundo. Delantera fuerte, atlética, con buenos recursos técnicos y gran definición, el técnico español Giráldez habló de ella en AS: “Tiene unas condiciones físicas diferenciales que yo sinceramente no había visto. Tiene una capacidad de, cuando está sprintando, acelerar, o sea, cambiar el ritmo. Sobre el sprint ella es capaz de cambiar el ritmo. Es un portento físico. Hace cosas, cuando hay espacios, que son admirables”.
Desde pequeña ha estado en el foco por ser hija de Dennis Rodman, algo de lo que no ha podido despegarse durante su todavía corta carrera deportiva a pesar de los éxitos cosechados. Su figura siempre está presente. “Simplemente siento que he estado en una situación en la que la gente dice: ‘Oh, ¿estuvo tu papá allí? ¿Qué siente tu papá?’ y siento que trato de dejar en claro que no lo sé”, explicó la delantera de Estados Unidos, que dice sentirse frustrada por seguir sientiendo empatía por su padre: “Es difícil porque incluso ahora estoy tratando de ser honesta al respecto y todavía le estoy dando simpatía, lo cual es frustrante para mí porque, en realidad, creo que es un ser humano extremadamente egoísta”.
Internacional desde categorías inferiores en el equipo estadounidense, Trinity empezó a labrar su carrera cuando se convirtió en futbolista profesional sin pasar por la universidad. Fue drafteada por Washington Spirit, siendo la jugadora más joven en ser seleccionada y ganó el premio a Rookie del año en 2021, además de estar en el mejor XI de la liga poco después o ser finalista del The Best recientemente. Sus méritos deportivos están ahí y apuntan a seguir ampliándose después de ser campeona olímpica y componer uno de los mejores tridentes de ataque junto a Sophia Smith y Mallory Swanson (antes Pugh)...
La sombra de su padre, no obstante, le persigue... “Creo que todo siempre ha girado en torno a él. Ha pasado por muchas cosas, pero al mismo tiempo, le encanta ser el centro de atención. Le encantan las cámaras. Le encanta llevar a sus hijos al escenario y decir: ‘Oh, estos son mis hijos’. Todo eso e incluso la mente... la mente jodida, pero a mí, emocionalmente, me ha hecho pasar por cosas como, oh, Dios mío”, reflexiona la futbolista de futbolista de Estados Unidos en una charla de lo más sincera: “Ahora contesto el teléfono por mi conciencia, para que él sepa que necesitaba escuchar mi voz antes de que pase algo más. Por eso contesto el teléfono, no por mí. No es padre. Quizá de sangre, pero nada más”.
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