EUROCOPA (F) | LA INTRAHISTORIA
Todas quieren ser Popp
La capitana de Alemania vuelve a ser protagonista con un doblete ante Francia que metió a su selección en la final. Lleva seis tantos, empatada en la Bota de Oro con Mead.
“Bronze, you are our hero”, rezaba la pancarta de una pequeña fan inglesa durante la semifinal que su selección ganó a Suecia. La de Alemania, no obstante, es Alexandra Popp (Witten, 1991). Todas quieren ser como ella. La capitana germana está brillando en su primera participación en una fase final de la Eurocopa. Las lesiones impidieron que lo hiciera antes. La suya es una historia de resiliencia con una meta final: alzar el título el próximo domingo en Wembley ante la anfitriona (18:00).
Popp porta el brazalete dentro y fuera del campo. La delantera del Wolfsburgo es centenaria con su selección y un auténtico ejemplo a seguir. A sus 31 años, y con un amplio historial de lesiones a su espalda, algunas personas podían pensar que se acercaba al ocaso de su carrera. Nada más lejos de la realidad. La madurez también le sienta de maravilla a una delantera que remata en el área como ninguna otra.
Ante Francia, en la semifinal del miércoles, lo volvió a demostrar con dos apariciones estelares en la zona peligrosa. En la primera, inició una carrera de fuera hacia dentro para rematar, con el exterior de la bota, un balón puesto por Huth en el 40′. En la segunda, Popp dio dos pasos atrás para coger impulso, ganó el salto a Mbock y mandó el esférico al fondo de la red. 2-1 en el 76′, cuando su equipo más la necesitaba tras salvar varias ocasiones de gol de las bleus.
Ambos tantos fueron importantes tanto en el partido como en la historia del fútbol. El 1-0 fue la diana número 100 de Alemania en la Eurocopa femenina. Con el 2-0 sumó un total de seis, empatando en la Bota de Oro con Beth Mead, a la que se enfrenta el domingo. Ha marcado en los cinco encuentros disputados por las germanas hasta ahora, siendo la única futbolista que lo ha conseguido hasta el momento.
El calvario de las lesiones
El fútbol le debía una a Alexandra Popp. En 2013 una rotura de ligamentos en el tobillo la dejó fuera del máximo torneo continental. En 2017 fue un problema de menisco. Y si no es por el aplazamiento de la presente Eurocopa por el retraso de la edición masculina debido a la pandemia, también se habría perdido esta edición.
La delantera del Wolfsburgo se rompió un trozo de cartílago de la rodilla que la mantuvo once meses fuera de los terrenos de juego. En marzo de este 2022 volvió a jugar a pleno rendimiento y camino a Inglaterra, positivo en COVID-19. Así, el 8 de julio fue suplente en el debut germano ante Dinamarca. Marcó, se ganó la titularidad y ha seguido viendo portería en todos los encuentros disputados para llevar a la selección entrenada por Voss-Tecklenburg a su novena final.
“Fue un momento muy especial, porque tenía la sensación de que mucha gente ya me había descartado”, explicó. Ahora, le toca el reto más difícil: conquistar Wembley ante las anfitrionas.