Tess Olofsson: una árbitra con pasión por la justicia

Tess Olofsson (Suecia, 1988) lleva el fútbol en la sangre. Porque desde era una niña tenía claro que amaba el balón. Sus padres fueron entrenadores. Con cinco años ya jugaba al fútbol junto a su hermana gemela. Con 13 ya estaba impartiendo justicia sobre el césped. Sin embargo, la experiencia no fue todo lo buena que esperaba. “Fueron malas palabras, palabras de género. Escuché que estaba ciega y más. Inmediatamente después del partido sentí que esto no podía quebrarme. ¡Quería demostrar que podía arbitrar!”, dijo en una entrevista. Y se puso manos a la obra.

Como futbolista jugó en el Skåne. Incluso acabó jugando de portera por la lesión de la guardameta. “El portero se lesionó y entonces estuve disponible. ¡Fue divertido!”, relató. Llegó a enfundarse la camiseta de Suecia con las categorías inferiores, pero su sitio no era era ese. A los 20 años, cambió el balón por el silbato. Mientras seguía con su carrera como árbitra empezó en 2009 a prepararse para ser policía, una profesión que le da confianza y tranquilidad a la hora de afrontar los partidos. “Ahora que soy árbitro, pero incluso entonces, la profesión policial ha sido una base sólida sobre la que apoyarme y una cierta seguridad para mí. Ya en el instituto, cuando jugaba y arbitraba, ya tenía la idea y el sueño de convertirme en policía. Empecé a estudiar para la policía bastante temprano y terminé mis estudios cuando tenía 23 años. Luego regresé a Malmö y Skåne e invertí en convertirme en árbitro de un nivel superior”, explicó sobre su experiencia. Sin embargo, su profesión le impedía seguir creciendo en el mundo del arbitraje: “Me di cuenta de que cuando pedí tiempo libre en el trabajo para arbitrar unos cuartos de final de la Champions tenía que elegir a cuál de estos dos trabajos debía ir. Sentí esa mierda, no quiero terminar en una situación en la que tenga que decir no a los partidos internacionales. Luego comencé a trabajar en la unidad de tráfico de la policía, lo cual es más fácil de combinar. En 2018 bajé y luego comencé a trabajar al 50 por ciento como policía”.

Porque la pasión por el fútbol era aún mayor que por el uniforme. Seguía creciendo como colegiada y en 2015 logró ser internacional. Primera mujer en arbitrar en el fútbol masculino sueco. Ha dirigido partidos en Europeos Sub-17, Sub-19, en la Eurocopa femenina de 2022, en el Mundial Sub-20 de 2022 y en el Mundial absoluto femenino de 2023. Una colegiada implicada y que vive cada partido con una inmensa pasión: “Han sido unas noches duras y sin dormir. ¿Has hecho un partido peor y has tomado una decisión equivocada, o has fallado un penalti, por ejemplo? Puedes pensar un poco en eso, pero esa situación definitivamente no debe continuar hasta el próximo partido. Debes haberlo publicado y procesado para mejorar el próximo partido”, explicó sobre lo más duro de su profesión. Poco a poco va cumpliendo los sueño que tenía: “Será árbitra en la Allsvenskan de Suecia, la máxima liga masculina de Suecia”, dijo sobre su sueño. Ahora le llega su gran momento. Una final en la que demostrar que no se equivocó con su pasión: impartir justicia en el campo y fuera.