Sergio Ruiz, el pegamento de la medular
El cántabro empezó con la confianza de Paco López, que después optó por Villar. Desde la llegada de Medina, el mediocentro es indiscutible
Sergio Ruiz (El Astillero, 1994) tiene una reválida, igual que toda la plantilla del Granada, con la llegada de Alexander Medina. El cántabro empezó siendo importante con Paco López acompañando a Gumbau en la medular. Sin embargo, en cuanto Gonzalo Villar estuvo disponible, el de Silla relegó al centrocampista a un segundo plano para apostar por el murciano junto al catalán como pareja en la medular.
Sergio fue titular las cuatro primeras jornadas, aunque sólo en el primer envite completó el partido. En la visita del Girona, correspondiente a la quinta jornada, el cántabro se quedó en el banquillo, ya que Paco optó por Melendo junto a Gumbau (2-4). Volvió al once una jornada después y repitió en la octava y en la undécima, la última vez que salió de inicio con el técnico de Silla. Porque Paco tenía claro que quería a Villar junto a Gumbau en la medular, lo que le dejaba sin sitio. Aunque no sin minutos. Sergio era uno de los cambios más recurrentes del preparador. De hecho, salvo ese encuentro ante conjunto gerundense y el partido frente al Barcelona, el centrocampista siempre ha tenido minutos.
En total, con Paco López gozó de 632 minutos en 14 partidos jugados, que hace una media de algo más de 45 minutos por partido.
Sin embargo, desde que llegó Alexander Medina, Sergio es intocable. Fue titular frente al Real Madrid en el Bernabéu, aunque la ausencia de Gonzalo Villar con unos problemas musculares dejaba en el aire si iba a seguir siendo importante. Y, contra el Athletic, repitió en el once y, otra vez, con Gumbau. Esta vez, además, compartió titularidad también con Gonzalo Villar. El cántabro fue mediocentro, mientras que el murciano estaba con más libertad por delante de la medular. Dos partidos y dos titularidades además, jugando en ambos los 90 minutos (contra el Athletic fue sustituido en el descuento).
Más de cinco recuperaciones por partido
El cántabro ha demostrado ser capaz de hacer un gran trabajo sucio en el centro del campo. Porque ninguno de los tres centrocampistas que salieron frente al Athletic son en realidad pivotes defensivos, posicionales. A todos les gusta tener movilidad y tienen calidad para estar cerca del área.
El cántabro es de los que mejor se desenvuelve en esta faceta defensiva. De hecho, suma 73 recuperaciones, es decir, a 5,21 por cada partido que ha disputado. Ha tenido 116 duelos en esos partidos y ha ganado más de la mitad, aunque le falta algo más de contundencia (sólo una falta por partido). Medina tiene claro que Sergio es el cemento de su medular.
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