Santos: “Qué mejor forma de acabar el año que ganando el derbi”

La creatividad del Atlético depende de lo inspirada que esté su centrocampista con mayor acumulación de minutos esta temporada: Leicy Santos (Colombia, 1996). La colombiana, subcampeona de la Copa América el pasado verano, es una pieza fija en el equipo rojiblanco, que mañana visita al Real Madrid (20:00 horas) en la quinta edición del derbi madrileño en la liga femenina. Como en el campo, la ‘10′ no rehúye y reconoce en AS la importancia del choque ante sus vecinas en su persecución por los puestos Champions...

—¿Cómo están tras el triunfo ante el Valencia?

—El equipo en este momento está enfocado, que creo que es lo más importante en lo que va de temporada. Entendemos que hay que acabar bien el año y es lo que queremos.

—¿Por qué les está costando encontrar la regularidad?

—Con las bajas nos puede estar costando conseguir esa constancia en el juego. En esta Liga F cualquier equipo te puede complicar las cosas. La clasificación de los equipos de arriba está superpareja, una jornada suben unos y otra, otros.

—¿Notan las bajas de Ludmila o Maitane?

—Que no estén obviamente se nota. Es evidente que Ludmila es una jugadora muy importante para el equipo, marca la diferencia; igual que Maitane, que es la que da equilibrio.

—Se habla mucho de las filosofías de juego, ¿tienen clara la suya?

—Sí, ya llevamos dos años con Óscar Fernández y lo tiene claro: aprovechar nuestras bandas y la velocidad que tenemos arriba, siendo un equipo bastante vertical y que transite bien. Lo tiene clarísimo y nos lo transmite, pero es cierto que por momentos el equipo no está encontrando ese timing que desde mi percepción necesitaríamos. Pero eso también se genera al conocerse y cuando el equipo cambia cada año es difícil de manejar porque tardas en conocerte.

—Así llegan al derbi, ¿han estudiado?

—Sí, y ambos nos conocemos mucho. El hecho de enfrentarnos cuatro veces te lleva a interpretar el juego, a conocer lo que hace cada una de sus jugadoras, lo que el míster les transmite...

—Hasta hoy el balance es de máxima igualdad, ¿qué esperan de este partido?

—Que esté reñido, igualado, que se decida por detalles. Y en eso sí el Atleti tiene que dar ese paso hacia adelante: en cuidar los detalles.

—¿Es más importante al jugarse los puestos Champions?

—Sí, sabemos que es clave ganar a los rivales directos con los que te la juegas, pero sin descuidar el resto. Sobre todo porque el fútbol femenino ha cambiado, ha habido un paso adelante en cuanto a calidad, físico y táctica y ahora el nivel está mucho más igualado.

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—También sabrá del valor del derbi para la afición del Atleti...

—Claro, ya conozco lo que la afición del Atleti exige, lo que quiere, que es que nunca, nunca, nunca des un balón por perdido, nunca dejes de luchar. El fútbol es un juego y puedes ganar, perder o empatar, pero el aficionado del Atleti nunca te va a perdonar no haber hecho tu máximo esfuerzo. Y eso lo tenemos claro, que es importante ganar y dar ese paso adelante. Qué mejor forma de acabar el año que ganando el derbi.

—¿Se nota la profesionalización de la Liga?

—Se nota la evolución de estos años. El nivel es muy diferente al de cuando llegué en 2019. Se prepara mejor a las jugadoras, las personas que dirigen están mucho más preparadas, hay más recursos para profesionalizar esto y los equipos que siempre han estado ahí han dado ese paso adelante.

—Su fichaje fue muy sonado, ¿cómo se fraguó?

—Quedé campeona con Independiente Santa Fe y en un acuerdo entre competiciones se organiza un torneo entre los campeones de España y Colombia. Venimos a jugar a Alcorcón. Hacía un frío, lo recuerdo bien... Fui la MVP y ahí María (Vargas, directora deportiva) me vio y ya me dijo que quería traerme. Hasta que después se cumple.

—¿Y de dónde le viene su pasión por el balón?

—Desde muy chiquita me apasionó estar detrás del balón. Seguro que lo cogí por mi papá, que jugó, aunque no a nivel profesional sí a nivel departamental. Yo quise seguir ese camino y cumplir con lo que mi papá no pudo. Ahí empecé y a los 13 años me fui a Bogotá. Pensaba que las cosas se iban a dar muy rápido y que iba a llegar a ser profesional pronto, pero todo tiene un proceso, muchos años y horas de entrenamiento, esfuerzo, dedicación y disciplina. Después de siete años en un club amateur en 2017 hacen la liga colombiana y yo ficho por Independiente Santa Fe.

—Hoy es subcampeona de la Copa América, ¿qué supuso para su país?

—La selección no pudo estar hace cuatro años en ninguna de esas citas, ni la masculina tampoco, entonces dar esa alegría al país, que vivió la Copa América con nosotras, que nos apoyó y nos brindó un mayor reconocimiento. Significa mucho. Además es un impulso grande al fútbol femenino porque está muy parado allí. Ojalá pueda jugar el Mundial el año que viene a mi máximo nivel y los Juegos en París también.

—¿Notaron al país volcado con ustedes?

—Sí, increíble. La gente en Colombia es muy pasional. Quizás las cosas que no están tan bien en nuestro país hace que nos aferremos más a lo deportivo y cualquier logro que tenga un compatriota nos apoderamos de él y nos hace fuertes. Lo que fue la ola de la Copa América con nosotras más la sub-17 llegando por primera vez en la historia de nuestro fútbol a una final del Mundial es un gran impacto. Todo el país estaba vestido de amarillo, azul y rojo.

—Toda la corriente a favor del fútbol femenino en el mundo contrasta con los escándalos de abusos destapados en Estados Unidos, Venezuela, Portugal, Zambia y también Colombia...

—Ninguna jugadora tiene que pasar por eso. Tenemos que ser más precavidos a la hora de contratar a la gente que está dentro del fútbol femenino, empezando desde arriba. Se debe investigar a fondo a las personas para evitar estos comportamientos. Seguramente estas cosas siempre han pasado, desde hace años, pero ahora las mujeres sí tenemos ese poder para salir a denunciarlo y a hablar sin temor a represalias. En eso, el fútbol femenino, con diferencia, hace lo que quizás en el masculino no se pueda. Ojalá estas cosas no sigan pasando. Son cosas evitables y entre todos tenemos que hacer que esté más regulado.