Samara Ortiz, en busca del sueño de un segundo ascenso

El Deportivo de la Coruña afronta este sábado a las 12:00 horas uno de sus desafíos más importantes. El cuadro de Irene Ferreras solo piensa en la final de la fase de ascenso a la Liga F. Tras empatar a cero en la ida de semifinales ante el Cacereño, las jugadoras deportivistas quieren hacer historia para volver a la máxima categoría del fútbol español. En esta plantilla, hay nombres muy familiares para el gran público, y uno de ellos es el de Samara Ortiz (Madrid, 1997). La defensa, que volvía a nuestro país tras su experiencia en Dinamarca, una aventura que recomienda realizar, se ha convertido en uno de los pilares del cuadro gallego, que busca romper su sequía y dejar de una vez por todas la Primera RFEF.

Ortiz no es nueva en este tipo de situaciones, ya que pudo ascender a Primera junto al CD Tacon, el germen del actual Real Madrid. La defensa lo recuerda bien, analiza que tuvieron “un sorteo muy complicado”, y piensa que esa primera vez es diferente, que la ilusión es diferente a este momento, ya que considera que ahora lo vive “con más madurez, más calma”: “Es uno de los mejores momentos que he vivido como futbolista, y le digo a mis compañeras que es muy bonito y esto no se nos va a olvidar en la vida”.

Samara, que ha sido una de las habituales para Irene Ferreras, también ha querido destacar dos detalles que no pasan desapercibidos: la profesionalidad del club y el apoyo que han tenido por parte de todos los aficionados. Incluso, los jugadores del primer equipo masculino les han hecho sentir a sus compañeras su aliento. “Los detalles, las infraestructuras… El cariño de la afición es increíble, por la ciudad ves a todo el mundo con la camiseta del Depor paseando en un día normal… Me encanta, la verdad”.

La defensa, que muestra un gran cariño tanto por el Depor como por A Coruña, regresa a España tras un periplo en el Brondby danés, una etapa que le sirvió para aprender mucho, tal y como cuenta ella misma. Ortiz lo tiene muy claro y narra que esa experiencia le cambió la vida, a pesar de que en lo personal “echaba un poco de menos España”, debido a que la cultura escandinava es algo más fría, cosa que también se notaba en el vestuario. A pesar de esto, aprendió mucho, e incluso disputó una eliminatoria de Champions. Recuerda con mucho cariño esta experiencia y recomienda a todo el mundo el poder vivir algo así. “Te hace crecer en muchos aspectos. No me arrepiento de haberme ido, para nada”.

Esta fue la primera vez que Samara tuvo que hacer las maletas y dejar España, a sus amigos, familia, y en especial, a su hermana Malena, con la que compartió vestuario en el Real Madrid. De hecho, cuenta que el apoyo de sus seres queridos ha sido vital a lo largo de su carrera.

En sus primeros años, Samara recuerda que su padre fue la persona que más le apoyó en su afán de jugar al fútbol, ya que, después de la recomendación de una profesora del colegio, apuntó a su hija a la cantera del Rayo Vallecano, al que están muy vinculados porque su padre fue jugador en las categorías inferiores del cuadro de la Franja.

De esa etapa, Ortiz guarda un gran recuerdo y considera al Rayo como “el club de mi barrio”. Tras algo más de una década, cambió de aires, y, tras su paso por el Canillas, firmó por el Club Deportivo Tacon, presidido por Ana Rosell, y que tenía un objetivo muy claro. “Era un proyecto a largo plazo, y, al final, lo que queríamos era convertirnos en el Real Madrid femenino”. De hecho, recuerda dos intentos de ascenso en los que el sueño se quedó a pocos pasos. A pesar de la marcha de algunas jugadoras, ella tenía claro que escoger el proyecto del Tacon era una decisión acertada, y se quedó. Los resultados no pudieron ser mejores: ascenso a Primera y debut ante los mejores equipos de España.

La llegada a la anteriormente conocida como Primera Iberdrola era la gran obsesión del CD Tacon, y cuando llegó el momento, se celebró con una intensa alegría. La experiencia para Ortiz no pudo ser mejor, porque, no solo festejaba su subida a la máxima categoría, sino que lo hacía con su hermana gemela, Malena. Ambas también han compartido vestuario en el Real Madrid, y Samara resalta la importancia de tener a una persona tan cercana en uno de los entornos más exigentes.

“Es genial. Es tener un apoyo más en los malos momentos, tienes un hombro al que arrimarte y en el que apoyarte, y nuestros padres encantados, muy orgullosos de nosotras. Muy guay”.

Samara, que pudo jugar muchos minutos en la primera y única temporada del Tacon en Primera, compartió vestuario con jugadoras como Asllani o Jakobsson y las recuerda con un cariño especial. Analizaba todo lo que le aportaba el poder convivir día a día con futbolistas de tanto nivel y renombre a nivel internacional. De hecho, guarda una gran relación con ellas, poniendo el foco en los “grandes consejos” que se le han dado.

Ortiz, de la mano del Tacon, pudo debutar en la máxima categoría del fútbol español, y lo hizo a lo grande. Fue, nada más y nada menos que ante una de las escuadras más potentes del mundo, el FC Barcelona , y se muestra “muy contenta” por cómo fue a nivel individual. “Un mal sabor de boca, pero fue emocionante y debutar ante el Barça también es especial”.

La vuelta a España, y más concretamente al Deportivo, no fue casual. Samara prefería “estar en un club de Segunda División, con buenas infraestructuras, profesional, que irme a uno de Primera que no me pudiera dar eso”. En este sentido, destaca las figuras de Rocío Candal, la directora deportiva, que la convenció para firmar, y la de Irene Ferreras. Su entrenadora, que también militó en el Rayo, es una “friki del fútbol”. “Lo vive, los entrenamientos los vive con mucha pasión, los partidos igual”. Ante la ausencia de laterales zurdas, le ha pedido a Samara que mejorase “la pierna mala, los perfiles zurdos… Ser sólidas, contundentes”.

Ortiz no solo se ha centrado en el fútbol, sino que les ha dado una gran importancia a los estudios. Actualmente, se encuentra realizando unas oposiciones de Medio Ambiente y Calidad Ambiental. “Cuando me retire, me veo trabajando en algo relacionado con el cambio climático, pienso que es bueno tener un plan para cuando se acabe el fútbol”.

Con apenas 25 años, Samara se ha convertido en una jugadora con una gran experiencia y solidez. Con un ascenso a sus espaldas, busca, junto a sus compañeras, poder hacer historia y devolver al Deportivo a donde creen que se merece estar: junto a los mejores equipos del país. La cita ante el Cacereño dictará sentencia para una escuadra, la coruñesa, que, con la ayuda de la defensa, busca estar en la gran final de la fase de ascenso.