Paula Fernández: “El Rayo fue bastante duro... en el Levante me fui recuperando”

Su fútbol es puro tiqui-taca y tiene clase hasta los domingos. Paula Fernández (Sant Fruitós de Bages, 1999) se formó en el Barcelona (2013-2017), hizo “la mili” en el Málaga (2017-2019) y vivió el momento más complicado de su carrera deportiva en el Rayo Vallecano (2019-2022). “Pensé en parar, fue una experiencia bastante dura”, relata a AS antes de enfrentarse al Real Madrid con la camiseta del Levante.

—¿Qué le evoca la foto que tiene de pequeña jugando al fútbol?

—Creo que es de cuando jugaba en el Manresa, en el Alevín. Me sirve para cuando no salen las cosas, la motivación o el ánimo bajan... La miro y me veo de pequeña disfrutando de lo que era mi hobby. He tenido épocas jodidas y creo que ver de pequeña la sonrisa con la que juegas es difícil, yo disfrutaba jugando y tengo que intentar conseguir eso. Es un recordatorio de que el fútbol me hace sonreír.

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—Cuando era un poquito más mayor ya entró en la cantera del FC Barcelona, ¿cree que su filosofía ha marcado su juego?

—Sí, sobre todo la manera de jugar, el tiqui-taca, que antes se llevaba más. Soy una jugadora de querer mucho el balón, tocar, moverme... Al final fueron seis años allí y hacíamos mucho juegos posicionales y te llevas mucho de eso al salir. Sí que es cierto que el primer año que me fui del Barcelona (2017) me di cuenta de otra realidad, tanto deportiva como extradeportiva. Era como: ahora tienes que correr sin balón. Dentro aprendí un estilo de juego y fuera otros. Te ayuda a crecer como futbolista.

—¿Cómo fue ese primer año en el Málaga que ha mencionado?

—Estuve con Antonio Contreras allí. Siempre digo, un poco de broma, que fue como la mili. Sales de casa muy joven, estás lejos... Todo el rato pensaba “joder, no sé si merece la pena”. Es duro, te vas a 12 horas de casa en coche, ves a tu familia cada mucho... Empezaba la universidad, que después hasta la dejé. Son muchos cambios y yo era una persona muy casera.

—Después llega el Rayo y vive una etapa muy complicada... ¿Qué diferencias de recursos recuerda en comparación con el Levante?

—El Rayo estaba en todos los fregados. Aquí hay gimnasio, allí el material estaba en una ducha de vestuario; a veces el preparador físico tenía que ingeniárselas y traer paquetes de arroz con un neumático para hacer trineos; aquí también cuando llegué tenía la posibilidad de comer, en el Rayo no; entrenamos siempre en natural, allí no; el último año hubo muchos más líos todavía, ocurrió un tema grave con las casa en la que vivíamos... Tuve hasta un bloqueo mental, no me acordaba de las contraseñas de la universidad, mi madre no sabía ni la mitad de las cosas, si no... Se acabó descendiendo y duele.

—¿Cómo se gestiona algo así?

—Es que después del Rayo no sabía si hacer una pausa, porque fue una experiencia bastante dura que, con 22 años, no te esperas. Solo quieres estudiar y jugar. Me llegó la oportunidad del Levante, aunque tenía más, supe que tenía que subir a este tren. Firmé y poco a poco fui recuperando la confianza, mentalmente me fui recuperando y sí que noté que extradeportivamente estaba más tranquila. O sea, sí que, por ejemplo, hay más presión, porque empiezas a ganar te metes arriba y tienes que mantenerte en la tercera posición.

—¿Y ahora está disfrutando del fútbol de nuevo?

—Sí. Viniendo de un equipo tan humilde las condiciones que tenemos son de oro. Las valoro el doble. Con el Levante fui poco a poco volviendo a querer jugar, disfrutar... Además José (Sánchez Vera) es un entrenador al que le gusta tener el balón y al final con las mediocentros que somos intentamos estar siempre en contacto con el esférico y llevar el peso del partido. En ese sentido creo que puedo dar al equipo la tranquilidad y la pausa.

—¿Qué tal con sus compañeras del medio?

—Muy a gusto. La verdad que he tenido suerte y en todos los equipos que he estado, Málaga, Rayo y ahora Levante, con las jugadoras que he coincidido me he complementado bien. Con Leire (Baños) lo hablaba esta semana, que hemos jugado mucho juntas desde que llegué y que nos entendemos fácilmente. En el Rayo me pasaba igual con Pilar García, me complementaba.

—Su único gol esta campaña fue en la victoria ante el Real Madrid, ¿qué se siente al marcarles?

—Fue un poco raro mi gol en el Di Stéfano. Era un córner, la tocó Gabi Nunes, yo chuté y la sacaron bajo palos, pero ya había entrado. Una compañera entró para rematar y terminar de meter el balón ya a la red y todas se fueron entonces a celebrarlo. La gente no sabía que lo había marcado yo, ni lo celebré. Le pregunté a la árbitra después y me dijo que sí, que me lo había apuntado a mí.

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—¿Se les puede volver a ganar?

—Será complicado. Al final, Barça y Real Madrid tienen equipazos y son partidos que si no estás al 120%, no los sacas. Tendremos que dar ese plus para poder competir y para poder intentar sacar los tres puntos.

—Con el Rayo marcó más goles, ¿por qué cree que es?

—Sí, puede ser porque el año pasado era mi primer año en el Levante y hay un tema de confianza. En el Rayo solía llegar más arriba también, Pilar era más defensiva y yo podía tirar más para allá y golpear desde fuera del área que creo que también era un punto fuerte.

—En cuanto a partidos lleva 28, es usted una fija en el once, ¿cómo es tener tanta confianza del cuerpo técnico?

—Es primordial para poder hacer tu fútbol. Porque cuando no sientes la confianza estás más cohibida... También depende de la personalidad, pero para mí es primordial. He tenido la suerte que tanto en el Rayo como ahora en el Levante, estoy disfrutando de esa confianza e intento devolvérsela en el campo. En el Málaga, por ejemplo, cuando subimos a Primera con Antonio Contreras, jugué poco, y venía de jugar bastante en Segunda. Siendo autocrítica pues no estaba preparada aún para jugar.

—Usted, Erika y las jugadoras que se quedan... ¿sienten el peso del proyecto del Levante sobre sus hombros?

—Las que estemos intentaremos dejar al Levante lo más arriba posible. Cuando yo llegué el Levante también perdió jugadoras importantes, como Maitane que se fue al Atlético, y Maider Castillo y Ruth García, que son las directores deportivas, hicieron buena faena fichando a Mayra Ramírez, fichando a gente joven y que crezcan y ayuden a seguir siendo competitivas. Al final tenemos que ser conscientes de la situación del club y a partir de ahí ver los refuerzos que llegan. Lucharemos por dejar al Levante lo más alto posible.

—Es un club descubridor de talentos...

—Sí, sin duda. María Méndez, Silvia Lloris, María Valenzuela, las chicas de la cantera que son muy buenas como Estela, Paula Tomás, Tarazona... Creo que se seguirá esa línea.

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—¿Les afecta que Sánchez Vera y muchas jugadoras estén resolviendo su futuro fuera?

—Sí, puede ser, llevamos una victoria en siete partidos. Al final todo te afecta, lo deportivo y lo extradeportivo, sin querer, afecta. Ahora también se habla mucho de salud mental y se ha visto que la cabeza juega un papel muy importante, si tu cabeza no está bien, las piernas, o lo que uses, no van. Eso sí está claro que todas somos profesionales, a cada una le afectará de una manera, pero todas vamos a sacar fuerzas de donde sea para mantener esa tercera plaza en este final de Liga.

—Hablando de salud mental, su compañera Anna Torrodà paró para cuidarse...

—Sí, vino hace poco a vernos a un partido, está mejor. Es muy importante que se hable de ello, deportistas de élite, de todas las modalidades, de todos los niveles, cada vez muestran más este discurso de que hay que cuidar la salud mental. El Levante tiene un psicólogo por si necesitamos también, es muy importante.

—Volviendo a la Liga F, se ha ganado el Mundial, pero no hay patrocinio, ni nuevo convenio colectivo... ¿Se avanza al ritmo que debería?

—Parece que el ruido que rodea al fútbol femenino nunca se acaba. Siempre sale alguna cosa y es como un bucle, una rueda que no deja de girar. Las cosas han mejorado mucho y creo que se están intentando hacer bien, pero lo debemos aprovechar más ya que la Selección española está ganando todo, Mundial, Nations League, va a los Juegos Olímpicos... Tendríamos que hacer más fuerza para que se nos vea más, para que no se solapen partidos importantes como este (con el Barcelona-Chelsea de Champions), que todos los campos sean de césped natural...

—Para acabar, ¿piensa en “Paufer, Selección”?

—A todas las jugadoras nos gustaría debutar con la Selección. Ahora pienso que hay un grupo muy bueno y es difícil entrar porque hay jugadorazas. Además también salen jóvenes muy buenas, pero la verdad que es algo que toda jugadora sueña desde bien pequeña y ojalá llegue. Hay que trabajar el día a día y si llega será un premio

Posibles onces de Levante y Real Madrid en la Liga F

El Real Madrid (2º, 55 puntos) visita al Levante (3º, 44) con la misión de atar la segunda plaza. Redondo y Méndez, de futuro blanco, en el foco.

Levante: Tarazona; Antonia, Méndez, Lloris, Estela; Paula Fdez., Baños; Andonova, A. Redondo, Érika; y Gabi Nunes.

Real Madrid: Misa; Kenti, Rocío, Ivana, Olga; Teresa, Zornoza; Athenea, Moller, Linda; y Feller.

Árbitra: Planes Terol (Murcia).

Campo: Buñol.

Hora: 12:00 (DAZN).

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