Olga García, la magia del fútbol trasladada a los ‘esports’
La delantera del DUX Logroño, ex del Barça o Atlético e internacional con España, Olga García, atiende a AS y repasa su trayectoria vital y su carrera en los terrenos de juego.
El fútbol vive de historias. En España, durante mucho tiempo, una generación ha y sigue asombrando al mundo. Esa es la que se encuentra o procede de la cantera del FC Barcelona. Muchos conocen el nombre de Alexia Putellas, Vicky Losada… y dentro de esta hornada de grandes talentos destaca el nombre de Olga García (Dosrius, 1992). Con una dilatada experiencia dentro del mundo del balompié, la que ha sido jugadora de Levante o Atlético de Madrid se encuentra actualmente en el DUX Logroño, donde ha vivido una auténtica montaña rusa, con una grave lesión que le mantuvo durante muchos meses fuera del campo.
Nos estamos adelantando. Antes de llegar a ese momento, hay que empezar con los orígenes. El comienzo de la historia de la delantera se encuentra con un balón. De hecho, ella narra que sus padres le contaban que dormía con una pelota. Sin embargo, ese no fue el único deporte con el que coqueteó en sus primeros años. Las motos, y más concretamente, el motocross, le llamaban la atención. Sin embargo, la propia Olga se dio cuenta de que, a pesar de que le gustara mucho la adrenalina que desprendía esta disciplina, no iba a ser su modo de vida.
“Me encantaba la adrenalina, pero al mismo tiempo, vi que era el Barça el que estaba llamando a la puerta. A partir de ahí, empezó a ser más profesional porque mi padre me llevaba por las tardes a entrenar a Barcelona, que era 45 minutos de trayecto. En ese momento, utilicé la parte profesional y las motos las dejé por que no me daba sino”.
Esa llamada del Barça lo cambió todo. García cuenta que, con apenas 8 años, estaba en un equipo de fútbol sala, en Mataró y pocos años después, en un ‘stand’ en Montjuic, nada fue igual. Tras mostrar algunas de sus habilidades en un evento en la tienda azulgrana, después de alejarse de donde estaba, le hicieron esperarse unos minutos porque había una oferta esperándole por parte de un ojeador culé. “‘Te entregamos una tarjeta porque queremos que vengas a hacer las pruebas con el Barça’ . Eso cambió todo, y tengo la gran suerte de que fui la única en ese momento que subí desde la escuela hasta el primer equipo”.
De esa etapa en la escuadra azulgrana, en la que conquistó dos Ligas y cuatro Copas de la Reina, entre otros campeonatos, la futbolista catalana hace hincapié en la importancia que tuvo que, desde la estructura del club, se les considerara como profesionales. Analiza que el ambiente aquellas temporadas era “muy bueno” en el vestuario, y que, bajo el mando de Xavi Llorens, uno de los perfiles clave en el crecimiento de la entidad, ya contaban con instalaciones, e iba viendo que la progresión era “muy buena”. Pone como ejemplo, asimismo, el momento en el que consiguen el ‘triplete’ de Liga, Copa y Copa Catalunya y salen en la ‘rúa’ tradicional de celebración de los títulos con el primer equipo masculino.
Con el paso del tiempo, los objetivos cambian y hay pocas jugadoras que se mantengan durante toda su carrera en el mismo club. La propia García intercambió los terrenos de juego de la Liga F, conocida en su momento como Primera Iberdrola, por los de la 1ª RFEF, la segunda máxima categoría del fútbol español. En su testimonio, recalca que existe una gran diferencia, especialmente a nivel táctico, ya que piensa que no hay “tantos espacios”. “Para la gente que hemos jugado en Primera, el poder alcanzar estos espacios, tener 2-3 segundos para pensar, ejecutar… Aquí es más de transiciones rápidas, correr… La toma de decisiones es mucho más rápida que en los partidos de Primera”.
En su etapa en Logroño, ahora conocido como DUX y antes denominado EDF, ha tenido momentos de todo tipo. Uno de los más duros fue cuando tuvo una grave lesión en la rodilla, que le hizo estar alejada de los terrenos de juego durante muchos meses. Durante su recuperación, la delantera se muestra agradecida al club riojano, ya que le permitieron marcharse a Madrid durante medio año, para que el cirujano que la operó pudiera seguir su estado durante esta etapa.
Tras un ciclo, muy complicado, en el que se le puso a prueba, especialmente a nivel mental, finalmente llegó el momento de volver a los terrenos de juego. García lo recuerda perfectamente, y considera que fue “muy emotivo”, narrando que Alonso, la persona que gestiona sus redes sociales, le realizó un vídeo motivador en el que aparecía gente muy cercana a ella, como su familia o sus amigos. “Me daban su apoyo, mostrándose muy contentos de que yo volviera”.
Este tipo de situaciones pueden ser muy difíciles para una futbolista, y ahí se pone en valor más que nunca la importancia que tiene la familia. García lo tiene claro y destaca el papel que han tenido tanto sus padres como su hermana a lo largo de su carrera. “Ellos son mi apoyo, y eso hace que cuando tengas malos momentos te puedan ayudar. Aquí vienen cada mes, mes y medio. Eso hace que notes ese apoyo, siempre los tienes ahí y eso es fundamental”.
Además, en la parte más personal hay que destacar otra gran noticia. Olga y su pareja, la extenista Carla Suárez, serán madres dentro de pocas semanas. La futbolista, que se mostró muy contenta, considera que ha sido “una de las motivaciones” que ha tenido este año. “Es una motivación porque te hace despejarte de los problemas del día a día que hay en el fútbol para centrarte en que todo vaya bien y que lo tengan todo”.
En este sentido, una cuestión que puede aparecer en el horizonte es si sus hijas quieren ser futbolistas. García se sincera y considera que le gustaría que hicieran deporte, ya que cree que produce valores muy importantes, como puede ser el compañerismo, el sacrificio o la ayuda, aspectos que tiene muy claros, dado que son lecciones que ha ido cosechando a lo largo de su carrera deportiva.
Hay una expresión que dice que hay tiempo para todo. La deportista, en los últimos años, ha ido más allá de los terrenos de juego, y además de seguir formándose, ya que, desde hace 11 años, estudia la carrera de INEF, que va sacando de forma gradual debido a la falta de tiempo, se ha convertido en uno de los rostros más conocidos de los ‘esports’ en España. Imagen de EA para el fútbol femenino, resalta la importancia que han tenido los videojuegos en algunos momentos de su vida.
“Me ha ayudado mucho a despejarme, y también muchas veces cuando estás mal, te despejas, y no te centras en el problema”, expresa una persona que ha ido más allá de una sola disciplina. Considera que la formación es muy importante, no solo para eso, sino también piensa que es fundamental para el crecimiento personal. De hecho, anima a cualquier jugadora a hacerlo.
Desde todos los ámbitos, Olga García tiene varias capas: la deportista, la estudiante, la ‘streamer’… Campos muy distintos en los que ha conseguido destacar de forma relevante. Llega una nueva etapa en su vida, y está preparada y quiere disfrutar y seguir mejorando.