SELECCIÓN ESPAÑOLA
Odisea de La Roja hasta el Mundial
La expedición española ya está en Auckland, Nueva Zelanda. Han sido 21.685 kilómetros, con escalas en París y Seúl. Han usado medias de compresión y gafas con lentes específicas.
La Roja pone un pie en Nueva Zelanda y comienza el sueño del Mundial. La expedición española termina la odisea de viaje desde tierras españolas hasta Oceanía. Un viaje que comenzó el martes y que llega a su fin este sábado. En medio estuvo una escala en Copenhague para el partido ante Dinamarca. Con los deberes cumplidos emprendieron el trayecto final. Ese que les hace pasar por tres dos escalas en París y Seúl. Y con destino final Auckland.
España tomó un vuelo charter el martes a Dinamarca. Tras el miércoles disputar ese amistoso, el jueves por la mañana salieron hacia el aeropuerto. En ese chárter llegaron a París. Desde la ciudad parisina, tras una escala de 3 horas, cogieron el vuelo hacia Corea. Fueron 12 horas de trayecto que se planearon de noche y la mayoría de las internacionales pudieron dormir. Además, contaban con todas las comodidades ya que lo hicieron en primera clase.
Ayudas para el vuelo
Entre los objetos preparados para la ocasión, se encontraban un juego de dos pares de gafas con lentes luminosas que mejora el descanso de las jugadoras durante el largo trayecto aéreo. Las gafas de luz azul, preparadas para la activación a través de la “luminoterapia” y, por el otro, un segundo juego de lentes naranjas que “impiden el paso de la luz para la mejora de la relajación” de las internacionales. En las redes sociales se pudo ver a Irene Paredes haciendo uso de estas últimas. También a grande parte de selección inglesa, para un viaje similar a las españolas.
Además, para el tema de la circulación y llegar con las piernas en un estado óptimo, toda la expedición vistió unas medias de compresión. Se usan para la mejora de la circulación sanguínea, otro factor clave en el descanso y el rendimiento muscular en los viajes largos.
Última escala de Corea a Nueva Zelanda
Una escala de horas tres horas las esperaban en Seúl. Allí pudieron estirar las piernas y comer algo. Coger fuerza para el siguiente vuelo de otras 12 horas. Esta vez con destino final Auckland. Desde Madrid a Nueva Zelanda, el equipo hizo un total de 21.685 km. Una ‘vuelta al mundo’ para disputar un Mundial. Una odisea para luchar por algo muy grande. Merece la pena. Ahora les quedan 13 días para su debut ante Costa Rica. Una semana en Auckland, donde jugarán el último amistoso ante Vietnam y luego a su campo base de Palmersthon North. La casa de La Roja en el Mundial, donde encontrarán tranquilidad y llegarán ya pasado el jet lag.