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ENTREVISTA | NURIA RÁBANO

Nuria Rábano: “Le dije a Montse cómo me sentí; a partir de ahí deciden no contar conmigo”

La lateral del Wolfsburgo atiende a AS para hablar por primera vez de su nueva etapa, su salida del Barcelona y de la Selección, con la que debutó postconflicto de Las 15 y no volvió.

Nuria Rábano, durante un entrenamiento del Wolfsburgo femenino.
Nuria Rábano, durante un entrenamiento del Wolfsburgo.

Al contrario de lo que hace en el campo, Nuria Rábano (Santiago de Compostela, 1999) no se escabulle de ninguna pregunta. Toma la palabra con tranquilidad, masticando un discurso coherente y profundo, como cuando se desenvuelve en la banda. La lateral zurda del Wolfsburgo tuvo unas primeras semanas “duras” en Alemania, pero destaca lo mucho que le han arropado desde el club. “Creo que soy la primera española aquí, pero no estoy segura”, afirma en una conversación con AS en la que habla por primera vez de su nuevo reto deportivo, de su salida unilateral del Barcelona y de la Selección española, con la que debutó el año pasado, en la primera convocatoria postconflicto de Las 15. “Me sentía incómoda, fuera de lugar”, confiesa una futbolista que jugó 23 partidos de blaugrana, dio cuatro asistencias, no sufrió ni una lesión durante la temporada y se apuntó tres títulos (Supercopa, Liga y Champions) en su palmarés. Suplente de garantías de Rolfö, está tranquila con su desempeño y se lleva todo el cariño de la afición culé: “Creo que de verdad mi comportamiento fue bueno, fui disciplinada y estuve para el equipo en todo momento”. Ya ha jugado con Las Lobas en la Copa.

—Para empezar, ¿cómo lleva el alemán?

—Es un idioma superdifícil, además yo siempre he estado en España y no he tenido esa oportunidad de ir fuera. Voy cogiendo conceptos y palabras y ya no te sientes tan rara, acostumbras el oído. Estoy yendo a clases, pero es bastante complicado.

—¿Qué entiende de las charlas de Tommy Stroot?

—Lo dan todo en alemán, claro. A pie de campo sí que se acerca a mí a hablarme en inglés o simplemente voy mirando lo que tengo que hacer. A nivel de vídeos y sistema de juego pues al final es fútbol, para todo el mundo, y lo entiendo bastante bien. Con mis compañeras también me siento bastante tranquila y arropada. Algunas intentan hablar castellano, a muchas les encanta, y se agradece que quieran aprenderlo e interactuar conmigo porque ayuda un montón a la hora de hacer grupo y sentirme cómoda. Además, hay un fisio que habla bastante mejor el castellano y me ayuda mucho con las cosas de las que no me entero.

—¿Cómo han sido estas primeras semanas?

—Al principio fueron duras. Estoy acostumbrada a estar fuera de casa, porque me he ido a distintos equipos, pero esto ha sido un cambio totalmente radical, que no estaba en mis planes, y la cabeza es la cabeza. A Barcelona ya eran unas cuantas horas y ahora unas más, no implican nada, pero cambias el estilo de vida, aprendes de cero un idioma y hacerte a tu nueva casa y en un sitio mucho más lejos.

—¿Qué le ha dado tiempo a aprender de la filosofía de juego?

—Quieren tener el balón, creo que a Tommy le gusta esa filosofía, quiere un equipo que quiera el balón, que toque. Se tiende a decir que los equipos alemanes son de balón arriba y a correr, pero aquí no. También esto es una liga muy fuerte, potente y física, pero el equipo que quiera tener el balón puede hacer mucho daño. Además, tenemos gente rápida arriba y eso es un ingrediente más para ganar. En mi posición, no tengo que estar tan abierta como en el Barça o la Real Sociedad, sino que las laterales hacen más de centrocampistas, de ayuda para sacar el balón. Creo que será positivo para mí.

—No pudo jugar en la primera jornada de liga, ¿tiene ganas?

—Sí, el hecho de jugar, reafirmarte, seguir teniendo minutos... Mi temporada fue bastante diferente a la de ellas y el cambio tan brusco que he vivido al final perjudica un poco, sobre todo las primeras semanas. Hay que interiorizar todos los conceptos y pasa factura, sobre todo a mí que soy joven y tengo mucho que aprender. Espero con el paso de las semanas, partidos y minutos coger esa confianza que tenía para no perderla, aportar lo que tengo y todo lo que mejoraré aquí.

—¿Alguna compañera le ha impactado?

—Personalmente no las conocía y tampoco había seguido un montón al Wolfsburgo. Pero Oberdorf es bastante completa y Sveindís, con su desparpajo y velocidad. Todas, en global, me han provocado un impacto positivo.

“Hay veces que dudas en si es lo que querías o lo que mejor te vendría, pero desde que llegué aquí lo de ser la única española se me ha dado un gran valor”

Nuria Rábano, jugadora del Wolfsburgo

—Las jugadoras que menciona son jóvenes (21 y 22 años), ¿siente que puede formar parte de esa columna vertebral de futuro?

—Hay veces que dudas en si es lo que querías o lo que mejor te vendría, pero desde que llegué aquí, con lo de ser la única española se me ha dado un gran valor. He notado que me arropaban en todos los aspectos, el club y la gente. Para cualquier cosa me han tendido la mano.

—¿Qué objetivo tienen esta temporada?

—El equipo aspira a ganar todo, la Liga, la Copa y la Champions. También sabemos del potencial de los equipos rivales y yo particularmente porque lo he vivido jugando en el Barça, que está por encima de muchos de los equipos. Pero cada año es un mundo, está claro.

—¿Y el suyo?

—Ganar mis primeras Ligas y Copas aquí y estoy deseando ganar mi segunda Champions.

La futbolista Nuria Rábano besa la Champions ganada con el Barcelona al Wolfsburgo.
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Nuria Rábano besa la Champions ganada con el Barcelona al Wolfsburgo.FC Barcelona.

—La primera se la ganó a sus compañeras actuales, ¿le ha caído alguna pulla al respecto?

—Cuando tuvimos una charla de psicología hablaron mucho de esa final, con un 0-2, la remontada, gente joven, miedo, relajación... Y que es un Barça que siempre te puede remontar. En un primer momento hubo una pequeña sonrisa de “eras tú la que estaba allí”. Pero ya, todo bromas y luego como cuando España ganó el Mundial, pues me dieron la enhorabuena.

—Tenía contrato hasta 2024 y el Barcelona lo rescinde, ¿cómo fue esa salida?

—Agridulce, no me la esperaba. Siento que mi año, como todos los procesos y jugadoras, respondía a un salto, venía de una Real Sociedad y llegaba a un Barcelona, y no sé si para ellos no he estado a la altura o preveían otras cosas. A mí, como persona, lo que más me afectó fueron las formas. No es que me haya dejado una herida, pero es verdad que sí que te paras a dudar. Después viene un equipo como el Wolfsburgo, que se sigue interesando por ti (intentaron ficharla por primera vez el año que fue al Barcelona), te da valor. Pero en el momento en el que te pasa dudas de si la decisión de fichar por el Barça era la buena, si el salto era tan grande que no estuviste a la altura...

“En el momento en el que se me dice, de la manera en que se hace, es un palo muy grande, te hace dudar de ti”

Nuria Rábano, exjugadora del Barcelona

Te haces mucha preguntas que es verdad que de la mayoría no tienes la culpa. Cuando he jugado lo he intentado hacer de la mejor manera posible, todas fallamos, todas tenemos días malos, temporadas malas, pero en mi día a día intentaba estar al 100% y no te esperas eso teniendo contrato. En el momento en el que se me dice, de la manera en que se hace, es un palo muy grande, además viniendo de ganar todo. Es un palo y te hace dudar de ti como jugadora y como persona. Después igual la vida te da segundas oportunidades y aquí estoy, a pesar de haberme costado mucho el cambio, te vas haciendo a la idea y vas haciendo de este nuevo sitio tu casa. Como hice en Barcelona o en San Sebastián. Es otro contexto, pero trabajo mentalmente y psicológicamente para hacer de esto mi casa y seguir disfrutando del fútbol que es a lo que aspiro esta temporada.

—¿Habló con Giráldez?

—Durante la temporada, sí, había feedbacks, me decía que tenía toda su confianza. En el día a día no era uno tan grande como el de una capitana o alguien más cercano, pero no se me acercó para exigirme más o algo así, ni mucho menos. Supongo que a la hora de decidir quedó un poco atrás la persona. Siendo el entrenador no tendría más que decirme porque al final igual él tampoco decidió, no lo sé. No quiero culpar a nadie. Es verdad que a lo mejor yo podría haber estado a mejor nivel o rendido de otra manera, al igual que ellos podían haber hecho las cosas de otra manera. O darme el feedback mucho antes de lo que se hizo. Sí podría tener la espinita clavada de preguntar por qué ha sido así o por qué no. Pero tal y como fueron las formas lo menos que quería era preguntar nada, igual no tenía el valor o las ganas...

Después de eso, sí un poco de rabia de decir “esto ha sido así, creo que no corresponde con mi persona”. Creo que de verdad mi comportamiento ha sido bueno, he sido disciplinada y he estado para el equipo en todo momento. Estuve convocada todos los partidos y solo me lesioné el mes de agosto y no me volví a lesionar más. Está claro que es decisión de ellos, esto es fútbol y a seguir.

—¿Cuáles fueron esas “formas”?

—Estaba en mis vacaciones y se me comunica con una llamada. Después ya se dieron las gestiones entre el club y mis representantes. No tuve más contacto.

—Hablaba antes de la Selección. Usted debutó en la primera convocatoria post conflicto de Las 15. Ahora han pasado muchísimas cosas que prueban que aquella lucha por mejoras fue justa, ¿cómo vivió aquella concentración?

—Yo nunca había ido a la Absoluta, entonces todo lo que ellas hablaban y comentaban al respecto, pues estando en el Barça sí me enteraba más de qué era. Cuando fui a la convocatoria al final me sentía mal, era como un “yo estoy aquí porque otras no están”. Me sentía incómoda, fuera de lugar, no estaba disfrutando al cien por cien de estar con la Selección española. Al final te afectaba mentalmente porque además muchas de las jugadoras de ese problema, o debate, eran de mi propio equipo y eso me sabía mal. Incluso cuando volví de la Selección di explicaciones porque yo me sentía mal y necesitaba comentárselo a ellas, que supieran que opinaba como ellas, que estaba con ellas, pero que no podía decidir más allá. Si me quieren llamar o si no. Es verdad que yo le hice llegar a Montse (Tomé, seleccionadora actual y entonces segunda de Jorge Vilda) en su momento cómo me había sentido, porque psicológicamente igual no estaba para dar el 100% por mí misma y por lo que estaba pasando, y, a partir de ahí, deciden no contar conmigo. Yo nunca me he querido posicionar porque psicológicamente me estaba afectando de más y bastante tenía con asentarme en un Barça y todo lo que conlleva como para que después se generase mal rollo... Al final si te llaman tienes que ir, pero estaba pensando que mis compañeras tenían razón, que se necesitaban cambios y no los había... Al final han pasado un montón de meses para realmente conseguir los cambios y, aun así, sigue habiendo problemas.

—Ha hablado en alguna ocasión de la importancia de tener ayuda psicológica, ¿continúa con ella?

—Sí. Aparte de que tenemos la ayuda psicológica del club, yo cada semana tengo mi hora semanal para trabajar también mentalmente, sobre todo ahora con todos los cambios vividos. Llevo desde noviembre y creo que gran parte de lo que soy y el ser más fuerte es con esa ayuda de mi psicóloga y mi esfuerzo. Es superimportante tener esa ayuda.

—¿Cómo fueron sus inicios?

—Empecé en el equipo que entrenaba mi padre, el Milladoiro, que era de chicos. Bueno, era mixto y yo la única chica. Ahí hasta que a los 16 años fiché por el Atlético Arousana. Estaba entonces en Segunda, entre los mejores de la categoría. Mi padre me llevaba tres o cuatro días a la semana a entrenar, llegaba tarde, iba a clases... Hicimos esfuerzos para ir dando pasitos. Me alegro mucho de haber jugado con chicos, desde los 4 hasta los 16, me dio mucho técnica y físicamente.

—Su padre ha estado ahí toda su carrera, ¿le ha dado algún consejo para esta nueva etapa?

—Que vaya poco a poco, que sepa de donde vengo y que al final esto es fútbol para todos, que no tengo que hacer nada nuevo ni diferente, sino sacar lo que llevo dentro y disfrutarlo.

Nuria Rábano, durante un partido con el Wolfsburgo.
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Nuria Rábano, durante un partido con el Wolfsburgo.