Montse Tomé: horas críticas
División de opiniones en la RFEF sobre su futuro. Ningún entrenador de fuera convence. Un perfil de la casa tipo Sonia Bermúdez, posible solución.


Hace tan solo 10 días que la Selección disputó la final de la Eurocopa en Basilea. Su derrota en los penaltis ante Inglaterra abrió un nuevo escenario en el equipo español. Particularmente, en el destino de Montse Tomé en el banquillo. Su futuro quedó más en el aire que nunca.
De hecho, a la seleccionadora puede no servirle con haber metido a La Roja en la final del torneo continental por primera vez en su historia. Tampoco el haber roto la maldición de ganar a Alemania. Nada le aseguraba su continuidad tras caer en la final y tampoco ahora, pasados unos días, en un momento que parece especialmente crítico.
Hay dos posturas claras en la RFEF sobre su futuro. Una continuista que valora lo que ha hecho Tomé (campeona de la Nations en 2023, semifinalista de los JJ OO en 2024 y subcampeona de Europa en 2025), la misma que destaca la gestión deportiva y de vestuario de la entrenadora, incluso apagando incendios de la era-post Mundial, también de la gestión con las veteranas, y apostando sobre el césped por las nuevas generaciones. Y la otra, la rupturista, es de la opinión de cesar a Tomé y abogar por un cambio de aires definitivo, que llegue al banquillo alguien con un perfil distinto, con otro enfoque.
El problema es que la decisión debe ser inminente. El contrato de Tomé, y en consecuencia de todo su cuerpo técnico, finaliza el 31 de agosto, y desde la cúpula de la RFEF creen que hay que darle una respuesta a la seleccionadora a la menor brevedad posible. Curiosamente, y a diferencia de otros técnicos de la RFEF masculinos y femeninos, a Tomé no se le renovó tras clasificarse para la fase final de la Euro, lo que ya suponía una declaración de intenciones.
Otro problema para el hipotético cambio de seleccionadora es que ningún perfil del exterior convence del todo. No hay entrenador en el mercado por el que la RFEF esté dispuesta a tirar la casa por la ventana. De hecho, la solución que se podría acabar adoptando es apostar por un perfil de la casa como el de Sonia Bermúdez, seleccionadora Sub-23.

No hay mucho margen, ya que España tiene un último trimestre de 2025 con compromiso oficial muy serio: la Nations League. La Selección se clasificó para la Final Four y en octubre, en la siguiente ventana, disputará las semifinales ante Suecia a doble partido (24 y 28 de octubre). Es decir, en septiembre la seleccionadora, cualquiera que sea, debe estar diseñando ya la convocatoria. Todo lo que no sea llegar a la final del torneo ante Alemania y Francia sería una decepción.
Desde la RFEF, incluso el día del histórico partido en Basilea, echaban balones fuera sobre el futuro de la entrenadora. El presidente Rafael Louzán dejó caer tras la derrota cruel en los penaltis que tenían que tratar el tema pausadamente tras volver a España. Eso se ha hecho y las partes han puesto el asunto sobre la mesa en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Pero llega el momento de la verdad: seguir con Montse o cambiar. Esa es la decisión a tomar en los próximos días.
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