Más de 11.000 personas en la fiesta del fútbol femenino en Valladolid
Zorrilla vibró en el triunfo de su equipo en su estreno en el estadio, ante un Olímpico de León partícipe de la historia y del ambiente festivo.
Hay veces, no pocas, en las que los ojos dicen más que las palabras. Una mirada cuenta lo que la voz es incapaz de verbalizar, emociones puras que salen del corazón y se traducen en un brillo especial en la mirada. De esas, este domingo hubo unas cuantas en el estadio José Zorrilla, templo del Real Valladolid, que reunió a más de 11.000 almas en el primer partido de fútbol femenino de su historia.
En ocasiones, esas miradas son cómplices, y así fue la de María, primera goleadora, con Moni, su asistente y máxima goleadora del equipo. El abrazo en el que se fundieron, cuando el marcador apenas contabilizaba 200 segundos, fue de esos que seguramente no olvidarán. No fue el primer vistazo emotivo; seguro. Para entonces ya habían visto lo que se avecinaba: en redes sociales, en el recibimiento del público y en el calentamiento, en el que ya había gente poblado el Sector Oeste del estadio.
Qué decían los ojos de las unas a las otras es algo que solo las que estuvieron en el verde pueden narrar. Hubo más brillos, más chispas, que contaron cosas, como sucedió con el técnico, Rubén Beltrán, en rueda de prensa. El entrenador, emocionado, explicó que antes del partido se sentía así, que había experimentado sentimientos de lo que es, un aficionado más. “Es algo que no se puede describir”, aseveró, dando gracias a las más de 11.000 personas que habían participado de “algo especial” como la primera vez en ese templo con el que tantas veces soñaron.
Como no hay fútbol sin rival, enfrente hubo uno, el Olímpico de León, que también experimentó sensaciones únicas, a pesar de caer derrotado por 3-0. La voz de la alegría de formar parte de un momento histórico para el fútbol femenino de Castilla y León fue la de Jairo Díaz, técnico olímpico y, además, exjugador blanquivioleta. “Ha sido muy bonito y para el club es un orgullo. Cuando nos enteramos, no nos lo creíamos; nos va a costar mucho asimilar lo vivido. Se lo he dicho a las chicas: lo van a valorar mucho más con el paso de los días. Les pedí que disfrutasen, porque es algo que a lo mejor no van a poder volver a vivir”, expuso el leonés.
Esa trascendencia está por encima de cualquier resultado, aunque este redondeó la mañana, gracias a los goles de María, Núñez y Sandra y a buenas actuaciones como las de Moni y Mariela, elegida la ‘MVP’ y galardonada por uno de los patrocinadores del club. Con verbo suelto, tanto como su juego, atendió junto a Marta a los medios de comunicación, ante quienes mostraron “mucha emoción y un orgullo” haber podido vivir esta oportunidad, que sueñan que no sea la última. A sus 16 y 19 años, desde luego, el futuro de la sección es suyo.
Su edad, y ella lo sabe, invita a pensar que a Mamen, la más veterana del equipo, no le queda mucho. Estos días confesaba en las redes sociales del club que no quería colgar las botas con la mala sensación de no haber podido jugar este primer encuentro, en el que estuvo al lado de sus compañeras como una más, aunque no se pudiera vestir de corto. Es una de las pioneras del fútbol femenino vallisoletano, lo que hacía que la cita de Zorrilla cobrara para ella tanto sentido o más que para las demás. No pudo jugar, y sus ojos decían muchas cosas después. Pese a esa emoción distinta, pese a lo que no pudo experimentar, sí, la fiesta también fue para ella.
La fiesta perteneció también a Mamen, que sabe lo que es jugar ante apenas un puñado de personas y tener que hacerlo fuera de casa por carecer de oportunidades aquí, así como hacerse kilómetros para defender otros colores siendo el blanco y el violeta los de su corazón. Estos los comparte con miles de personas, más de las que había en Zorrilla, donde, sin embargo, la cifra, 11.341 espectadores, habla de un evento social importante alrededor de un balón, con tintes de reivindicación de la igualdad en la práctica del deporte, y de un fútbol que les pertenece a ellas.
La masa social femenina creciente en las gradas del estadio se dejó ver y, aprovechando el día soleado, sacó las camisetas y dejó las bufandas solo para agitarlas en los momentos indicados. El himno sonó como nunca y los goles lo hicieron como un trueno, como el “Pucela, Pucela” del final y la ovación tras el silbatazo de la colegiada, Esther Martín Alonso. Los festejos en el césped y la grada tenían todo el sentido: el 3-0 fue merecido, sin paliativos, y pudo ser más amplio. Fue, por encima de todo, eso, una fiesta. Aunque no fue completa para todos.
Los problemas en los accesos, el lunar
Si no fue así se debió a los problemas registrados para acceder a Zorrilla, que demoraron la entrada de no pocos espectadores hasta más allá del minuto 20 de encuentro y que llevó a más de uno a darse media vuelta y volverse a casa. La expectación causada por el primer partido en femenino de los más de 40 años de vida del estadio blanquivioleta desbordó las previsiones de la organización, que había estimado la apertura de menos puertas de las necesarias, algo que se intentó paliar abriendo ambos fondos, tras largas esperas fuera.
A ello se le sumó el hecho de que se estuvieran celebrando el mercadillo y un campeonato ciclista en el cerro de Las Contiendas, cuestiones que, como las obras en algunas zonas aledañas, dificultaron los accesos al estadio. No obstante, esto acabó siendo una anécdota para quienes optaron por entrar y disfrutar de la fiesta, aunque estuviera ya iniciada. El premio fue un triunfo del Real Valladolid Simancas y ser parte de la historia del ‘futfem’ de Castilla y León.
A última hora de la tarde del domingo, el club emitió un comunicado reconociendo haber tenido “problemas operativos” que afectaron a la entrada al campo, “hasta el punto de que muchas personas se han visto afectadas por las colas que han provocado su tardío ingreso en el campo”. “La entidad pide sinceras disculpas y buscará identificar todos los errores, con el objetivo de que no se repitan en el futuro”, continúa la misiva, que lamenta que la situación se produjera “en el marco de la preciosa fiesta” disfrutada en Zorrilla, en lo que espera “que signifique un antes y un después en el fútbol femenino blanquivioleta”.