Las españolas, las que más partidos juegan
Mariona lidera la tabla de jugadoras con más partidos con 64, seguida de Athenea, Aitana y Ona Batlle.
El boom del fútbol femenino en los últimos años se ha traducido en un aumento de competiciones. Una mayor carga de partidos para determinadas jugadoras que contrasta con los pocos encuentros que jugadoras de otros continentes pueden disputar. FifPro hizo un informe sobre el desequilibrio de partidos entre Europa o Norteamérica, con África o Asia y la conclusión es que las españolas son las que más juegan.
La lista de más partidos la temporada pasada la lidera Mariona Caldentey, con 64 encuentros el pasado curso entre el Barcelona y la Selección. Pero si nos quedamos con el año natural, desde el pasado 1 de enero hasta el 31 de este mes, la balear acabará con 65 partidos disputados. Desde que empezó esta temporada, la ahora jugadora del Arsenal ya suma 19 encuentros, a una media de casi cinco partidos al mes, después de no haber prácticamente contado con vacaciones tras disputar los Juegos Olímpicos. Una maratón de partidos que a muchas jugadoras le está pasando factura. El informe habla de jugadoras de alta carga, es decir, futbolistas normalmente de equipos punteros de Europa. De las diez jugadoras con más partidos en la temporada 2023-24, siete juegan en España y las cuatro primeras son fijas en La Roja. Athenea, a pesar de caer rápido en Champions, jugó 61 partidos, Aitana 57 y Ona Batlle 56.
Esto se debe primero a que la liga española es la más larga con diferencia. En la Liga F se juegan 30 partidos en una liga con 16 equipos. La WSL inglesa solo tiene 12 equipos (22 partidos), los mismos que en la Ligue 1 y la Bundesliga, mientras que en la NWSL son 24 partidos de liga regular más los playoff (se alcanzaron los 33 el pasado curso). En Japón o Australia también se juegan 22 partidos de liga regular más los playoff. A esto hay que sumar el aumento de competiciones en ciertos continentes como en Europa, con un mayor número de partidos de Champions (dos rondas previas y dos partidos más por equipo con el nuevo formato) o la Nations Legue o la Concacaf, que ha creado la Liga Naciones y la Copa Oro.
Las futbolistas que juegan en ligas europeas tienen la mayor carga de partidos de todo el mundo. Mientras, en Estados Unidos la media es de 33 encuentros, como en Brasil, Japón o Colombia. Si a las competiciones domésticas les sumamos los partidos internacionales la cifras aumentan. Linsey Horan, una de las jugadoras que más partidos disputaron, jugó 23 partidos con la selección; la japonesa Kumagai acumuló 4.500 minutos tras los Juegos Olímpicos, aunque algunas de sus compañeras no habían alcanzado ni los 1.000.
Un aumento demasiado rápido de la carga de partidos, cierto es, acompañado de la profesionalización. Sin embargo, las exigencias del calendario hacen que jugadoras importantes como Mariona, Aitana o Athenea apenas hayan tenido vacaciones y han regresado al trabajo aun sin recuperar de una larga temporada. Esto repercute en la salud de las futbolistas, el aumento de lesiones importantes (como las roturas de ligamento) y la acumulación de kilómetros. Aquí, las futbolistas de Asia y América que juegan con sus selecciones son las que más sufren.
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