Faltaban dos días para que la Eurocopa echase a rodar y Laia Ballesté (L’Ampolla, Tarragona, 1999) estaba tomando el sol en su casa cuando el móvil sonó. Era Pia Sundhage. “Tuve que decirle a mi madre que se callase para poder oírla”, dijo ya en la concentración de Suiza y añadió: “Ya estaba saltando de alegría porque, después de todo, podría estar aquí“. La lesión de Luana Bühler le abría las puertas de la cita continental después de haber estado en la prelista.

La central del Espanyol nació en España, porque su madre tuvo que emigrar al Bajo Ebro debido a una enfermedad de su abuelo. El clima le favorecía y lo dejó todo para ayudar a su padre. Así que la zaguera tiene la doble nacionalidad y siempre ha asegurado que le gustaría defender los colores de Suiza.

Unos meses antes de la histórica cita, Pia Sundhage se fijó en la defensora y cumplió así uno de los sueños de la jugadora: “Siempre digo que escogería Suiza… por mi madre. Al final es la que me ha llevado siempre a todos los campos de fútbol, ha hecho más sacrificios en ese sentido. Es ese sentimiento de que se lo debo a ella y a mi abuela materna, que es como mi segunda madre. Para ellas sería un orgullo”.

Ahora es la espía de Sundhate. La central conoce bien a La Roja, de hecho, ha desarrollado toda su carrera en España. Las helvéticas llegan como víctimas ante la campeona del mundo, pero con esperanzas: “España también tiene sus debilidades, como todos los equipos. Solo tenemos que estar preparados y aprovechar las oportunidades que se nos presenten. ¿Por qué no íbamos a ganar?“.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí