La redención de Sam Kerr
La delantera de Australia, que se culpó de la derrota en semifinales ante Inglaterra, quiere que las suyas se lleven el bronce.
De la culpa a la redención. Ese es el camino que quiere recorrer hoy una Sam Kerr, icono de la selección de Australia, que no ha podido disfrutar del Mundial todo lo que habría gustado por culpa de una lesión en el gemelo que no la permitió debutar hasta octavos de final y que la mantuvo fuera del once inicial hasta semifinales (sigue el partido en directo en AS.com).
En esa ronda gozó de su primera titularidad y anotó un golazo a Inglaterra que sirvió para mantener vivas a las suyas durante parte de la segunda mitad. Sin embargo, una ocasión fallada después, con 1-2 en el marcador, provocó que se fustigara al finalizar el encuentro: “Ese tipo de ocasiones normalmente para mí son el pan de cada día. He entrenado quizás tres o cuatro veces en todo este Mundial. No puedo echarme la culpa de todo, pero es difícil no hacerlo ahora mismo”.
Tres días después, está lista para la redención. “Queremos ganar la medalla de bronce, obtener un metal en la Copa del Mundo sería increíble”, afirmaba en la previa de la final de consolación que hoy las Matildas juegan ante Suecia, experta en estos partidos por el tercer y cuarto puesto. La selección nórdica ha disputado este choque en tres ocasiones a lo largo de su historia y ha salido victoriosa en todas ellas.
Las dos últimas, en el Mundial de Francia 2019 y en el de Alemania 2011. “Estoy cansada de acabar llorando en cada gran torneo”, decía Asllani tras la eliminación de las de azul y amarillo a manos de España. Y es que esta generación de futbolistas suecas, que fue campeona de Europa Sub-19 en 2012, está a punto de despedirse de la selección sin un título: la mítica Seger, Ilestedt, Eriksson, Jakobsson o la propia Asllani superan o están en la treintena.
Lo pueden hacer con su tercer bronce mundial, pero enfrente tienen a una Australia que siente que ha unido a todo un país a través del fútbol y cuyo máxima referente está especialmente motivada ante la posibilidad de redimirse. “Nunca soñamos con que esto pudiera suceder. Han sido cuatro semanas extraordinarias. Parece que hemos hecho algo increíble... pero definitivamente todavía queda trabajo por hacer”, apunta una Sam Kerr que ha marcado en su Mundial y quiere colgarse una medalla del cuello...