La odisea de España: sin hotel apto, a 78km...

España partió rumbo a Alemania con la ilusión intacta. En su mente solo cabe ya pensar en disputar ese partido que puede dar un título continental al país. Sin embargo, el viaje en sí no fue un asunto baladí. La sede escogida por la DFB no ayudó en nada al equipo español, y tampoco a la prensa desplazada hasta el país germano. Alemania optó por elegir la ciudad de Kaiserslautern (ciudad al sur, en el estado de Renania con unos 100.000 habitantes) para un partido de máximo nivel. La primera traba, que esa localidad no dispone de aeropuerto, lo que dificulta el traslado. El de Frankfurt es el aeropuerto mejor ubicado, a 98 kilómetros, es decir, una hora y media de recorrido por las carreteras alemanas.

La segunda, que no disponía de hoteles acondicionados para albergar a los equipos. En la actualidad UEFA ya exige unos requisitos mínimos y ninguno de los alojamientos de Kaiserslautern era apto para la expedición española. La opción más viable fue llevar al equipo español a un hotel NH que está a 78 kilómetros del Fritz-Walter Stadion, en la pequeña localidad de Mannheim. Ante ese escenario, España optó por no entrenar en la previa ni tampoco hacer la rueda de prensa oficial en el estadio alemán, para así evitar meterles a las internacionales una paliza de más de tres horas de viaje en autobús por Alemania, después de un vuelo de casi tres horas desde Madrid.

España, que viaja en chárter ya desde hace años para facilitar el descanso de sus jugadoras, no podrá regresar después de partido como hace habitualmente. Tendrá que regresar al hotel, y a la mañana siguiente hacerse otro trayecto largo hasta el aeropuerto de Frankfurt. Ya en Madrid la logística se facilita, con el estadio Metropolitano a solo unos pasos de ‘casa’…

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