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MUNDIAL 2023

La inauguración del Mundial cambia de estadio para batir el récord

La FIFA ha anunciado que el primer partido del Mundial de Australia y Nueva Zelanda será en el Estadio de Australia para intentar superar los cien mil espectadores

Estadio de Australia en Sidney.

El Mundial de Australia y Nueva Zelanda quieren pasar a la historia del fútbol femenino. Por eso, y debido a la gran demanda de entradas, la FIFA ha decidido cambiar el escenario de la inauguración de la cita planetaria con la intención de batir todos los récords de asistencia en un partido de fútbol femenino. Así, el enfrentamiento entre Australia, la coanfitriona, y la República de Irlanda tendrá lugar en la mayor sede del torneo, el Estadio Australia de Sídney con capacidad para 80 mil espectadores, pero ampliable a 100 mil.

El Camp Nou ostenta el récord de asistencia a un partido de fútbol femenino tras lograr el pasado año reunir a 91.553 espectadores para presenciar el duelo entre el Barcelona y el Wolfsburgo de la Champions femenina. Así, batió la el registro de 90.195 espectadores del Rose Bowl de Pasadena (California) en la final del Mundial de 1999 entre Estados Unidos y China. Ahora, en el duelo inaugural se espera superar esa marca para hacer de este Mundial un evento histórico.

“La misión de la FIFA consiste en organizar este año la mejor Copa Mundial Femenina de la historia. Y la afición, que aporta color, pasión y ambiente a los estadios, es un factor fundamental para el éxito del torneo”, afirmó la secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura que añadió: “Por esa razón, hemos tomado una decisión que permitirá que más de 100.000 aficionados puedan asistir a la jornada inaugural, lo que proporcionará más oportunidades a la afición para conectar con la Copa Mundial Femenina y con el inicio de un mes de fútbol que no olvidaremos jamás”.

El encuentro no cambiará de fecha ni hora. El Estadio Australia iba a acoger únicamente la fase de eliminación directa. Sin embargo, el significativo interés que ha despertado la competición ha motivado que la FIFA decida trasladar el primer partido de la selección australiana al mayor estadio de Sídney. La ceremonia de inauguración seguirá siendo en el Eden Park en Auckland antes del duelo entre Nueva Zelanda y Noruega.