Kateryna Monzul, de refugiada de guerra a pitar la final
La árbitra ucraniana huyó de su país por el conflicto bélico y pudo seguir arbitrando en Italia. Tras pitar la final del Mundial 2015, ahora encara la final continental.
“Era imposible quedarse allí, todo está destruido”, contaba a principios de marzo Kateryna Monzul (Ucrania, 1981) tras abandonar su país en pleno conflicto bélico con Rusia. La árbitra, con una amplia experiencia internacional y considerada una de las mejores del mundo, huyó de Jarkob y encontró refugio en Italia, donde pudo seguir ejerciendo su profesión para llegar en plena forma a la Eurocopa, cuya gran final, entre Inglaterra y Alemania, arbitra mañana (18:00).
“Este es un momento muy emotivo para mí”, afirma en declaraciones a la UEFA una Monzul que hace apenas cuatro meses lograba escapar de la guerra: “Escuchábamos disparos y bombas. Corríamos bajo tierra y nos sentábamos allí esperando que se detuvieran, pero no se detuvieron. No puedes creer lo que vivimos. Fue peligroso y terrible”.
Internacional desde 2004, la colegiada de Jarkob será la primera ucraniana en pitar una final de la Eurocopa femenina, llevando el nombre de su país a lo más alto. En el actual campeonato ya ha dirigido el Finlandia-España y el Austria-Noruega de la fase de grupos y el Suecia-Bélgica de cuartos de final.
A sus 41 años, también hizo historia siendo la primera mujer en arbitrar un partido de la máxima categoría masculina ucraniana, además también ha estado en tres Mundiales femeninos y dirigió la final de la edición de 2015 que enfrentó a Estados Unidos y Canadá. En Wembley, la espera una multitud: “Mi corazón ya está latiendo rápido”.