Irene Ferreras, carta de adiós con los mismos ‘olvidos’ de Idiakez
La exentrenadora del Depor Abanca emitió un comunicado y, como el de Idiakez, está repleto de agradecimientos con las ausencias de Soriano y Benassi. Tampoco está Kevin Cabado, director deportivo femenino.
El pasado 29 de octubre, un día después de su destitución, Imanol Idiakez emitía un comunicado de despedida. En él no había reproches y sí darles las gracias a jugadores, afición, ayudantes y hasta prácticamente el último empleado de Abegondo. Lo llamativo de su despedida estuvo en las personas que no mencionó: Massimo Benassi (director general) y Fernando Soriano (director deportivo). Esta semana siguió sus pasos Irene Ferreras, que como el técnico vasco logró el ascenso de su Depor Abanca este verano.
La preparadora madrileña se despidió públicamente en una rueda de prensa en Abegondo el domingo, pero también ha querido hacerlo mediante una carta abierta. Al igual que Idiakez, sus agradecimientos han sido mil. Y al igual que el entrenador vasco, sus ‘olvidos’ muy concretos: Fernando Soriano y Massimo Benassi. En su caso hubo uno más, el de Kevin Cabado (director deportivo del Depor Abanca) que ayer explicaba sus motivos para el cese en la presentación de Fran Alonso. Realmente llamativo, porque Irene no se olvidó de Rocio Candal, la anterior secretaria técnica del Femenino, ni tampoco de David Villasuso, anterior director general.
La carta de despedida de Irene Ferreras es la siguiente:
Hola, deportivistas:
“En Julio de 2022 llegué al Deportivo con la ilusión tremenda de entrenar en un gran club, pero reconozco que por aquel entonces no era consciente de su verdadera grandeza y de lo que significa su sentimiento. Hoy, me despido del Depor con el orgullo de ser para siempre ‘unha das vosas’.
Entre todos, habéis conseguido que una madrileña, que venía sola a un nuevo contexto y con un reto importante por delante, se haya sentido como en casa. Pronto me arroparon los vecinos de Carral, me arroparon los trabajadores de Abegondo, me tendió la mano la Federación Gallega y encontré la hospitalidad en cualquier parte de Galicia. Poco a poco, fui encontrando a personas que se han convertido en amigos. Todo esto es, sin duda, lo más importante que me llevo. Me llevo a las personas, mis personas. Gracias América por encontrarme un lugar donde vivir, por ayudarme en mi llegada y por ser una mano amiga en un destino por descubrir; siempre serás el mejor abrazo prepartido.
En primer lugar, quiero dedicarle unas palabras a la afición. A esas personas que sin motivo alguno han decidido estar a nuestro lado en estas dos temporadas y pico. Sin vosotras y vosotros no habríamos podido conseguir lo que conseguimos, y mucho menos hacerlo de una manera tan especial. Compartir los logros los multiplica, sin duda. Os vi llorar de tristeza y de felicidad en menos de nueve meses y fuisteis parte de algo de suma importancia en el deporte y en la vida. Hay que seguir intentándolo siempre, nadie nos garantiza llegar, pero sí vivir con la satisfacción de haber hecho todo lo posible. Gracias por desplazaros para estar con nosotras, por crear la magia de Abegondo, por superar las expectativas en Riazor y por cada palabra y aplauso de aliento.
Puede parecer algo sin importancia, pero en un mundo que cada vez se normalizan más comportamientos de odio y crispación, habéis sido un auténtico ejemplo de lo que quiere todo equipo como afición y el motor de nuestros días.
Gracias a los periodistas que he tenido la suerte de conocer y que tan buen trato han tenido siempre hacia mi persona y, sobre todo, a mi equipo. Qué bonito sentir que cada uno desde su trabajo, queríamos lo mismo. Gracias al club por darme la oportunidad de vivir una de las etapas más importantes de mi carrera.
Aún recuerdo cómo me sentía después de aquella primera reunión para acercar posturas. Sentí “es ahí” y mi cabeza desde entonces no pudo parar de dibujar un Depor en Liga F. Gracias a David Villasuso, Rocío Candal y Carlos Rosende por elegirme. Y más gracias aún por apostar por mí en todas las idas y venidas que tienen los equipos a lo largo de una temporada. Me cambiasteis la vida y me valorasteis tanto que me sentí capaz de todo. Tanto fue así, que después del palo más grande del final de temporada 22-23, era imposible pensar que no lo lograríamos porque no habíamos fracasado, estábamos de camino.
Rocío Candal, tu trabajo fue brillante y me hiciste entender que la clave de todo no es que tú confiaras en mí, es que yo confiaba en ti. Formamos el mejor equipo posible y me siento agradecida por ello y porque la vida te ponga donde te mereces, ni más ni menos.
A Juan Carlos Escotet y Michelle Clemente, gracias por crear un contexto a la altura para nuestras jugadoras. Por darnos un lugar donde sentirnos profesionales cada día y por ilusionarnos con un proyecto en crecimiento basado en una apuesta real y ambiciosa.
Gracias a todos los compañeros de Abegondo, que me han hecho mejor profesional con su entrega, predisposición y buen trato diario. He tenido la suerte de compartir conversaciones y momentos de fútbol con Borja Jiménez, Óscar Cano, Rubén de la Barrera y Óscar Gilsanz. Gracias por el sentimiento de pertenencia que me habéis inculcado, me acuerdo especialmente de Martín, Lagar, Lari, Yago, Alberto, Alex, Javi, Merce, Meju, Susi, Cholo, Emi, Rafa, Jorge, Laura, Rodri, Luis, Montse... me dejo a muchos, pero os llevo en el corazón. Y, por supuesto, mi amigo y gran profesional, Imanol Idiakez. Quedará como el entrenador del ascenso, pero sin duda me llevo lo que es y no sólo lo que hizo.
Lucas, capitán, gracias por tus consejos y tu fuerza en los pasillos de Abegondo. Siempre empujando para que nos fuera bien, siempre apoyando cuando no iba. Deportivismo a todos los niveles, siempre con los suyos y las suyas.
Miguel Juane, Carlos Ballesta y Vicente Fernández, gracias por ser calma y arropo. Sabiduría y experiencia. Por hacer honor a su función con un trato impecable y cariñoso, grandes consejeros. Antonio Couceiro por tu acogida y cercanía. Álvaro García, por involucrarte con nosotras de verdad, por querer entender nuestro contexto y por dar pasos reales a esa igualdad que tanto pretendemos. Por cambiar ‘primer equipo’ y ‘las chicas’ por primer equipo masculino y femenino. Siempre en tu equipo.
Gracias a mis jugadoras, aunque ya os he dicho todo. Os quiero y fue un auténtico placer crecer y aprender a vuestro lado. Me habéis dado el mejor camino y la mejor despedida posible. Juntas y fuertes. Gracias también a las jugadoras de filial, por no parar de entregar esfuerzo por el bien común y aprovechar las oportunidades limitadas que el fútbol ofrece en un contexto profesional. Fui muy feliz viéndoos crecer.
A mi staff, los mayores currantes de la historia. Sostén de todo lo que se ve, luchadores, en todo lo que no se ve. La pasión que habéis puesto es el significado de éxito en la vida, olvidaros de todo lo demás. Cris, Migui, Pablo, Nando, Marta, Patri, Andrea, Carol, Diego, Xandre, Tania, Laura, Ire... y a mi familia, Juan, Manu y César, me llevo tres gallegos para siempre. Kike, gracias por ser valiente y volver a darnos la oportunidad de trabajar juntos, de verdad que cada temporada te admiro más. Esto continúa, amigo mío.
Siempre con la música de compañera, os llevaré dentro en los días que vendrán aceptando que, si hay un inicio, habrá una última vez. Por mucho que nos duela, así debía ser.”
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