Hayley Raso, de aprender a caminar a marcar con el Real Madrid

Hayley Raso (Brisbane, 1994) sueña con triunfar de blanco. Llegó este verano al Real Madrid y, en su segundo partido, se estrenó como goleadora. La australiana fue una de las líderes de Las Matildas en su Mundial. Pero la vida no se lo ha puesto nada sencillo.

El 25 de agosto de 2018, Hayley jugaba con su equipo, el Portland Thorns, cuando la rodilla de la portera rival impactó con violencia en su espalda. Cayó inmóvil. No notaba las piernas y se temió lo peor. Llegó al hospital pensando que quizá nunca volvería a caminar. “Sentí muchísimo dolor. Durante la primera hora estuve asustadísima. Desde el momento de la lesión hasta que llegué al hospital, todo fue una incógnita”, recordaba. Las pruebas revelaron que tenía tres vértebras rotas: “Fue muy duro. Lo recuerdo como si fuese ayer. Cuando escuchas que alguien se ha roto la espalda, piensas que ya no va a poder caminar ni llevar una vida normal. Me preguntaba: ‘¿Podré volver a caminar?”.

Un mes en el hospital, cinco de rehabilitación. Raso tuvo que volver a aprender a andar, a correr, a pegarle al balón... “No podía hacer nada aprendiendo cosas tan triviales”. “Fue realmente traumático para mí tanto mental como físicamente, y cuando estaba en el hospital recuerdo que pensé que probablemente no iría a la Copa del Mundo ni volvería a jugar al fútbol”, explicó. Pero lo logró y, cinco años después, ha jugado dos Mundiales. Ahora quiere triunfar en el Real Madrid y seguir disfrutando de su pasión.

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