Dos ‘Gabarrazos’ y a la final
Dos goles de Gabarro dieron la victoria a España frente a una Países Bajos que acortó distancias con un gran tanto de Van Gool. El lunes, la final ante Japón.
España jugará por segunda edición consecutiva una final del Mundial, será contra Japón de nuevo (lunes 04:00). Dos Gabarrazos de la Pichichi de la competición en la medianía de la primera mitad, el tramo favorito para dejar los partidos sentenciados de la selección de Pedro López, fueron suficientes para llevarse la victoria ante una desdibujada Países Bajos. Perdonó mucho La Rojita, especialmente Salma, y tocó sufrir con el tanto de Van Gool en la segunda parte. Pero este grupo está hecho para grandes cosas, como ya demostraron buena parte de sus jugadoras en el pasado Europeo Sub-19. La Sub-20 jugará en la madrugada del lunes su segunda final de la historia ante Japón, que venció a Brasil.
El partido comenzó con Países Bajos golpeando primero. Apenas habían pasado cuatro minutos cuando Rijsbergen se plantaba en las inmediaciones de Font. Sin embargo, la delantera falló en lo que pudo haber cambiado el devenir del encuentro. España reaccionó con rapidez, con las líneas muy altas y presionando la salida del balón rival. De hecho, cinco minutos más tarde del susto oranje llegó la primera de muchas de Salma. La española lo intentó, la tuvo de todos los colores, pero no estuvo afortunada de cara al gol. En esta lanzó desviado tras aprovechar su velocidad. Con el paso de los minutos el planteamiento de Pedro López daba sus frutos. Sacó un once muy ofensivo con Asun y Elexpuru en bandas, Salma y Gabarro arriba y Bartel y Mingueza como pivotes. La presión era asfixiante, con la pichichi mundialista muy encima de Foederer, capitana y brújula de Países Bajos. La Rojita robaba muy arriba y las ocasiones se fueron sucediendo. Gabarro lanzó desviado en 20′. Un minuto después fue Asun la que se encontraba con la meta. Y, uno más tarde, llegaba el primer Gabarrazo del choque. Error grosero de Van Diemen provocado por la lesión de Elexpuru, la jugadora del Athletic levantó la cabeza, vio a Gabarro y sola y la sevillista no perdonó. España se volvía a poner por delante en la medianía de un partido. Como sucedió contra México. Y ante Australia. Y frente a Costa Rica. Buen presagio.
Pero lo mejor estaba por llegar. Quién si no, Gabarro, marcaba el gol de los que llevamos de campeonato. Recibió un centro lateral de Mingueza en la frontal del área, controló, se giró y con una espectacular volea haciendo su segundo tanto del encuentro, séptimo del Mundial. La sonrisa de la Pichichi en la celebración seguía dejando grandes sensaciones. Pero solo habían pasado 25 minutos y Países Bajos, como no podía ser de otra manera, no había dicho la última palabra. Cierto es que España tuvo ocasiones antes del descanso para dejar el choque casi sentenciado, pero el tercero no llegaba. Las oranjes tampoco es que llegasen demasiado al área de Font, más preocupadas de quitarse de encima la presión española que de buscar su primer tanto. Pero antes del descanso otra vez Rijsbergen estuvo cerca del gol. Mal presagio.
Tras el paso por vestuarios, España siguió a lo suyo. La presión funcionaba y Salma y Gabarro, asistidas por Asun desde el costado izquierdo, llegaban con claridad, pero no ponían la puntilla. Entonces Países Bajos dio un paso adelante. Empezó a presionar y, como sucedió con La Rojita en la primera mitad, encontró su premio tras un error de Lloris. La central del Levante se durmió en la salida de balón y Van Gool, con un ajustadísimo lanzamiento desde fuera del área, acortaba distancias en el marcador. Eran los mejores minutos de Países Bajos, que mostraba el porqué ha llegado hasta las semifinales del Mundial. De hecho, Noordman tuvo el empate en sus botas, pero su disparo se fue lamiendo el poste. España sufría. Normal. Pero volvió a recuperar la pelota mientras el esfuerzo físico de Países Bajos empezaba a pasar factura. El guión volvía al principio, pero con solo un tanto de diferencia. Salma perdonó hasta en dos ocasiones más y entonces Pedro López decidió mover ficha. Dio entrada a Zubieta por Laborde, para reforzar un centro del campo que sufría con solo dos futbolistas específicas. Eso enfrío el partido. El seleccionador volvía a dar con la tecla. Los minutos pasaban. Países Bajos lo intentaba con más corazón que piernas, pero España aguantó y tuvo ocasiones para sentenciar. Izarne cabeceó fuera tras un pase de Mireri, con ambas frescas tras saltar al campo desde el banquillo, y Mingueza, cuando el choque agonizaba, lanzaba una falta desde la frontal desviado. Ahí murió la semifinal. España se clasificaba por segunda edición consecutiva para una final mundialista. En 2018 Japón despertó del sueño a La Rojita.