Fiamma: “A mi madre le pusieron trabas para jugar al fútbol; ahora viene a verme siempre”

Juega con la soltura de una 10 (de raíz) argentina y habla con la seguridad de una veterana, pero apenas cuenta 20 años. Fiamma Benítez (Dénia, Alicante, 2004) está siendo una de las futbolistas más destacadas —tres goles y una asistencia— de un Atlético que llega renqueante —dos victorias en sus últimos siete partidos— al derbi frente al Real Madrid de este domingo (12:00, DAZN). Formada en el EMF Dénia y el Levante antes de explotar durante su etapa en el Valencia (2022-24), hay tres momentos durante su atención a AS en los que su mirada desprende un brillo especial: al hablar de su madre, que no pudo siquiera llegar a ser futbolista semiprofesional en su país de origen (Argentina) por las trabas de la sociedad de la época; al hacerlo de Silvia Lloris, su compañera en el equipo rojiblanco y con la que vivió, arropada por su progenitora, mientras jugaban en el Levante y estudiaban Bachillerato; y al recordar a aquella niña que en cuarto de primaria hizo unas pruebas en la cantera del club cuyo escudo luce ahora. La leyenda colchonera, y entonces entrenadora en etapas formativas, Amanda Sampedro la quiso fichar, pero su corta edad impidió que se unieran unos caminos que confluyeron finalmente en el verano de 2024: “Es una anécdota que poca gente sabe. Tengo una carta del Atlético que dice que siempre tendría las puertas abiertas”.

—¿Qué tal las fiestas?

—Muy bien. He estado en casa y he intentado aprovechar lo máximo.

—Lleva ya unos seis meses en Madrid, ¿le gusta su nueva vida aquí?

—Vivo en Alcalá y la verdad que muy bien. Por suerte mis compañeras y el club, en general, me ayudan mucho, así que estoy muy contenta de estar aquí.

—¿Cómo ha sido su adaptación al equipo?

—Creo que tenemos un grupo bastante sano, una combinación bonita entre jóvenes y más veteranas, desde fuera no sé si se verá, pero se nota que somos un grupo muy unido, nos llevamos todas muy bien y la verdad que estoy supercontenta y súper a gusto.

—Conocía a compañeras del Levante o Selección...

—A Medina la conocía ya, y a gente que ha venido nueva también, Silvia (Lloris) es como si fuese una hermana para mí, y a Rosa (Otermín) también la conocía un poco. A las demás obviamente también las conoces, al final son jugadoras del Atlético de Madrid y nos conocemos un poco todas. La verdad que estoy superagradecida del trato de todas ellas.

—¿En este tiempo le han transmitido eso que dice la afición del Atlético y su otra forma de entender la vida?

—La verdad que desde fuera ya se ve, pero una vez llegas, gente como Lola (Gallardo) y Menayo, que son puro Atleti, te transmiten esa sensación y ese sentimiento de pertenencia. Creo que al final, sobre todo, las incorporaciones nuevas aprendemos mucho de ellas, de lo que significa ser del Atlético de Madrid, que con la afición en cada partido también lo sentimos, lo que significa llevar la camiseta del Atlético de Madrid y este escudo en el pecho. Y bueno, aprendemos de ellas, obviamente, y las escuchamos siempre para poder seguir mejorando.

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—¿Había tenido alguna relación anterior con el club, suya o de algún familiar?

—Sí, tengo una anécdota que poca gente sabe. Cuando iba a tercero o cuarto de primaria vine a hacer unas pruebas en el Atlético de Madrid en un periodo de fallas en Valencia y no había colegio, y la entrenadora era Amanda Sampedro. Entonces vine e hice unas pruebas, de hecho tengo unas fotos, y ya casi me estaban haciendo la ficha. Amanda habló con mis padres y todo: “Que sí, que sí, que la queremos”. Pero yo estaba en periodo escolar, fue más que nada por hacer unas pruebas para ver qué tal con las chicas y demás. Pero sí que me querían y, de hecho, tengo una carta del Atlético de Madrid, que dice que siempre tendría las puertas abiertas, y la verdad que cuando fiché pues fue una anécdota muy bonita a recordar en ese aspecto.

—¿Qué la hizo decidirse por el Atlético? ¿Influyó eso?

—Me hablaron de su proyecto, de lo que querían hacer, de cómo es el Atlético, que creo que también eso es muy importante, el sentimiento de pertenencia, cómo te lo transmiten... Y, bueno, era una oportunidad de crecer futbolísticamente y dar un paso adelante en mi carrera y poder ser parte de esto. Además, mis primos, por ejemplo, son de Madrid y son muy del Atleti, entonces también la familia me tiró un poco.

—Hablando de su familia, su madre también jugó al fútbol...

—Sí, en su país. Mis padres, los dos, son muy futboleros, y mi madre sí que es verdad que siempre le ha gustado, pero es cierto que en esos tiempos no estaba bien visto como quien dice que una mujer jugara al fútbol, entonces le pusieron limitaciones y trabas. Al final nunca pudo jugar como yo, ni semiprofesional tan siquiera. Pero es algo que siempre le ha gustado. De hecho, de mi casa, yo creo que será la más futboleras. Todo el rato está con el fútbol. Mi padre y yo a veces le decimos, bueno, vamos a ver otra cosa. Y ella, que fútbol, fútbol. Siempre me sigue a todos lados y vienen a todos los partidos de casa.

—¿Cómo fueron entonces esos primeros años de pequeña en el Levante (2019)?

—Mi madre me acompañó en esos años. Vivíamos juntas Silvia (Lloris), mi madre y yo dos años, los dos primeros de primer equipo con el Levante. Al final nosotras éramos pequeñas, aún estábamos en Bachillerato, acabábamos de terminar 4º de la ESO y hablamos con el club sobre una manera de poder compaginar los estudios y el fútbol, y tener a una persona adulta viviendo con nosotras. Buñol está muy lejos de lo que es Valencia y necesitábamos a alguien que nos llevase y trajese para llegar al instituto a las 16:00. Mi madre nos fue de gran ayuda a las dos. Diría que mi madre casi quiere más a Silvia que a mí porque son muy parecidas, son del mismo mes, entonces yo creo que se complementan bien.

—Después llegaron sus dos años en el Valencia, ¿siente que la temporada pasada, que ganó la Nations League, fue la de su explosión?

—Sí que he ido quemando etapas muy rápido. Por suerte, en todos los clubes por los que he pasado me han dejado una enseñanza, me han ayudado a crecer futbolística y personalmente. Sí que es verdad que en el Valencia me ayudó esa confianza que me dieron, a pesar de ser tan joven, todavía lo soy, pero entonces lo era más todavía. Y esos dos años que estuve me ayudaron mucho. Al final jugué bastante, que era lo que yo buscaba un poco con la salida del Levante y sí que es verdad que el año pasado intenté explotar. No es algo que buscas, pero sí que es algo que conforme van pasando las temporadas intentas ser más completa, dar más pasos hacia adelante y es lo que busco cada temporada, igual que lo haré aquí en el Atlético de Madrid.

—De hecho, ya es la sexta jugadora con más minutos, y a final de año venía haciendo goles y asistencias, ¿cómo valora estos primeros meses como rojiblanca?

—Estoy feliz por ese crecimiento que ha ido dándose durante los últimos meses. Siento que tengo la confianza de Viti (Víctor Martín). Es un entrenador que a las jóvenes nos ayuda mucho porque también es muy formador, y eso es algo que también necesitamos. Obviamente en el Atlético de Madrid ya estás al máximo nivel, pero siempre tienes que estar aprendiendo. Entonces, en ese aspecto él creo que lo maneja muy bien, sobre todo con nosotras. Y la verdad que estoy contenta.

—Eso sí, últimamente no están saliendo muy bien las cosas: dos victorias en siete partidos, aunque la de Copa sería sanadora...

—Es cierto que últimamente no están saliendo las cosas como queremos, pero estamos todas unidas y mentalizadas de que vamos a revertir la situación e ir todas juntas hacia adelante. A la Copa llegamos sabiendo que ni las sensaciones ni los resultados estaban acompañando, la afrontamos con muchas ganas. Creo que en el gol se ve, en la celebración, que necesitábamos esa victoria y nada, de aquí hacia arriba obviamente.

—En los malos resultados siempre se suele mirar al banquillo, ¿cómo ve a Víctor Martín?

—Estamos con él, somos todos un equipo, tanto staff como jugadoras, esto es responsabilidad de todas, tanto para bien como para mal. Vamos a revertir la situación, empezando por este domingo.

—¿Qué conclusiones han sacado de este bache? ¿Qué les falta?

—A veces son cuestiones de detalles, también de mantener el ritmo, a veces empezamos muy bien y no somos capaces de mantenerlo hasta el final, de jugar con más cabeza a veces, saber llevar bien los tiempos del partido y sus momentos... Nosotras somos las primeras que queremos ganar obviamente. Está claro que también la Liga F aumenta su nivel y se ve que los equipos cada vez son más competitivos y cuesta más ganar. Pero, como digo, tenemos plena confianza en nosotras y el staff y sabemos que haciendo las cosas bien y siguiendo sus indicaciones, vamos a dar muchas alegrías.

—Y llega el derbi, es el segundo de Madrid que juega, también ha participado en el valenciano con ambos equipos (Levante y Valencia), ¿qué cree que tiene de diferente esta rivalidad Real Madrid - Atlético?

—Cuando juegan Atlético y Real Madrid lo ve mucha gente, no solamente en España, en general en muchos países en los que se sigue el fútbol femenino, y obviamente sé lo que es un derbi, y más un Atlético-Real Madrid. Para nosotras igualmente no dejan de ser tres puntos más, pero también que es muy importante porque es un derbi y la sensación diferente. En comparación con el derbi valenciano, que lo he podido vivir por suerte y también es algo muy especial, creo que lo parecido es que da igual las dinámicas en las que vengan los equipos porque en los derbis da igual todo eso; se juega con mucho sentimiento y con cabeza.

—¿Tiene alguna amiga en el vestuario del eterno rival al que mandar un mensajito previo al partido?

—Tengo muy buena relación con varias de ellas, sobre todo con las españolas, pero no, esta semana no va a haber mensajes. Con Pecas (María Méndez), por ejemplo, hablo bastante, estuvimos hablando la semana pasada, pero no, no hablamos nada del partido. Y cuando acabó el derbi, el anterior, no saludamos a muchas, eh, fue ya después... Pero es una rivalidad sana.

—¿Cree que el Real Madrid ha dado un salto de calidad esta temporada?

—Es verdad que se han reforzado bien también ellas. Han dado un paso adelante, pero obviamente somos el Atlético de Madrid, aunque ahora llevemos una mala racha. Hay una segunda vuelta entera, la nuestra un poco antes, este domingo. No las veo mal, pero a nosotras mejor, vamos a ir a mejor.

—¿Se visualiza marcando en el derbi?

—Mi padre siempre me dice que hay que visualizar las cosas la noche de antes. No solamente los goles o asistencias, sino el juego en general. Al final sabes que durante la semana analizamos al rival y obviamente tienes que estar pensando en si hacen esto, podemos hacer esto otro, teniendo en cuenta las indicaciones del staff. Ojalá poder meter un gol, pero lo importante es que el equipo gane. Y ganar con buenas sensaciones, que también es muy importante.

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—¿Propósitos del Atlético para este 2025?

—Estamos vivas en las tres competiciones, Supercopa, Copa y Liga F, así que quedar lo más arriba posible, y en las otras dos, conseguir el título. Hay que ser ambiciosas y lo somos dentro del vestuario. Hay que ir a por todo y dejar al Atlético de Madrid donde se merece.

—¿Y suyos a nivel individual?

—Tengo la suerte de estar en un club como el Atlético y lo agradezco todos los días. Quiero seguir creciendo futbolísticamente, personalmente, aprender de mis compañeras, que me ayudan muchísimo, y estoy supercómoda con ellas y también continuar con la racha que llevo de las últimas semanas, de aportar asistencias o goles y ayudar siempre a mi equipo y aprender de la mano de Viti y de mis compañeras.

—¿E ir a la Eurocopa?

—Todas las jugadoras que estamos por ahí rondando la Selección pensamos en eso a veces, pero sinceramente mi objetivo está en el día a día, en ir creciendo con el Atlético de Madrid. La Selección viene a causa de lo que haces en tu club, entonces yo me centro aquí. Si llega, bienvenido será.

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