España sueña en grande

España volvió a aprobar con nota en su última cita en Ibiza. La Selección goleó a China a 100 días para el comienzo del Mundial, lo mismo que había hecho con Noruega días atrás. Esta vez el equipo de Jorge Vilda fue más consistente en defensa y estuvo de nuevo acertado de cara a gol. Con una Jenni brillante, los goles los anotaron Abelleira, Athenea y Alba sentenciaron el choque.

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China ofreció una resistencia muy distinta a la de Noruega hace unos días. El orden defensivo obligó a España a circular mucho la pelota y no fue precisamente el día de mayor fluidez en este sentido. A La Roja le costó entrar en calor. Es más, para cuando Athenea creó la primera ocasión con un tiro desde la izquierda, las chinas ya habían probado y desafiado a Misa. Era un amistoso para picar piedra, para erosionar a una defensa bien armada a la que solo Esther, una de las novedades de Vilda en el once, avisó mediada la primera parte en un rechace que sacó una jugadora de China en la línea de gol.

En la siguiente jugada fue Zhang la que puso de verdad en aprietos al equipo español con un tiro durísimo por alto que atajó con un paradón Misa Rodríguez. China llegaba poco, pero cuando lo hacía creaba bastante peligro. Fueron minutos difíciles para las españolas, aunque por suerte Misa y la zaga española respondieron de la mejor manera. Las chinas seguían seguras, colocadas, sin despistes. Un cabezazo de Wurigumula metió aún más el miedo en el cuerpo de las de Vilda.

Pero fue España la que abrió el marcador antes del descanso. Una jugada maravillosa iniciada por Jenni lejos de portería la siguió Athenea por la derecha y ésta centró a Abelleira, que tras un recorte envió el balón al fondo de la red. La centrocampista del Real Madrid había tenido otra ocasión un minuto antes. A la segunda le llegó el premio de marcar su primer gol con La Roja.

China volvió a encontrar huecos por las bandas con las subidas tanto como de Sheila y Carmona. En una de esas puso de nuevo a prueba a la meta canaria, que asumió con galones el trabajo. El segundo golpe lo propinó, sin embargo, de nuevo España. Athenea amplió distancias con una jugada individual dentro del área. La de Solares supo deshacerse de todas las rivales que la rodeaban con facilidad.

En pleno vendaval, Alba, a los pocos minutos de saltar al césped, demostró que sigue teniendo muy activo su olfato goleador. La pichichi de la Liga F remató fantásticamente de cabeza, picado, imposible para la guardameta china. Un resultado ilusionante. Una goleada con la que soñar a 100 días del Mundial. España funciona.