¡España luchará por ser campeona del mundo!

España se vengó de Alemania. Cinco meses después de perder la final de la Eurocopa de la categoría, La Rojita sació su sed de venganza frente a las germanas y disputará el domingo la final mundialista frente a Colombia (15:30 horas). En un partido en el que ambas selecciones dominaron diferentes tramos del encuentro, cuando la tanda de penaltis asomaba en el horizonte apareció Lucía Corrales para rematar un centro de Ainhoa Alguacil y clasificar a las de Kenio Gonzalo para la gran final. De esta manera España podrá defender el título mundial conquistado en la última edición.

El encuentro comenzó con mucho respeto por parte de ambas selecciones. Se notaba que se conocen bien y los primeros minutos fueron de tanteo. Kenio Gonzalo confió de inicio en las mismas jugadoras que vencieron a Japón en los cuartos de final, con la incursión de Paula Partido en lugar de Lucía Corrales. El seleccionador buscaba más músculo en su centro del campo ante una Alemania con una gran capacidad física. También puso a Marina Rivero sobre Mathilde Janzen, la generadora de juego germano, en la salida de pelota de Alemania. Y la cosa le funcionó de inicio, porque con el paso de los minutos La Rojita empezó a hacerse con el mando del encuentro. Y, como no podía ser de otra manera, las ocasiones fueron llegando. Lideradas por la calidad de Vicky López, las de Kenio tuvieron tres ocasiones, dos de ellas bastante claras, para ponerse por delante en el marcador. En la primera el cabezazo de Libran tras pase de Vicky se encontró con el larguero en la más clara de España en la primera mitad. Dos minutos después fue Sara Ortega la que lo intentó desde lejos, pero detuvo Altenburg y, en el 17′, fue Pujols la que lanzó y obtuvo la misma respuesta de la meta germana. Eran los mejores minutos de España, que dominaba sobre el césped pero no en el marcador.

Sin embargo, Alemania despertó. A balón parado, una de sus especialidades, y con una espectacular Mara Alber, empezó a inquietar la portería de Sofía Fuente. Fue precisamente la delantera la que generó más peligro. Primero en una volea a la salida de un córner que significó el 1-0, aunque ¡¡¡seis minutos!!! más tarde el tanto fue anulado por fuera de juego en el lanzamiento del saque de esquina. Y más tarde en un espectacular chutazo lejano que se topó con el poste. Las tornas habían cambiado. Eran los mejores minutos de Alemania ante una España que tardó en reaccionar al susto del primer tanto. Pese a ello, La Rojita se volvió a meter en el partido y el tramo final de la primera parte se equilibró. Hasta el punto de que no pasó prácticamente nada más. Como si de una tregua se tratase se llegó al descanso.

Tras la reanudación el encuentro no terminó de adquirir ritmo. Entre lesiones, parones y sustituciones ninguna de las dos selecciones mandaba y las ocasiones caían con cuentagotas. Solo en el balón parado llegaba el peligro. Primero fue, quién si no, Mara Alber. Poco después Olaya, que entró tras el descanso sustituyendo a Paula Partido. Sus dos lanzamientos de falta pusieron el ¡uy! en la grada, pero sin llegar a ir entre los tres palos. A Kenio algo no terminaba de convencer y en el 60′ realizó un doble cambio. Quizá buscando frescura en la medular, quizá por problemas físicos de las jugadoras sustituidas, el caso es que la apuesta al final le salió vio. Eso sí, España sufrió. Stoldt dio un nuevo susto con un chut lejano y Alber la tuvo con otro lanzamiento lejano que detuvo en dos tiempos Sofía Fuentes. A España le costaba acercarse con peligro al área germana. Carla Camacho estaba demasiado aislada y Vícky López no era capaz de contactar con ella. Pese a todo, la madridista estuvo cerca de meter el miedo en el cuerpo a las alemanas, pero no llegó por muy poco a un balón largo cuando se hubiera plantado sola ante la portera. Los minutos pasaban y todo hacía indicar que el choque se decidiría en la tanda de penaltis. Como en la final de la Eurocopa. España no quería pensar en ello e hizo un último esfuerzo. Ainhoa Alguacil, que acababa de entrar al campo, peleó un balón, centró al área y allí apareció Lucía Corrales, que también saltó al césped en la medianía de la segunda mitad, para meter a España en la gran final. Como ya hizo Vicky López contra Japón en dos ocasiones (87′ y 93′). Como también hizo Amezaga frente a Colombia en el primer partido del grupo (85′). España dominó la zona ‘Cesarini’ y marcó cuando más duele, en el 91′, ante la desesperación de las germanas. Incluso Laia Martret pudo sentenciar en el 95′, pero no estuvo acertada en su remate.

España se llevó el encuentro frente a Alemania por fe, coraje y arrestos. Nunca dejó de creer y ahora tiene su premio: jugar una nueva final, la segunda en las dos últimas ediciones. Si a eso le sumamos que en mayo ya disputó la final de la Eurocopa, nos hace entender el porvenir que tiene por delante esta generación. Y la Sub-19, que también ha ganado este verano la Eurocopa. Y la Sub-20, que levantó el torneo Mundial hace pocos meses. Todo ello con permiso de Colombia y Linda Caicedo. Pero eso será el domingo. Hasta entonces disfrutemos de estas chicas porque, pase lo que pase, ya han hecho historia.