El Sporting de Huelva se une a la lista de los históricos ‘caídos’
Tras 18 temporadas en la élite las blanquiazules perdieron la categoría en un año para el olvido. Se unen a Espanyol, Rayo Vallecano, Añorga…
La derrota ante el Levante Las Planas ha certificado lo que era un secreto a voces desde hace bastantes meses. El Sporting de Huelva ha dejado de ser equipo de Primera División matemáticamente, después de 18 temporadas en la categoría oficial, siendo uno de los clubes más longevos del campeonato. La misión era harto complicada: las espartanas debían ganarlo todo hasta el final de temporada y que sus rivales no sumasen.
Entre la alegría de los nuevos equipos que suben a la Primera División Española siempre está la tristeza de decir adiós a los que no continúan el próximo año. Esa pena se acentúa si se trata de un histórico, de esos equipos que se ganan el corazón del aficionado sin importar los colores que defienda. Lamentablemente, este fin de semana, el conjunto onubense se ha unido a esa lista de equipos con solera que han caído a los infiernos del fútbol femenino, llegando incluso a la desaparición.
Son conocidos y sonados los casos del Espanyol y el Rayo Vallecano, aunque hay más. El Añorga es, quizá, el menos recordado por su antigüedad, pero se trata de una de las entidades más laureadas de la historia de este deporte y con más de 100 años de vida. Pese a dominar el fútbol español entre los años 80 y 90, la profesionalización del mismo acabó con su hegemonía y, actualmente, es un equipo ‘de barrio’ que juega en Primera Nacional. Peor suerte que las vascas corrió la Agrupación Deportiva Torrejón: disfrutó de 10 temporadas al más alto nivel y el descenso no solo acabó con su etapa en Primera, sino con su capacidad económica, lo que llevó a su desaparición.
Caminos parejos son los del Zaragoza y el Málaga. Ambos compitieron bajo otros nombres en la máxima competición, Prainsa Zaragoza, en el caso de las mañas, y Club Atlético Málaga, en el de las andaluzas, dejando una huella imborrable de 13 y 15 años, respectivamente, en la mente de los seguidores del fútbol femenino. Las zaragozanas contaron en sus filas con toda una referente a nivel mundial, Vero Boquete, durante tres temporadas, mientras que las malagueñas fueron una gran cantera para la selección española. Tras sendos descensos fueron absorbidas por la entidad masculina y acogidas bajo el nombre de sus ciudades. Actualmente las dos disputan la Segunda Federación con la esperanza de poder, algún día, volver a jugar a la que ya es la Liga Profesional.
En el imaginario más reciente del aficionado suenan los nombres del Espanyol y el Rayo Vallecano, con dos destinos bien distintos para ambos. Las pericas vieron cómo sus 29 años en Primera, la etapa más longeva de cualquier equipo español femenino, llegaban a su fin en 2021. Tal fue la desilusión entre club y afición que la entidad hizo un comunicado pidiendo disculpas por lo ocurrido. Pero, tan solo tres años después, las esperanzas han retornado y las catalanas están en plena disputa por meterse en el playoff de ascenso y lograr la ansiada vuelta a la Liga F. Por su parte, las franjirrojas en poco más de dos años han sufrido dos descensos consecutivos y, hoy en día, pasan por la Segunda Federación sin pena ni gloria. La falta de profesionalización de la sección ha costado el hundimiento de un grande que estuvo durante 22 años en la élite, convirtiéndose en el caso más reciente de un histórico diciendo adiós al primer nivel.
Un año para el olvido
Las despedidas nunca son fáciles, pero esta será especialmente dolorosa para el conjunto dirigido por Paco Pichardo. Desde que ascendiesen en la temporada 2006/07 cumpliendo el sueño de alcanzar la máxima categoría, han sido año tras año uno de los habituales en las quinielas del descenso. Así con todo, durante 18 años lucharon para mantenerse como uno de los pocos que han conseguido romper la barrera de los 15 años en Primera.
Ha sido una temporada marcada por los malos resultados y los cambios en el banquillo. Las andaluzas se despiden, a falta de cuatro jornadas por disputar, con tan solo una victoria, tres empates y 22 derrotas. Era a finales de noviembre cuando Antonio Toledo, habiendo conseguido sumar solo un punto en nueve jornadas, anunciaba que dejaba el cargo de entrenador, aunque seguía vinculado a ‘su’ Sporting. En un intento de revertir la situación llegaba al banquillo, apenas tres días después, Iván Rosado. Pese a lograr la victoria cuatro jornadas después de llegar, los resultados siguieron sin acompañar y en enero anunció su marcha alegando no tener la fórmula “para que el equipo gane”.
Finalmente, fue Pichardo quien asumió hasta final de temporada el reto de permanecer en la Liga F otro curso más. Pero las victorias seguían sin llegar y esta última derrota ha sido la gota definitiva que ha colmado el vaso del descenso. Quedan cuatro partidos por delante para digerir el mal trago y disfrutar de los que serán los últimos minutos de uno de los equipos que se han ganado el corazón del fútbol español. La temporada que viene estas jugadoras volverán a dar guerra con su #fútbolromántico para regresar al lugar de donde nunca quisieron irse. Porque el club que un día fundaron Antonio y Manoli por amor no debe tener un final desolador. Porque un histórico como el Sporting de Huelva no puede bajar nunca los brazos.
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