El secreto de Toletti, una ‘10′ reconvertida a ‘6′ para triunfar

En plena forma. Así ha regresado Sandie Toletti (Francia, 1995) al centro del campo del Real Madrid después de perderse cuatro partidos a principios de este 2023. La futbolista de Bagnols-sur-Cèze es una fija en el once de Toril para los encuentros importantes y ayer volvió a demostrar por qué al dirigir el juego del equipo blanco en la contundente victoria ante la Real Sociedad (4-1). La francesa, como siempre, se implicó en defensa, sacó el balón jugada y participó en los ataques de las suyas, dando la asistencia a Esther para el 2-0. La suya es la historia de una ‘10′, que apuntaba a estrella mundial, obligada a convertirse a ‘6′. Las lesiones y el compromiso con el trabajo defensivo que le inculcó uno de sus entrenadores han marcado su carrera.

Su vida, por supuesto, la ha marcado el balón. Hija de entrenador y hermana de futbolistas, Toletti también sintió pasión por ese objeto redondo que cambia vidas desde su niñez. Nunca se planteó practicar otro deporte. Quería jugar a la pelota. Con seis años ya estaba en el SC Cavillargues, donde trabajaba su padre y con 11 se unió al FC Bagnols-Pont. Después de cuatro años jugando con niños, en 2010, entró en el centro de formación del Montpellier y ganó el Reto Nacional Femenino Sub-19. Tenía 15 años. Su proyección era meteórica y sus apariciones eran cada vez más frecuentes en las categorías inferiores de la selección francesa.

Así, de 2010 a 2012 juega un total de 34 partidos con Les Bleues Sub-17 y anota 11 goles. Su gran visión de juego y buen golpeo la hace jugar de ‘10′, ser la centrocampista más ofensiva del equipo, el enganche entre el medio y el ataque, la jugadora decisiva. Su talento no pasa desapercibido y se lleva el premio a mejor jugadora del torneo en la Eurocopa de la categoría disputada en 2012, en la que Francia fue subcampeona. Repetiría reconocimiento individual después en el Mundial de Azarbeiyán, en el que Las Bleues sí salen victoriosas. Toletti, la mediapunta de Bagnols-sur-Cèze, empezaba a estar en todos los listados de grandes talentos emergentes, los cuales engorda todavía más en 2013, ya con la mayoría de edad, cuando da el título de la Eurocopa Sub-19 a su selección con un gol en la prórroga. Otra vez, jugadora de oro.

Paralelamente la hoy centrocampista del Real Madrid había debutado con el primer equipo del Montpellier y ya jugaba regularmente en la máxima categoría. Con ese historia, no fue extraño que el entonces seleccionador Philippe Begeroo la empezara a llevar a la Absoluta a finales de ese 2013. Sin embargo, llegan las lesiones y la irregularidad.

“Me pasó lo que me pasó después. Siempre tuve una cosa en mente: ir a la selección. Eso me ayudó a trabajar, a no rendirme y a perseverar”, explicaba en Onze Mondial al ser preguntada por cómo imaginaba su carrera cuando era aquella joven mediapunta que deslumbró al mundo con su fútbol ofensivo. Toletti se lastimó varias veces, le costaba volver al equipo, coger ritmo, las dudas se adueñaban de su mente... Hasta que su peor lesión de tobillo la hizo “abrir los ojos”. Conoció a un entrenador que le inculcó el gusto por el trabajo, el esfuerzo y el compromiso defensivo y su juego cambió.

De enganche a pivote

“Después de eso, mi fútbol cambió. Era la ‘10′ y bajé un escalón para evolucionar y ser la ‘6′. Inmediatamente me gustó correr, recuperar balones y defender. Ajusté muchas cosas en mi forma de jugar para, precisamente, volver a la selección. Descubrí nuevas cualidades...”, detallaba en su relato la centrocampista francesa. Lo consiguió. Estuvo en la pasada Eurocopa de Inglaterra siendo una jugadora importante en Les Bleues y su histórica presencia en semifinales.

Después de siete años en el Montpellier, Toletti había fichado por el Levante en 2020 y se incorporó al Real Madrid el pasado verano. “Todo el mundo me decía que iba a sentir algo al ponerme esta camiseta y lo he notado, es verdad. Bua. Estoy muy contenta”, decía de la elástica merengue. La de Bagnols-sur-Cèze acumula 21 partidos como futbolista blanca esta campaña, es el hilo conductor del juego de las de Toril y sigue asomándose al balcón del área grande o la chica para hacer alguna diablura, recordando los viejos tiempos.

Fuera del césped, encontró otra pasión: los fogones. En sus redes sociales, y en la cuenta de Instagram Comparte Vida, es habitual verla cocinar y compartir los resultados con sus seguidores. Con estudios de contabilidad y de cocina, a Toletti le gustaría abrir un restaurante. Pero todavía no, eso es para más adelante. Con 27 años, todavía tiene mucho fútbol y jugadas que cocinar en el verde.