El ‘Se acabó' mexicano contra Jorge Gómez: “Hay dos menores con las que se acostó”
Cinco futbolistas del Necaxa, de forma anónima, y la exauxiliar técnica Rosa Romero relatan en Proceso los abusos de poder y sexuales del entrenador mexicano.
Es horrible, pero no sorprende. Esa es la sensación que tienen fuentes cercanas a la Liga mexicana femenina consultadas por este diario tras destaparse el último caso de abusos sexuales y de poder dentro del fútbol femenino. Esta vez ha sido en el Necaxa, equipo que quedó en décimosexta posición en la fase regular del Apertura que acabó ganando Tigres, y que está entrenado por Jorge Gómez (México, 42 años), al que cinco futbolistas, de forma anónima, y la que fuera auxiliar técnica Rosa Romero acusan en Proceso de haberse acostado con menores, aprovecharse de su posición, y actitudes y comentarios machistas y gordófobos.
Según el relato recogido por el citado medio mexicano, todas coinciden en algo: Gómez acostumbra invitar a las jugadoras a su casa; aunque generalmente es para que participen en fiestas donde consumen bebidas alcohólicas, también busca relacionarse sexualmente con ellas –sin importar que sean menores de edad–, y, a cambio, les ofrece la titularidad en el equipo. Quienes no aceptan son relegadas a la suplencia o acaban dejando el club, del que también es gerente deportivo de la sección femenina.
A la primera denuncia pública hecha por Rosa Romero y a la que se unieron otras jugadoras recordando que sus supuestos comportamientos también se daban en su anterior etapa en Puebla, le han seguido los estremecedores testimonios hechos en Proceso. De momento, el último mensaje público del entrenador data del 27 de noviembre y es un comunicado en el que se defiende de las acusaciones: “Ante estas publicaciones, niego rotundamente las acusaciones a mi persona que, al difundirse de manera exponencial en espacios de opinión pública, impactan mi integridad y desarrollo tanto personal como profesional (…) Es importante mencionar que no he realizado declaraciones previamente, debido a que mis asesores legales y yo estamos evaluando las acciones a tomar frente a los daños causados a mi persona”.
Estos son algunos extractos de los relatos que han provocado que jugadoras y personas cercanas a la Liga mexicana hayan lanzado mensajes de apoyo a las afectadas, emulando el movimiento #SeAcabó que se inició en España tras el beso de Rubiales a Jenni Hermoso y que se extendió a nivel internacional pidiendo que los abusos de poder en el fútbol femenino llegasen a su fin...
“Yo ya había escuchado sobre los rumores de lo que hizo en el Puebla y en la Selección Mexicana, de acostarse con jugadoras para promoverlas como titulares. En una plática que tuvimos de manera presencial en su oficina, en donde me pidió que le explicara cuáles eran mis expectativas en el club, me contó que anduvo con una jugadora de la selección mayor cuando ella era menor y él le doblaba la edad”, dice una de las jugadoras, en el testimonio identificado como número 1, que prosigue: “También les decía que estaban muy bonitas. Hay jugadoras que terminaron acostándose con él, menores de edad, porque les prometió que impulsaría su carrera. Yo sé que hay dos menores de edad con las que se acostó. Muchas jugadoras le tienen miedo. Ya se han presentado pruebas a la directiva, fotos, audios, videos, capturas de pantalla, y hasta padres de familia saben, pero los de arriba no hacen nada”.
En el número 3, el perfil que se hace del técnico también coincide: “Desde su llegada al equipo comenzaron los rumores de que en Puebla se acostaba con las jugadoras, las invitaba a salir, las acosaba... Una compañera del primer equipo me platicó que su novia, que era menor, casi fue abusada por Jorge, pues estaban en el departamento de él en una fiesta y al final los tres eran las únicas personas que quedaban en el lugar. Después me enteré de que también intentó abusar de…–se omite el nombre para evitar su revictimización–. Al otro día él le mandó un mensaje para decirle que lo sentía, que él no era así. Ambos estaban en una fiesta en su departamento, Jorge ya estaba pedo (sic), se la llevó a su cuarto, él se empezó a bajar el pantalón, ella le dijo que no, lo empujó y se fue. Al otro día le dijo que estaba borracho y que lo perdonara”.
Además, en las declaraciones también se pone en común que la dirección deportiva, de la que era responsable Alberto Clark era consciente de la situación: “Hablábamos entre nosotras, pero sabíamos que, si se lo decíamos a alguien de la directiva, no iba a pasar nada. Alberto Clark es muy su amigo. (Aun así) le mostramos capturas de pantallas de los mensajes que Jorge mandó a las jugadoras para invitarlas a salir. Como es muy su amigo no queríamos que le contara lo que estábamos haciendo”.
Por último, también destacan agresiones verbales narradas por las jugadoras: “Mis compañeras y yo creímos que el club lo solucionaría, pero como vemos que no pasa nada por eso estoy contando esto. A mí nunca me dijo nada. Sin embargo, presencié durante los entrenamientos cómo violentó verbalmente a mis compañeras. Si alguna de las jugadoras no se encontraba en el peso ideal, les decía gordas. Cuando llegábamos a tener un error durante algún partido, en la charla técnica nos decía mediocres. Una jugadora de la Sub-19 está chaparrita y él le empezó a decir que era una enana y que el futbol no es para personas enanas, que no va a llegar a ser nada”.
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