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CHAMPIONS (F)

El PSG llega lanzado a por el Real Madrid

El conjunto parisino, rival de las blancas en la próxima jornada de Champions, llega después de ganar al Olympique Lyon en su estadio

El PSG celebra su victoria ante el Olympique Lyon.
Hugo PfeifferGetty

El PSG y el Real Madrid se jugarán el próximo viernes la segunda plaza del grupo A. Las blancas son terceras con dos puntos menos que las parisinas que, eso sí, se tienen que medir en la última jornada al Chelsea, teóricamente el rival más complicado del grupo. Un empate mantendría las opciones blancas de clasificarse de nuevo para Champions, una victoria le pondría con pie y medio en la siguiente ronda, pero una derrota le dejaría fuera matemáticamente. No será fácil en un Parque de los Príncipes donde la pasada campaña las blancas ya salieron derrotadas. Y, además, con las parisinas en su mejor momento...

Porque el equipo de Precheur afronta el partido como líder de la liga francesa tras ganar nada menos que al campeón de Europa en su estadio. Cierto que el Olympique Lyon no está pasando por su mejor momento deportivo, pero las parisinas fueron capaces hacer hincar la rodilla al gran campeón francés en su casa casi después de diez años. Las lionesas no perdían en su estadio en la competición doméstica desde la temporada 2013-14. Pero este año sus récords se están yendo al traste y el PSG lo está aprovechando.

Es más, desde la derrota ante el Chelsea por la mínima el 20 de octubre sólo ha cedido dos empates, uno ante el Real Madrid y otro contra el Montpellier, hace ya más de un mes. Encadena seis partidos seguidos ganados y, lo más importante, sin encajar ningún gol. Esta temporada, las parisinas sólo han perdido ante el conjunto londinense y el Olympique Lyon en la Supercopa francesa a principio de la temporada. Y sólo han cedido tres empates, los dos ante Real Madrid y Montpellier y uno contra el Le Havre. Sin derrotas en la competición doméstica, líder con un punto más que el Lyon, sólo seis goles encajados y 23 a favor convierten a las parisinas en un rival muy complicado para un Real Madrid que también llega con la moral por las nubes tras ganar al Atlético en el derbi capitalino.