El Depor Abanca arranca sin complejos y rechazando la etiqueta de cenicienta en Liga F
Irene Ferreras repasa las claves del nuevo proyecto blanquiazul, al que le queda poner la guinda en el mercado: “Seremos un equipo con carácter”.
El Depor Abanca ya está de vuelta en Abegondo con objetivo de darle continuidad a la gran temporada pasada que culminó con el ascenso a Liga F. Ya en la máxima categoría, el proyecto blanquiazul espera asentarse en la élite y su fórmula ha sido “jugadoras jóvenes que pueden ser interesantes y están por descubrir, con esta última remesa de fichajes con más experiencia, bagaje interesante, que nos van a dar en esa faceta de gestión emocional y vestuario”.
Así se pronuncia Irene Ferreras tras la primera sesión de trabajo del verano, dejando entrever además que todavía falta la guinda: “Falta alguna cosilla de última hora, no creo que tardemos mucho en anunciarlo si se da finalmente. Los movimientos que hemos hecho forman ya gran parte de ese cambio. Si hay algo de última hora que pueda ser interesante, lo valoraremos. Tenemos alguna cosa a punto de cerrarse que me ilusiona mucho y a partir de ahí trabajar y ensamblar las piezas”.
En todo caso, el cuadro herculino ha apostado por mantener el bloque del ascenso, algo que la entrenadora buscaba: “Siempre se ha tenido una visión de proyecto y de trabajo. Para que esto vaya creciendo de manera sostenible, hay que ir dando pasos. Todo lo bueno que se han hecho estas dos temporadas tiene que tener cabida en la tercera. Las jugadoras han demostrado su rendimiento, han peleado por un sueño y se han ganado mantenerse aquí. Tengo mucha fe y mucha confianza. Yo me sigo teniendo que exigir para continuar aportándole cosas, ver el desarrollo de futbolistas que están contigo en el tiempo. Creo que tienen capacidad de hacerlo”.
Riazor, la próxima frontera
La apuesta del Deportivo por su equipo femenino es decidida y este año ha lanzado abono aparte para el Depor Abanca - suman cerca de 4.000 socios - y garantiza un mínimo de siete partidos en Riazor, la próxima frontera a conquistar: “Si fuera otra ciudad y otro equipo, tendría más dudas. Sabemos que el fútbol femenino tiene que dar muchos pasos. Pero esto es un contexto diferente a todo lo que puedas encontrar. A Coruña y el deportivismo responden. Estoy encantada con las posibilidades que nos han dado de vivir cosas bonitas. El hecho de venir a Riazor creo que aquí puede ser un acierto. Crecer, aportarle a los equipos femeninos dentro de los proyectos que se lo pueden permitir. Y tenemos ese factor diferencial que es la afición”.
Todo ello con el objetivo de asentarse en lo más alto y competir desde la humildad, pero sin ponerse límites: “Vamos a trabajar para poner las cosas difíciles y competir bien. Ser un equipo con carácter, que se sepa adaptar. Nos tocará cambiar, adaptarnos a lo que nos va a someter muchas veces el rival, porque vamos a una liga con mucho talento y nivel. Pero no puedo pensar que mi equipo va a ser una cenicienta. Les he pedido a las chicas que trabajen y no tengan complejos, porque la forma de llegar a los objetivos es saber que los vas a hacer. Siempre sabiendo las limitaciones que podemos tener y siendo humildes”.
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