El Atlético se desploma: de dominar España a no entrar en Europa
Por tercer año consecutivo, el Atlético se ha quedado fuera de la Champions. Un golpe importante al proyecto y a la economía del club para crecer
No hace tanto, el Atlético era uno de los ‘gallitos’ del fútbol femenino español. Sus tres ligas consecutivas (de 2016 a 2019) más la Copa de la Reina de 2016 le situaban como el equipo a batir en el panorama nacional. Siempre con el Barcelona haciéndole sombra y compitiéndole los títulos. Aquel Atlético era capaz de aguantar e incluso ganar a un Barcelona que ya hacia historia en Europa.
De la mano de Ángel Villacampa el Atlético se hizo un equipo ganador. El toledano lideró a las rojiblancas en la primera Copa de la Reina y en las dos ligas consecutivas. El relevo lo cogió Sánchez Vera y logró un nuevo título. El COVID paró el fútbol y a un Atlético que se coló en cuartos de Champions por primera vez en su historia. Pero desde entonces, todo han sido malas noticias.
Desde el tumor de Virginia Torrecilla durante la pandemia, que dejó tocado a un equipo que terminó segundo, a pesar de cambiar hasta dos veces de entrenador. Sánchez Vera duró cuatro partidos, doce estuvo Pablo López y cinco Dani González. Sería por la falta de competitividad en la liga nacional o porque la plantilla rojiblanca contaba con jugadoras de un alto nivel, porque la temporada no fue nada bien. Aún así, el segundo puesto y la plaza en Europa dejaba a las claras que en España los títulos estaría entre Barcelona y Atlético.
El madrileño Dani González se mantuvo al frente del equipo en la temporada 2020-21. El equipo, eso sí, había mutado. Sin Torrecilla, por enfermedad, y sin Lola Gallardo, Kenti o Sosa, que habían cambiado de aires después de una temporada algo convulsa, al Atlético le tocaba reinventarse. Se apostó por el mercado internacional con Lindahl, Peyraud Magnin, Knaak, Ajada, Ajibade, Strom o Guagni. También Deyna, a mitad de curso, como una de los grandes fichajes del panorama internacional. No funcionó. Sánchez Vera regresó tras 14 partidos para ganar la Supercopa, pero el equipo quedó cuarto y no pudo clasificarse para Europa después de cuatro temporadas sin faltar a la cita. El título salvaba una temporada en la las cosas no habían salido bien. Tocaba apretarse el cinturón sin los ingresos de la competición continental y se inicio un nuevo proyecto.
Óscar Fernández, que venía de dirigir al Madrid CFF, fue el elegido para una nueva era rojiblanca. Junto a él, regresó Lola, y llegó más producto nacional en una nueva forma de afrotnar el mercado de fichajes. Maitane, Shei, Bárbara Latorre, Banini, Kgatlana o Frisbie aterrizaron con experiencia en la competición nacional, pero de nuevo acabó cuarto en un final de infarto en Barcelona. La derrota en la Ciudad Condal dejó a las colchoneras sin Champions, que acabó en poder del Real Madrid. El equipo blanco parecía que le ganaba el pulso, aunque fueron las rojiblancas las que dependieron de sí mismas hasta el último partido.
Este curso se dio una vuelta más de tuerca con la salida de Amanda, Aleixandri o Meseguer, pesos pesados del equipo y el vestuario. Óscar Fernández, a pesar de no conseguir el objetivo el curso anterior, siguió al frente del equipo. La mayoría de las jugadoras que llegaron del extranjero ya habían hecho sus maletas: Deyna, Ajada, Lindahl, Peyraud Magnin, Knaak o Guagni habían dejado la disciplina colchonera. Empezaba, otra vez, una nueva era en la que, de nuevo, se quería apostar por jugadoras contrastadas en la categoría. Marta Cardona, Eva Navaro, Cinta, Irene Guerrero, Moraza, Xenia o Medina apuntalaban un equipo que ya contaba con Ludmila, Leicy, Banini o Menayo. Pero tampoco ha funcionado. A los doce partidos, Óscar Fernández fue destituido después de caer 1-6 ante el Barcelona y perder por la mínima el derbi contra el Real Madrid. Llegó Manolo Cano, un hombre de la casa, pero sin experiencia en femenino. Estuvo 12 partidos sin perder hasta que se midió al Barcelona, de momento, único rival que ha conseguido vencerle. El equipo está más sólido, pero los puntos perdidos ante Villarreal, Granadilla o Betis le han costado muy caro. Sobre todo porque Levante y Real Madrid se han mostrado intratables. Sin Europa, sólo la Copa puede salvar la temporada. Aunque, de cara al próximo curso, volverá a tener el mismo problema económico y para convencer jugadoras: sin el atractivo de Europa es difícil que jugadoras de alto nivel elijan el conjunto rojiblanco y, además, las arcas del club no tendrán esa inyección económica que proporciona la Champions. Toca reinventarse, una vez más...