Carla Camacho y una estadía en India marcada por los virus
La delantera de la Selección Sub-17 cuenta a AS los problemas surgidos durante el torneo: “Gastroenteritis, conjuntivitis y unos animalitos en la cabeza...”.
La felicidad en los rostros de las campeonas del mundo no llegaba a tapar la mirada lagrimosa de algunas de ellas y de su seleccionador Kenio Gonzalo. “Me he visto afectada por todos los virus: gastroenteritis, conjuntivitis, que todavía la tengo, y también unos animalitos que nos salieron a algunas en la cabeza...”, cuenta a AS, con mucha naturalidad, Carla Camacho (Madrid, 2005) tras el merecido homenaje recibido en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
La delantera de La Rojita, que participó en todos los partidos de este Mundial de India —solamente en uno salió desde el banquillo—, es otra de esas futbolistas que todavía no se cree que acaba de ganar la Copa del Mundo: “Estamos todas que no sabemos si estamos despiertas o en un sueño”.
Camacho, de 17 años, llegaba a esta gran cita internacional tras debutar en Champions con el Real Madrid el pasado 21 de septiembre ante el Rosenborg. En Liga, ya lo había hecho en 2021. Aún así, mantiene los pies en el suelo. “Tengo que seguir trabajando, con muchísima humildad, para poder conseguir todos los títulos posibles. Si en el club no lo haces bien es imposible seguir en la Selección...”, explica relajada.
Con el ojo todavía visiblemente rojo por la conjuntivitis sufrida —”eso ha sido lo peor”—, la atacante madrileña explica con entusiasmo cómo se le ponía la piel de gallina al escuchar el himno en cada partido: “Estás acostumbrada a verlo por la tele y cuando eres tú la protagonista es una locura”.
“Caótico” le pareció el tráfico de India que las dejó sorprendidas cuando llegaron al país asiático. Carla Camacho reconoce el choque cultural además de las dificultades sufridas en una estancia muy larga en la que el sentimiento de unión entre ellas ha sido clave.
La tanda de penaltis con la que esta Selección Sub-17 perdió la final de la Eurocopa ante Alemania el pasado mayo provocó una conjura grupal que han cumplido: “Es algo que recuerdas cada día hasta ahora, que ya está olvidado. La mancha de mora con mora se quita”.