Banini: “Me pedí la falta contra el Madrid, sentía que podía... y entró”

La Copa que el Atlético conquistó en 2023, motivo por el que juega hoy la semifinal de la Supercopa frente al Levante (19:00, La 2), siempre estará asociada a un nombre y apellido: Estefanía Banini (Argentina, 1990). La centrocampista rojiblanca asistió a Lucía Moral ‘Wifi’ con un jugadón en el 88′ y anotó el 2-2 que mandó la final ante el Real Madrid a la prórroga en el 95′ de falta. No todas las heroínas llevan capa, pero la argentina juega como si la luciese...

—Le toca rencontrarse con Butarque y parece que con lluvia.

—Sí, la verdad que aquel día el clima no acompañó y ahora tampoco están muy lindos los días. Tenemos lindos recuerdos ahí y ojalá que podamos mantenerlos, que sean muy lindos, que podamos hacer un gran partido y que podamos repetir una linda historia ahí.

—La Copa fue su primer título en Europa, ¿sentía que lo merecía por toda su trayectoria?

—No sé si sentía que me lo merecía, pero sí lo busqué, lo busqué durante muchísimo tiempo y no se me había dado antes. Con el Levante jugué una final también y no se dio. Se me dio acá de la manera más linda y que jamás hubiese imaginado que fuese tan perfecto como fue: el rival, el tiempo, los minutos donde damos la vuelta al partido. La verdad que fue perfecto y me alegra muchísimo que haya sido en el Atlético porque me siento en casa.

—El 2-1 vino de una jugada increíble suya por la banda, ¿cómo la recuerda?

—Hay minutos que se juegan con la experiencia, con el corazón y con la garra. La verdad que ya estaba el partido en los últimos minutos y poco teníamos que perder. Siempre trataba de hacer esa jugada en el Barrio, en el club de donde salgo de Argentina. Pocos partidos los jugué así, como esa niña... Y me salió.

—Y después llega su famoso gol de falta, ¿alguna compañera más quiso lanzarla?

—Tenía buenas sensaciones, pero no sabía que la iba a meter. En un momento creo que se me acercó Irene (Guerrero, ahora en el United) y me la pide y le digo que no, que la pateaba yo y ella con toda confianza me dice: “dale, que la metes”. No me lo pensé mucho, no suelo pedir las cosas, las faltas, porque sí, si siento que estoy bien, que tengo buenas sensaciones, lo pido, y si no, dejo que patee una compañera que se sienta con confianza. Yo sentía que podía ser y entró.

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—¿En qué posición de mejores goles de su carrera lo coloca?

—Entre los tres primeros, sin duda, en el podio. Nos dio un título y por importancia, el minuto que era, la lluvia, darle la vuelta a un 2 a 0. Se dio todo perfecto. Todavía tengo marcado en mi pie con qué parte le pegué y cómo fue el impacto. Se me quedó grabada esa sensación y cuando entró, cuando tocó la tela.

—Y ahora están jugando la Supercopa por aquello, ¿se ve ganándola?

—No, a ver, es pronto. Tenemos un partido durísimo, nos enfrentamos a un rival que está muy bien, van muy bien en la liga, sabemos que esto ya es una final y la vamos a jugar como tal. Esperamos estar al nivel que nos pide el partido, pero sobre todo a nuestro nivel, que creo que eso es lo más importante. Vamos a enfrentarlo como podamos, con fútbol, con corazón, con garra... Vamos a tratar de sacarlo de todas las maneras.

—Usted llegó al Atlético desde el Levante...

—He compartido vestuario ya con poquitas jugadoras. Con las que yo estuve ya no están, pero guardo lindos recuerdos, conseguimos una clasificación para Champions, teníamos un gran grupo. Le tengo un gran cariño y un gran respeto al Levante.

—En Liga F empataron a uno en Buñol, ¿qué puntos fuertes destacaría del equipo?

—Ellas juegan muy bien, que el técnico también aporta muchísimo en lo táctico y esa es una de sus claves. No dependen de una jugadora, sino como conjunto. Además, también tiene muchas individualidades que por ahí te pueden desatascar un partido, como Mayra Ramírez o Alba Redondo. Pero estamos centradas en nosotras, en tratar de hacer un gran partido, llevar a cabo nuestro juego y ojalá que nos salga.

—¿Qué tal es llevar el brazalete del Atlético por primera vez?

—Muy lindo. Siempre dije que me siento identificada con los valores del Atlético y la verdad que fue muy emocionante para mí. Es muy difícil de ponerle palabras porque me he esforzado muchísimo para cumplir con el club, para estar a la altura y la verdad que llevar el brazalete es algo único para mí.

—Sus botas y su camiseta de la final de Copa están en el museo del Atlético como parte de su historia...

—Es muy difícil ser parte de la historia y que te recuerden por algo que hiciste en un club. Estoy superorgullosa, no solamente de lo que yo hice, sino de ese grupo que consiguió ese título y muy orgullosa de pertenecer a este club. Siento que es mi casa, independientemente del tiempo que lleve aquí yo lo siento así. Me alegra muchísimo que la gente lo pueda ver. Ese partido lo jugamos con el corazón.

—Una última, ¿qué le diría a su afición para que vaya a apoyarlas?

—Que saben que no nos vamos a rendir nunca, que tratamos de reflejar los valores que tiene el Atlético. Que los necesitamos a todos como aquella noche que hicimos historia todos juntos.

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