Arene Altonaga: “De un año a otro todo puede cambiar”
La jugadora del Eibar atiende a AS antes de comenzar la andadura del equipo vasco en la Liga F y repasa la temporada en Segunda División.
Canterana del Athletic de Bilbao, estuvo en las filas del conjunto rojiblanco durante ocho temporadas. Militó también en el Oiartzun y el Zaragoza, hasta que en el verano de 2018 recala en la Sociedad Deportiva Eibar. En los cinco años que lleva como ‘armera’ Arene Altonaga (País Vasco, 1993) ha vivido dos ascensos y un descenso, y una lesión del ligamento cruzado anterior y del menisco, viendo las dos caras del deporte. “De un año a otro las cosas pueden cambiar radicalmente”, es el aprendizaje que destaca la azulgrana de todo ello.
La capitana jugará por primera vez en una Liga Profesional, pero antes tuvo que pasar por momentos más complicados, tanto a nivel profesional como personal. En mayo de 2022 el conjunto vasco visitaba el campo del Atlético de Madrid y una dura derrota (3-1) certificó el descenso matemáticamente. La centrocampista recuerda amargamente cómo fue tras el pitido final: “Ya lo asumes, pero ya estás viendo desde antes que puede pasar”.
Prácticamente un año después de descender en Madrid, las jugadoras armeras viajaban a Granada con la posibilidad de volver a Primera. “Todas deseábamos y queríamos ascender directas”, confiesa Arene, y en el vestuario lo tenían claro, había que evitar el playoff: “Cuatro semanas, a final de temporada, se puede hacer muy largo”.
Con el pitido final en Extremadura, que confirmaba la derrota de Osasuna contra el Cacereño, en la ciudad granadina se desató la locura: “En pretemporada ninguna lo hubiésemos imaginado”. Las jugadoras festejaron con los allí desplazados como reconocimiento a todo el año: “Cuando ganas un partido duro y tienes con quién celebrarlo, la victoria parece todavía más bonita”, destaca la española, que solo tiene palabras de agradecimiento a la afición que “te apoya y está a las buenas y a las malas”.
No toda la temporada ha sido un camino fácil. Poco después de descender, la capitana sufría otro duro revés con el fallecimiento de su padre. “Para mí era una persona muy importante, que siempre ha estado conmigo y me ha apoyado”, destaca Arene, admitiendo que sus primeros pensamientos antes y después del partido ante el Granada fueron para él: “Es la persona que eché en falta en ese momento”.
Los inicios en Segunda división fueron “psicológicamente duros”, la ilusión por permanecer en Primera se había visto trastocada. Pero empezaba un nuevo curso con lavado de imagen en la plantilla y en el cuerpo técnico. “Se ha ido mucha gente que llevaba mucho tiempo aquí y necesitaba un cambio”, admite con pesar.
La llegada de “gente joven” renovó la “ilusión y las ganas” y los resultados, pese al empate inicial, hicieron que el equipo empezara a creer y a pensar “vamos a por ello que tenemos equipo para ascender”.
Un bloque sólido como principal arma de juego hizo que el equipo dirigido por Yerai llegara a la última jornada como el menos goleado y con posibilidades de ascenso. “Hemos sido un equipo muy difícil de atacar”, apunta Arene, que reconoce que, aunque genera “mayor tranquilidad” ganar por más de un gol, no es necesario más que uno “para conseguir tres puntos”.
El encuentro contra el Granada mostró esa faceta más defensiva del equipo armero y consiguieron rascar un punto, aunque las fuerzas “al final fallaban” los mensajes del banquillo recargaban las pilas: “Nos decían ‘venga’ que todo está bien”.
Gran parte de esos ánimos llegaban de una afición que ha apoyado desde el principio y que esperó a sus ‘campeonas’ en Ipurua para recibirlas como se merecían. “Fue increíble llegar y ver tanta gente”, rememora la jugadora vasca. Un estadio que las acogerá la temporada que viene, aunque para la capitana era casi un imposible: “Siempre decía, hasta que no lo vea no me lo creo”.
La centrocampista quiso dejar un mensaje para su afición: “Este año las gradas van a ser más grandes y vamos a necesitar que sigan viniendo”. Y destacó el que ha sido el principal aprendizaje de este año: “Hay que seguir adelante, trabajando y creyendo, porque nuevos retos y cosas bonitas van a llegar”. Esa es la filosofía de Arene y del Eibar y con ella comienzan su nueva historia en la Liga F.