Yazici: “Güler te sube la energía”

Consejero de Güler, compañero de Yoro y rival de Mbappé. El presente ha vuelto a Yusuf Yazici (Çaykara, Turquía, 1997) en una voz autorizada del cenital madridista. Mediapunta del Lille y pelotero, como dice el lenguaje de esa calle que corre por sus venas, de Turquía. Con AS, radiografía la actualidad. Del “Güler es un talento que oiremos muy a menudo” al “Yoro está destinado a jugar en clubes muy grandes”. También confiado en el efecto Mbappé (“tendrá mucho éxito en el Real Madrid”), aunque sin cicatrices por su marcha: “Afectará, pero los huecos siempre se llenan”. Y mirando con ambición a la Eurocopa, tras el fracaso turco en la última (pleno de derrotas en un grupo con Italia, Gales y Suiza): “Fue la mayor decepción de mi vida. [...] El objetivo, en esta, es superar lo de 2008 (semifinales)”. Tajante y claro. Así habla.

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Entrevista

―No jugó los dos últimos partidos con el Lille... ¡Pero qué temporada ha hecho, 12 goles!

―A nivel individual, buena. Fui el máximo anotador en competiciones europeas, intenté ayudar en muchas posiciones diferentes... y creo que lo conseguí. ¡La única en la que no jugué fue en defensa! Pero también sufrí una desafortunada lesión: en el 3′ contra el Lyon. Intenté continuar... e incluso di una asistencia, pero tenía un desgarro en el tendón de la ingle. Cuando me di cuenta de que no podía continuar, me fui al suelo. Estuve dos semanas fuera, pero ya estoy recuperando el ritmo. Ahora me encuentro mucho mejor. En general, creo que hemos hecho una buena temporada. Nuestro objetivo en Liga era estar entre los tres primeros, algo que se nos escapó por dos puntos. Y en Europa, casi llegamos a la final. Fue una temporada en la que luchamos hasta el final.

―¿En qué posición se siente más cómodo?

―He jugado en muchas a lo largo de mi carrera, adquiriendo diferentes experiencias. Gracias a ello, me he convertido en un jugador versátil. Pero disfruto arriba, contribuyendo al marcador y creando ocasiones. Pero, como he dicho, siempre jugaré donde se me necesite.

―Tuvieron la Conference muy cerca. En cuartos marcó el 1-0, luego André hizo el 2-0 y después... 2-1 y penaltis. ¿Cómo lo recuerda?

―Era uno de nuestros grandes objetivos. Llegamos a cuartos y jugamos contra el Aston Villa, otro favorito. A pesar de perder el primer partido (2-1), empezamos muy bien el segundo, marqué y nos pusimos con ventaja. El gol que encajamos en los últimos minutos nos desordenó, pero luchamos hasta el final y todo se decidió en los penaltis. Por desgracia, ese día la suerte no estuvo de nuestro lado. Queríamos mucho la copa y luchamos una barbaridad, pero a veces las cosas no suceden como uno las desea. Si hubiéramos pasado esa ronda, nos veíamos campeones.

―En Liga, compitió con el Mónaco y el Brest por el subcampeonato. ¿Tan imbatible es el PSG?

―Su plantilla e inversiones marcan la diferencia, pero no les hace imbatibles. El mayor ejemplo es cuando ganamos el título en 2021. Francia es una Liga en la que destaca la fuerza física. La base del fútbol aquí es la lucha. En cuanto al Lille, estamos tristes porque perdimos la ‘plaza Champions’ por dos puntos. Es frustrante perder nuestros dos objetivos por pequeños detalles, pero es la realidad. Pudimos haber sido mejores, pero el fútbol es así. Tienes que sacar tu máximo rendimiento cada día. Si no, te pasan por encima.

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―¿Hasta qué punto ha cambiado el paradigma de la Ligue 1 con la marcha de Mbappé?

―Es uno de los jugadores más influyentes del mundo. Su marcha afectará, sin duda, a la estructura de juego del PSG. Pero en el fútbol, los huecos siempre se llenan. Todos.

―¿Es Kylian mejor jugador para la Liga española, o para la Premier?

―Un jugador como él puede jugar cómodamente en cualquiera. Tiene todos los requisitos del fútbol moderno. Tendrá mucho éxito en el Real Madrid.

―Usted ha compartido vestuario con Yoro, pretendido por el Madrid. ¿Lo ve preparado para un grande? ¿Cuáles son sus cualidades?

―Yoro es, ante todo, una gran persona, alguien de fuertes principios. Disciplinado y trabajador. Sólo tenía 16 años cuando empezó a jugar con el primer equipo... y no ha cambiado. Sigue ejercitándose con la misma ambición. Mi opinión es que es, precisamente, el tipo de jugador que podría encajar en el Real Madrid. Ese perfil que a la mayoría de los grandes le encantaría tener en plantilla. Futbolísticamente da la impresión de llevar muchos años jugando en grandes ligas. Es muy tranquilo y ha tenido una actuación impecable en partidos importantes. Está destinado a jugar en clubes muy grandes.

―Aunque ahora todo gira en torno a la Eurocopa... ¿Cómo se sintió cuando recibió la llamada de Montella (seleccionador turco)?

―La selección es un honor, algo especial. Me alegré mucho cuando me llamó, mucho. Porque hay heridas que se me quedaron de la Eurocopa 2020. Borraremos los malos recuerdos e iremos con todo a por la de 2024. Percibimos un nuevo ambiente con Montella.

―A sus 27 es como un ‘veterano’. ¿Y cómo recuerda su primera convocatoria?

―Un sueño hecho realidad. Como digo, la camiseta nacional es el sueño de todo futbolista. Jugar, ganar y luchar por tu país. Fui convocado por primera vez por Fatih Terim: era 2017 y tenía 20 años. Es realmente difícil describir esa sensación de un veinteañero enfundándose la camiseta y saltando el campo.

―¿Siente esa responsabilidad de guiar a los más jóvenes? Porque hay mucho talento: Uzun, Yildiz, Güler...

―Tenemos un equipo muy joven, prometedor y repleto de nombres que representan maravillosamente a nuestro país. Por supuesto que comparto mis experiencias con ellos, uno siempre siente ese sentido de la responsabilidad. Pero tampoco creo que necesiten demasiados consejos. Güler es jugador del Real Madrid, un campeón de la Champions. En muy poco tiempo, allí, ha demostrado lo que es capaz de hacer. Será uno de los más importantes en los próximos años. Yildiz también es así, por ejemplo...

―¿Le ha sorprendido el rendimiento de Güler?

―Por supuesto que no. Es un talento especial, un gran futbolista y, sobre todo, una muy buena persona. El punto al que ha llegado no me sorprende en absoluto. Con el tiempo mejorará y alcanzará cotas mucho más altas. Hemos hablado mucho durante esta temporada. Es una persona curiosa y siempre dispuesta a aprender. Que se supera constantemente. Un talento que oiremos muy a menudo.

―¿Dónde cree que puede ser más decisivo? Muchos lo ven como el ‘nuevo Modric’, pero otros piensan que debería jugar más cerca de la portería...

―Es un talento de muy alto nivel. Su visión de juego, pases y capacidad de tiro son de primera categoría. En resumen, un jugador muy completo. A pesar de sufrir una desafortunada lesión al principio, demostró su calidad. Ha batido el récord del jugador ha marcado seis goles, en menos tiempo, con el Real Madrid. Arda es muy simpático y positivo. Ese perfil de futbolista que sube la energía del equipo. Puede contribuir en muchas posiciones y me permito decir lo siguiente: tanto si juega cerca de la portería, como lejos, estará en el lugar adecuado en el momento oportuno para marcar y asistir.

―¿Qué consejo le daría?

―Una pregunta difícil. Yo también hice mi primera salida al extranjero siendo muy joven. Dejé mi país con 22 años y me fui a Lille. Desde fuera puede no percibirse del todo, pero son procesos realmente difíciles. Dejar el hogar a una edad temprana, adaptarse a otro país y a otra cultura... es algo realmente duro. Creo que Güler lo está llevando de la mejor manera, haciendo muy bien. La simpatía que mostró en Cibeles, su forma de interactuar con los aficionados y el anuncio de Ancelotti fueron momentos muy bonitos. Claro que tendrá que afrontar dificultades, pero es capaz de superarlos con su talento y carácter.

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―¿Qué ha transmitido Montella al equipo? ¿Cree que Turquía puede ser una de las revelaciones?

―Ha traído un ambiente renovado y un nuevo sistema. Hemos atravesado una fase de preparación y nuestro juego está empezando a asentarse. El grupo está muy contento y el juego es más creativo en ataque. Somos uno de los equipos más prometedores de esta Eurocopa. Tenemos una plantilla muy buena y un entrenador que sabe cómo sacar el máximo partido.

―¿Se atreve a hacer una apuesta de hasta dónde llegará Turquía?

―De la Eurocopa 2020 nos fuimos con sabor agridulce. No conseguimos lo que queríamos y eso nos llevó a la decepción. Teníamos un equipo muy bueno... y éramos conscientes de las esperanzas depositadas. Ojalá hubiéramos alcanzado el éxito. Merecíamos el peso de esas expectativas y éramos conscientes de ellas, pero hicimos un mal torneo. Ahora queremos borrar los malos recuerdos y lograr un éxito que ocupe un lugar especial en nuestra historia. Somos capaces. Nuestros hermanos mayores alcanzaron las semifinales en 2008 y fueron eliminados por Alemania con un gol en el último minuto. El objetivo debe ser superar a aquel exitoso equipo.

―Aún no ha renovado con el Lille. ¿Cuáles son sus planes?

―Aún no he recibido ofertas, pero sí el interés de varios clubes. Italia, España y Alemania. A veces los cambios traen nuevas energías. El Lille ha ocupado un lugar muy especial en mi vida; echo la vista atrás y recuerdo todos los éxitos logrados... Fue hermoso. Sin embargo, nunca se puede predecir lo que deparará la vida profesional. Sinceramente, si ahora mismo dijera “este es mi plan”, estaría engañando. Pero si me voy, el Lille siempre ocupará un lugar muy especial en mi corazón.

―Se le ha relacionado con el Betis, Sevilla... ¿Le gustaría España?

―Es una de las cinco mejores ligas del mundo, todo futbolista querría jugar allí. Es un orgullo que me asocien a equipos consolidados y de éxito. Si llega una oferta de un club, con un plan y proyecto adecuado, en el que pueda contribuir y aportar algo a mi carrera, ¿por qué no?

―¿De dónde viene su amor por el fútbol?

―Es el amor de mi infancia, una pasión. Nací en Trabzon, una ciudad donde el día y la noche giran en torno al fútbol. Al crecer en una ciudad tan apasionada, era imposible no amarlo. Empecé a jugar en la calle desde muy joven... ¡Y me gustaba tanto, que hacía a mi familia pelearse para que volviera a casa, no quería! Más tarde, esa pasión se convirtió en mi profesión. Todavía me siento como si estuviera jugando un partido en la calle. Mantengo ese espíritu y pasión de aficionado.

―¿A qué se habría dedicado, de no haber sido futbolista?

―El fútbol ha formado parte de mi vida desde que nací. Incluso de niño, todos mis sueños giraban en torno a él. Ante esta situación, nunca pensé en otra profesión. Actualmente hago el trabajo con el que soñaba. Jamás tuve un ‘Plan B’.

―¿Cómo pasa su tiempo libre?

―Me encanta viajar. Descubrir nuevos lugares y probar nuevas comidas. Paso mis días libres viviendo nuevas experiencias.

―¿Quién es su mejor amigo en el fútbol?

―¡Siempre me han parecido difíciles estas preguntas! ¿Cómo elegir a una sola persona? Tengo muchos buenos amigos en este mundo. Si tengo que elegir de Trabzon, Olcay Şahan, mi compañero de habitación Olcay Abi. Del CSKA de Moscú, Jean-Philippe Gbamin. En el Lille, Gabriel Gudmundsson. Estos son los primeros nombres que me vienen a la cabeza.

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―¿Tenía algún ídolo de la infancia?

―Crecí con las leyendas de mi época. Veía tanto al Trabzonspor, el equipo de mi ciudad natal, como a estrellas mundiales en distintas ligas.. De niño, disfrutaba viendo el fútbol tanto como jugándolo. Sin embargo, no sería correcto mencionar a un solo ídolo. Había estrellas cuyos estilos de juego me gustaban, pero para ser sincero, nunca tuve un ídolo. Siempre preferí ser yo mismo. En lugar de seguir los pasos de alguien, elegí labrarme mi propio camino.

―¿Su mejor recuerdo en el fútbol?

―La 2020-21, con el Lille, ocupa un lugar especial en mi corazón. El título de Liga que ganamos y los éxitos individuales que conseguí hacen que sea inolvidable. El momento en que ganamos el campeonato es, por supuesto, inolvidable y debería estar en lo más alto. Pero mi triplete contra el Milan en San Siro también es muy especial, porque el último que lo consiguió fue Rivaldo. Durante 20 años, ningún visitante había marcado tres al Milan. Fue un momento de orgullo.

―¿Y el más amargo?

―La Eurocopa 2020 es la mayor decepción de mi vida. Acudimos con grandes esperanzas y regresamos con desilusión. Las expectativas que había puestas eran muy altas y no pudimos hacer que se sintieran orgullosos. Fue una de las peores experiencias de mi vida.

―Por último: ¿La anécdota más extraña que le haya ocurrido en el mundo del fútbol?

―En diciembre de 2019, sufrí una lesión del ligamento cruzado y me operaron en uno-dos meses. Estuve en Roma tanto para la operación, como para el tratamiento. Durante ese tiempo, empezó la pandemia y tuve que volver a Turquía. El centro donde estaba recibiendo tratamiento en Antalya estaba cerrado debido a la Covid-19. Tuve que volver a Trabzon y hacer ejercicio en casa por mi cuenta. Fue un momento difícil para todo el mundo, pero especialmente para mí, ya que coincidió con el periodo de recuperación.