Revolución en la Euro y revuelo en Bélgica: un ‘polígrafo’ para las manos

Los balones de la Eurocopa llevan incorporado un chip de geolocalización para detectar exactamente su posición ante jugadas polémicas en las que hubiera duda de si traspasa la línea o no, y también para reflejar la intensidad con la que se golpea la pelota, incluidas las manos.

Fue este detector de mentiras lo que determinó que Openda había rozado la pelota con la mano en la jugada con la que se originó el gol del empate de Lukaku ante Eslovaquia, a la postre anulado. Gracias a este sensor, el árbitro pudo determinar que había habido un toque del delantero belga con la mano y, tras considerar que era voluntario, decidió anular la acción. En Bélgica se ha armado bastante revuelo con el sistema.

Lo curioso es que esta evolución tiene su traslado a la realización televisiva mediante una gráfica que muestra, casi como un polígrafo, la manera en la que la intensidad del toque de alguien sobre la pelota se produce. Toda una revolución que llega a los hogares de manera inmediata a las jugadas más polémicas.

“El balón lleva un chip que transmite a un ordenador de la sala VOR y que recoge todos los toques. Ese detector lo ponen para que la gente sepa que cualquier toque de cabeza, pie... lo recoge el chip. Sobre todo, para los fueras de juego y decidir si un jugador interviene el balón o no”, explicó Iturralde en Carrusel.

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