Países Bajos Club de Fútbol
Dortmund espera a unos 80.000 hinchas neerlandeses, la mayoría sin entrada. La Oranje es una de las selecciones que dispone de carnet propio.
La fiebre Oranje llega a su punto más álgido. Numerosos aficionados neerlandeses han hecho todo lo posible para conseguir una entrada que les permita ver en vivo y en directo la semifinal ante Inglaterra este miércoles, en el Westfalenstadion de Dortmund. Pero, pase lo que pase, decenas de miles ellos ya saben que viajarán a la ciudad o a la fanzone simplemente para disfrutar del ambiente y pasárselo bien, aunque tengan que ver el encuentro en una pantalla de televisión.
La cercanía de esta ciudad alemana con la frontera de Países Bajos (unos 100 kilómetros) propicia además un desplazamiento masivo, aunque en su caso casi da igual: a Berlín, que se encuentra a 600 kilómetros, acudieron unos 30.000 hinchas naranjas y apenas un tercio de ellos pudo entrar al Olympiastadion para los cuartos de final contra Turquía. En esta ocasión la expectativas se multiplican casi por tres: entre 75 y 80.000 aficionados se han citado en Dortmund.
Es la primera vez en el campeonato que el equipo de Koeman juega tan cerca de Países Bajos. Los otros partidos en Hamburgo, Leipzig, Múnich y Berlín se disputaban en sedes bastante más lejanas. Para este duelo de Dortmund se han vendido 8.000 entradas a través de la Federación neerlandesa, KNVB. Además, hay cientos de aficionados de la Oranje que habían adquirido un ticket en la preventa de la UEFA. La directora de fútbol profesional de la KNVB, Marianne van Leeuwen, afirmó que espera que entre 10.000 y 15.000 hinchas del equipo naranja acudan al estadio. “También estamos trabajando en cómo recibir a los neerlandeses que viajen sin entrada. Habrá nuevamente, como ocurrió en Berlín, un paseo de animación para los aficionados y una zona para que aquellos que no entren puedan también ver el partido”.
En realidad, animar a los Países Bajos es prácticamente como hacerlo con un club. Se trata de una hinchada muy singular y fiel. La KNVB dispone de una especie de ‘carnet de socio’ por el que actualmente unos 15.000 neerlandeses ‘abonados’ pagan 17 euros al año. Ese dinero les da preferencia a la hora de sacar entradas para encuentros de su selección tanto en casa como a domicilio, y también en los grandes torneos.
Pero no sólo eso. La Federación, acostumbrada a los grandes desplazamientos de fans sin entrada, monta casi siempre y sobre todo en Eurocopas y Mundiales zonas especiales para ellos en las ciudades donde juega el equipo. Se trata, además del apoyo, de un negocio que deja muchos millones de euros cada temporada al máximo organismo del fútbol en aquel país.
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