Not today, Sir Gareth

Inglaterra había llegado a Berlín a base de milagros. Como dicen en las islas británicas, ‘miracles’. Uno detrás de otro. Bellingham, Saka y Watkins regaron durante todo el torneo el jardín infinito de Southgate. Si la Rosa Tudor es la flor característica de Inglaterra, el todavía seleccionador de los ‘Threes Lions’ las colecciona por montones. También en Alemania. Y parecía que, ante España, la historia volvería a repetirse. Bellingham, en la gran final de la Eurocopa, sí fue Bellingham. Pickford se convirtió en la peor pesadilla de Lamine. Stones se erigió en un muro, por momentos, infranqueable. Incluso Palmer, la precoz estrella de la que Southgate disponía, pero por suerte para la Selección española se dio cuenta demasiado tarde que tenía, a punto estuvo de ser el enésimo héroe de Inglaterra. Pero no.

Nico, primero; Oyarzabal, después; y Olmo, cuando toda España se temía lo peor, fueron Bellingham, Saka y Watkins. Los ‘milagros’, esta vez, llevaban nombre español. En su lugar, Southgate, además de poder regresar a las islas británicas con el título de ‘Sir’ bajo el brazo, tiene muchas posibilidades de seguir al frente de los ‘Three Lions’ más allá de diciembre de 2024, cuando expira su actual contrato. La mejor, y malograda, generación de futbolistas ingleses volverá a tocar plata, con o sin Southgate, pero hoy no, Sir Gareth.