Los datos de las prórrogas en las Eurocopas: la mayoría se resuelven en penaltis
En esta edición de la Eurocopa ha habido dos prórrogas: una resuelta en los 30 minutos extra (Inglaterra 2 - Eslovenia 1) y otra en los penaltis (Portugal 0 (3) - Eslovenia 0 (0)). En la historia de la competición, la mayoría van a la muerte súbita.
En el fútbol no existe debate en el que todos los espectadores estén de acuerdo. Es algo que quedó demostrado en el Alemania - Dinamarca, cuando el fuera de juego semiautomático negó a Andersen el tanto que adelantaba a los daneses y poco después el VAR confirmó una mano dentro del área del mismo defensor nórdico. Para unos un milímetro no es suficiente para señalar fuera de juego porque el atacante no saca ventaja y los otros replican: “¿Y dónde ponemos el límite?”. La tecnología ha estado cuestionada desde que entró al fútbol, pero en los últimos años se están abriendo otras discusiones, como la eliminación de la prórroga, ya que el espectador tiene la sensación de que no son de mucha utilidad.
En la presente edición de la Eurocopa, dos de los ocho encuentros de octavos de final necesitaron la prórroga o los penaltis para dilucidar el ganador. En el Inglaterra - Eslovenia la tarea fue sencilla para los ingleses, pues Harry Kane necesitó menos de un minuto de la primera parte de la prórroga para culminar la remontada y clasificar a los ‘Three Lions’ a cuartos de final. Sin embargo, el Portugal - Eslovenia, que se terminó decidiendo en penaltis, ofrece una razón más para revisar los datos y ver si las prórrogas son útiles.
Desde 1976, año en el que se introdujeron las tandas de penaltis en las fases finales de la Eurocopa, han sido 38 los encuentros que han necesitado, o bien 30 minutos más o una tanda de penaltis. Los datos de Opta revelan que, de esas 38 prórrogas, 16 se decidieron en el mismo tiempo extra y 22 tuvieron que ir a los lanzamientos desde los 11 metros. O lo que es lo mismo, en el 42% la prórroga sirvió para determinar el ganador y el otro 57,9% se marchó a la muerte súbita.
Datos de las prórrogas en Eurocopas desde 1976, año en el que se introdujeron las tandas (Opta)
| Prórrogas | Tandas | Decididas en la prórroga | Decididas en penaltis | % decididas en la prórroga | % decididas en penaltis |
| 38 | 22 | 16 | 22 | 42,1% | 57,9% |
El dato, a pesar de que en la historia de la Eurocopa la mayoría de encuentros que finalizan en empate tras el tiempo reglamentario llegan a los penaltis, no es suficientemente amplio como para dar la razón a aquellos que creen que 90 minutos son suficientes y, que si un equipo no es capaz de obtener ventaja, la mejor solución es obviar la prórroga y decidirlo desde el punto fatídico. En las prórrogas es habitual ver a los equipos tomar pocos riesgos y que el ritmo de juego sea plomizo, pues ambos prefieren no perder a arriesgar y perder la oportunidad de jugárselo todo a una carta: los penaltis. Pero, ¿la solución es eliminar las prórrogas? ¿Mejor el gol de oro, un punto intermedio?
España, especialista en empates
La Selección española es uno de los combinados especialistas en empatar en las fases finales de Eurocopas y Mundiales. Sus eliminaciones más recientes (Rusia en 2018, Italia en 2021 y Marruecos en 2022) tienen denominador común: las tandas de penaltis. Esto, que habla mal de la última etapa de ‘La Roja’, refleja varias cosas: la complejidad de ganar a España en 120 minutos, la incapacidad de la Selección para hacer daño a equipos que se repliegan y la falta de determinación en los lanzamientos desde los 11 metros.
Pero la Selección también ha vivido grandes momentos en prórrogas y tandas. De hecho, en todos los grandes torneos que ha ganado (3 Eurocopas y 1 Mundial) ha necesitado, mínimo, del tiempo extra en alguna de las eliminatorias. En 1964, la Selección batió 2-1 a Hungría en semifinales de la Eurocopa gracias a un gol de Amancio Amaro en el minuto 112. Después en la final se enfrentó a la Unión Soviética, encuentro que también terminó 2-1, pero esta vez no hizo falta la prórroga.
En 2008, año en el que comenzó la época dorada de España, tuvo lugar uno de los momentos más importantes para el devenir del fútbol nacional: la tanda de penaltis ante Italia. El lanzamiento de Cesc Fàbregas certificó el pase a semifinales, donde el conjunto de Luis Aragonés aplastó a Rusia (3-0) En la final, el gol de Fernando Torres ante Alemania dio inicio a 6 años inolvidables.
El gol de Andrés Iniesta ante Holanda, que condensó una forma de entender el fútbol y aupó con merecimiento a una generación extraordinaria de futbolistas, también llegó en la prórroga. En aquel Mundial, la Selección ganó las cuatro eliminatorias por 1-0, donde mostró un fútbol total pero también supo sufrir y aguantar el juego duro de los neerlandeses en la final.
Y en 2012, de nuevo Cesc Fàbregas, fue decisivo en el camino de ‘La Roja’ a la tercera Eurocopa. Antes de realizar una de las mayores exhibiciones vistas en una final de la Eurocopa, la Selección tuvo que superar a Portugal, un duro escollo. El encuentro quedó 0-0 y la prórroga no decidió el finalista, por lo que, otra vez los penaltis, se cruzaron cara a cara ante España. El equipo entrenado por Vicente del Bosque creyó que una tanda ya era suficiente sufrimiento y le endosaron un 4-0 a Italia en la final, que es la mejor forma de acabar un torneo.
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