Francia entra en campaña contra Le Pen
La selección francesa se pronuncia en contra del partido de extrema derecha antes de las elecciones legislativas y prepara un acto para manifestarlo.
El fútbol y la política no van de la mano, pero casi siempre acaban entremezclados. En los días previos a la Eurocopa, justo después de las elecciones europeas, en el vestuario de la selección francesa se habla muy poco de fútbol y bastante de la situación social que vive actualmente el país galo. Después de las palabras de Kylian Mbappé en la previa del encuentro contra Austria, haciendo un llamamiento a los jóvenes para que voten, todas las miradas están puestas ahora en las elecciones legislativas del 30 de junio.
El partido de Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional (RN), obtuvo una victoria aplastante en las últimas elecciones europeas, asestándole una bofetada histórica a Renacimiento, el partido de Emmanuel Macron. El presidente de la República, tras disolver la Asamblea Nacional, convocó elecciones, previstas para el 30 de junio, segunda vuelta una semana después, por lo que los jugadores de la selección francesa, arraigados a la política, muchos hijos de inmigrantes, se han expresado recientemente, pero lo que realmente ha generado un efecto llamada ha sido Kylian Mbappé.
“No tengo ganas de representar a un país que no corresponde a mis valores”, “estoy lejos de los extremos, de los partidos que dividen” o “el partido contra Austria no es más importante que la situación que vive mi país” fueron varias de las palabras proferidas por Mbappé, aludiendo indirectamente a Marine Le Pen, que siempre, como su padre, cuestionó el origen multicultural de muchos de los integrantes de la selección francesa, enfrentándose incluso a Zinedine Zidane.
La Federación Francesa de Fútbol, un día antes de la rueda de prensa de Kylian Mbappé, sacó un largo y tendido comunicado en el que los jugadores de la selección “habían podido expresarse libremente, según sus propias convicciones y sensibilidades” y que, además, “apoyaba el llamamiento a votar, una exigencia democrática”, reiterando que su posición neutral no le permitía inclinarse hacia una ideología política determinada y, por tanto, lavándose las manos.
Las palabras de Kylian Mbappé se asemejan a las de Zinedine Zidane, que en 2022, después de que Jean-Marie Le Pen accediera a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, apostilló: “La gente tiene que votar. Es muy importante. Y, sobre todo, hay que pensar en las consecuencias que puede tener votar a un partido que no corresponde para nada con los valores de Francia. Soy francés. Mi padre es argelino. Estoy orgulloso de ser francés y estoy orgulloso de que mi padre sea argelino”. Jean-Marie Le Pen, en 1996, había concitado una polémica desmesurada tras aseverar que “es artificial que se haga venir a extranjeros y luego se les bautice como equipo de Francia. Estos jugadores son representantes del papeleo”.
El partido de Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional, aboga por una selección francesa sin tanta multiculturalidad, los franceses de primera y segunda, lo que ha enervado a las altas instancias del fútbol francés, sobre todo a los jugadores, principales actores del plano internacional actualmente. El propio Mbappé, en la previa del partido frente a Austria, dijo que los integrantes de la selección francesa están preparando un acto para expresarse respecto a su temor de una victoria de la extrema derecha en las próximas elecciones legislativas.
Posiblemente los comicios más importantes del siglo, los que pueden marcar un antes y un después en la sociedad francesa (y europea), podrían afectar directamente al fútbol. El próximo 30 de junio, si la selección francesa juega en la Eurocopa y si la hora del encuentro coincide con el tramo final de las elecciones legislativas, TF1, canal encargado de retransmitir los partidos de Les Bleus, podría no televisar el encuentro, dando absoluta prioridad al presente y futuro de la Asamblea Nacional Francesa.
El cordón sanitario de Francia hacia Marine Le Pen ya ha comenzado. Un Frente Popular se ha consumado en los últimos días, con partidos de izquierdas, para frenar su asalto al poder. “Los extremos están a las puertas del poder”, deslizó Mbappé este domingo. En Francia, el fútbol y la política han ido prácticamente siempre de la mano, máxime después del auge de un partido que considera que la selección no tiene raíces puramente francesas.
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