PORTUGAL | COPA DE LA LIGA
El Oporto revive la pesadilla
El Estoril se mete en la Final Four de la Taça de la Liga tras derrotar al Oporto (3-1), al que ya había retratado en Liga. La revelación de Portugal inspirada en el Girona de Míchel.
El Estoril se ha convertido por méritos propios en la bestia negra del Oporto. Si ya ganó en el Estadio do Dragao en Liga hace apenas un mes, este miércoles también le derrotó (3-1), esta vez en Estoril, para clasificarse para la Final Four de la Copa de la Liga lusa, la Taça de la Liga en la que los dragones defendían título. Dos encuentros que marcan el renacimiento de este modesto club que ha llegado a ser colista liguero y que, con el cambio de entrenador y la llegada del prometedor Vasco Seabra al banquillo, no sólo ha salido de la zona peligrosa, sino que ahora ha firmado un capítulo de oro en la historia del club al meterse en la lucha por un título.
Un encuentro que, en el tramo inicial, parecía abocado a ser una revancha del Oporto ante un Estoril que alineó al español Raúl Parra de inicio. Conceiçao marcó el 0-1, pero el VAR lo anuló y comenzó la pesadilla para los dragones. A los pocos minutos, Cassiano aprovechó un pase en profundidad para marcar el 1-0 y desatar la fiesta en el Antonio Coimbra da Mota. Sin embargo, Pepê, tras una bonita asistencia de Taremi, logró la igualada antes del descanso. El segundo tiempo sí que terminó de torcer el gesto a los dragones, cuyos diferentes cambios tácticos (Nico y Toni Martínez fueron algunos de los recursos) sí sacudieron el partido y adelantaron al equipo, pero parecieron también desordenar la zaga del Oporto y dejar muchos huecos.
Y esa circunstancia la aprovechó Guitane, ya en el tiempo de descuento, para hacer el 2-1 con una jugada individual que dejó retratada a la defensa del campeón. Para colmo, cuando el Oporto intentaba el empate a la desesperada, Carmo derribó dentro del área a Koindredi. El penalti, convertido por Joao Carlos, supuso la puntilla a un Oporto que se la juega la semana que viene en Champions. Y fue la guinda de la fiesta de este Estoril de Vasco Seabra, un técnico que, en el tiempo que estuvo sin equipo, se dedicó a estudiar métodos de trabajo en el extranjero como el Girona de Míchel. Ahora lo pone en práctica en una de las grandes revelaciones del fútbol portugués.
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