El Athletic se reengancha a Europa en un San Mamés gélido
Partido para olvidar y triunfo bilbaíno ante un Celta desganado sin a Aspas. Enorme silencio en el estadio por la huelga de la Grada Popular.
El Athletic-Celta venía acreditado por la reciente trayectoria de ambos equipos. Jornadas deprimentes y caída al vacío sin remisión. En ella sigue el equipo olívico, que parece fiarse en exceso de lo que dicen los ordenadores: un uno por ciento de probabilidades de descender. Uno mira la tabla y piensa que es un alarde de optimismo absoluto. El Athletic cumplió su cometido, lo que tenía que hacer, ni más ni menos: romper la mala dinámica con un triunfo que le catapultara de nuevo a la séptima plaza tras la derrota del Girona. Prueba superada con dos arreones y mucho frío, una platea en ‘modo teatro’ por el silencio reivindicativo de la Grada Popular. En ese ambiente tan enrarecido, lo importante era ganar, el brillo ya quedará para otro día. Sólo metió algo de nervio el grupo de Valverde en un ratito tras igualar Larsen el tanto de Iñaki Williams. Lo demás fue para olvidar.
Hoy en día el fútbol no tiene nada que ver con aquel de campos de barro y un árbitro legitimado para tomar todas las decisiones y no coartado por la tecnología del videoarbitraje. Ahora es difícil empezar un encuentro sin un homenaje: a deportistas célebres, a abanderados del entorno del equipo donde se juega el choque, a socios muy antiguos... acabará rindiéndose tributo a los pantanos que sirven el agua para regar el césped. Y luego está lo de las franjas horarias que pone LaLiga. Sacar de medio campo a las 16:15 horas, por ejemplo, hace dudar: ¿como algo rápido o desayuno fuerte y cargo bien en la cena? Un rollo. Por último, está lo de las Gradas de Animación. Hay competencia por tener la más ruidosa, porque se considera que marcan goles.
Pues todo ese batiburrillo se dio cita en San Mamés. Y al final el peso neto de cada encuentro lo aporta, cómo no, el fútbol. En una hora tan mala, con los aficionados más impetuosos de huelga porque se sienten perseguidos y en medio de un frío ambiental que no se recordaba desde hace años en Bilbao, habló la pelota. A los cinco minutos, centró De Marcos al área completamente solo, se adelantó Iñaki Williams a un Aidoo que estaba en la siesta y la colocó de cabeza muy bien al palo largo. Atacó muy bien el balón, algo que no hizo el ghanés. Si todo resultaba extraño, más era ver un tanto por los cielos de una de las centellas de la Liga. Ni eso activó a una grada que parecía estar de pretemporada, ni a dos equipos dispuestos a que pasara el tiempo sin dañarse mutuamente.
Poca más con miga hubo en un primer tiempo con tanto eco por la ausencia de cánticos. Un ritmo muy lento, sin intensidad y en tercera dentro de una caja de cambios de seis marchas. O, mejor dicho, con el freno de mano echado. El Celta estaba encogido, y eso que la permanencia la tiene casi en la mano, como pesaroso por las tres derrotas consecutivas que acumulaba. Y eso que tenía por dentro a Veiga. Beltrán y Óscar, futbolistas con buen pie. Solo tres detallitos para ir al descanso. Para empezar, un balón cruzado de Berenguer en el 19 que desvió Iván Villar cuando Iñaki acudía a remachar. Beltrán cayó lesionado y dejó su sitio a De la Torre, lo que desequilibró bastante al equipo celeste, que estaba sin Tapia. Carles Pérez presentó en el 32′ un balón muy claro a Gabri Veiga, que mostró parte de su clase al intentar colocar el cuero a la escuadra, pero iba muy blandita y dio tiempo a Simón para protagonizar un vuelo sin motor. El mismo que Villar poco después a remate de Yuri en un córner.
Carvalhal veía que algo tenía que hacer y metió a Mingueza de lateral, uno de esos inventos que concibieron en el Camp Nou y no funcionan. El partido seguía siendo plomizo. El Celta dio un pequeñito paso al frente y Miguel Rodríguez, en una bonita progresión por el costado izquierdo, cedió con un globito a Larsen, que anotó el empate de cabeza en parábola. Eso fue en el minuto 50 y la Grada Popular entendió que aquello se podía ir de las manos. Y lanzó un par de ráfagas de aliento. Al fin y al cabo, para un seguidor que puebla una zona de animación y al que hacen un jugoso descuento por acomodarse ahí y dejarse la garganta, no parece muy lógica su decisión de no abrir la boca en 90 minutos ¿no?
Si al Athletic le vino de perillas abrir la lata en el minuto 5, parecía curarle los males una reacción tan rápida al mazazo del 1-1. Comenzó la carga del área olívica y en el 54′ Berenguer se vio ayudado por una defensa digamos que de acompañamiento de Mingueza para meter un golazo, un potente disparo colocado al palo largo, no anotaba desde septiembre. Los ordenadores le daban un 3,8 por ciento de probabilidades de perforar la meta, pero ya que llevaba tan larga sequía, destrozó la lógica por todo lo alto. Un poco más adelante casi certifica el doblete, con un zambombazo que repelió el travesaño.
Lo intentó poco después Galán, pero la bola se le fue arriba. El pulso seguía muy aburrido, con el Celta haciendo una presión muy suave y un Athletic al le costaba tener el balón y progresar. La tarde caminaba extraña y Herrera contribuyó a darle más carrete. No duró 15 minutos, ya que sufrió su sexta lesión de la temporada, un problema muscular. Carvalhal mandó al verde a Paciencia para dejar caer el telón con dos nueves de área. El nerviosismo por ambos bandos era desesperante, y eso con un Paciencia entre los 22. Dani García cayó en una mala posición ante Carles Pérez y también se fue tocado, en una rodilla. El Celta acabó su tarde de pereza y somnolencia con dos nueves ávidos de rematar, pero sin un equipo centrando balones al área. ¡Mira que son ganas de agobiarse y dejar claro que sin Aspas esta gente estaría hace tiempo en Segunda! Su público les puede hacer pagar cara, con una bronca, tanta apatía. La tarde de marcianos acabó con pitos a un ex, a Núñez, primero tan querido y luego tan discutido, por un rifirrafe con Raúl García. Otra contradicción: había sesión de gargantas caídas pero no de reproches. Lo mejor, que se acabó. Aunque se hizo interminable.
- 1 Unai Simón
- 17 Yuri
- 31 Aitor Paredes
- 18 De Marcos
- 3 Daniel Vivian
- 8 O. Sancet
- 11 Nico Williams (58')
- 10 Muniain (82')
- 14 Dani García (81')
- 7 Berenguer
- 9 Williams (82')
- Banquillo
- 16 Unai Vencedor
- 22 Raúl García (82')
- 24 Balenziaga
- 13 Julen Agirrezabala
- 23 Ander Herrera (74')
- 29 Malcom Adu (82')
- 30 Unai Gómez
- 21 Capa
- 15 Lekue
- 6 Vesga (74')
- 12 Guruzeta
- 19 Oier Zarraga (81')
- 13 Iván Villar
- 15 Joseph Aidoo
- 4 Unai Núñez
- 17 Javi Galán
- 20 Kevin Vázquez (45')
- 5 Óscar Rodríguez
- 7 Carles Perez
- 8 Fran Beltrán (23')
- 11 Franco Cervi (45')
- 18 Jorgen Strand Larsen (60')
- 24 Gabriel Veiga (76')
- Banquillo
- 23 Luca De La Torre (23')
- 19 Williot Swedberg
- 26 Carlos Domínguez
- 29 Miguel Rodriguez (45')
- 22 Seferovic (60')
- 34 Christian Sánchez
- 31 Coke Carrillo
- 9 Paciencia (76')
- 21 Augusto Solari
- 3 Óscar Mingueza (45')
- 2 Hugo Mallo
Cambios
Luca de la Torre (23', Fran Beltrán), Miguel Rodriguez (45', Franco Cervi), Óscar Mingueza (45', Kevin Vázquez), Ander Herrera (58', Nico Williams), Haris Seferovic (60', Jørgen Strand Larsen), Mikel Vesga (74', Ander Herrera), Gonçalo Paciência (76', Gabri Veiga), Oier Zarraga (81', Dani García), Raúl García (82', Iker Muniain), Malcom Adu (82', Iñaki Williams)
Goles
1-0, 4': Williams, 1-1, 49': Jorgen Strand Larsen, 2-1, 53': Berenguer
Tarjetas
Arbitro: Mario Melero López
Arbitro VAR: José Luis Munuera Montero, Jorge Figueroa Vázquez
Aitor Paredes (33',Amarilla) Nico Williams (38',Amarilla) Luca De La Torre (64',Amarilla) Dani García (81',Amarilla) Raúl García (89',Amarilla)