AMISTOSO | ASTON VILLA 3 - ATHLETIC 2
El Athletic se derrite fuera de casa este verano
Los leones pudieron igualar en dos ocasiones ante el Aston Villa, pero a la tercera ya claudicaron. Todo derrotas fuera de Bizkaia en pretemporada.
Tres viajes fuera de Bizkaia y tres derrotas. En Lasesarre, dos veces, y Las Llanas labor impecable, y fuera, tropiezos. Parece que los leones se sienten desprotegidos lejos del calor de su gente y, cuidado, que este año les toca moverse por el Viejo Continente. Con distinto perfil, pero tres resultados adversos que obligan a seguir mejorando. Los del Sporting de Lisboa y Aston Villa tuvieron cierta similitud, dos rivales de Champions, tres goles y decidieron las veloces transiciones de ambos. En Inglaterra el equipo de Valverde se aficionó a jugar a remolque y, tras igualar en dos ocasiones, a la tercera ya claudicó. Fue un interesante intercambio de golpes, pero con el 3-2 y ya sin tiempo para más, no hay quien se levante.
El fondo de armario de Emery es claramente superior y a Txingurri le faltan piezas importantes. Eso sí, Guruzeta ha vuelto. El delantero donostiarra se perdió la parte final de la pasada campaña por culpa de una apendicitis aguda, que le obligó a pasar por el quirófano, y ya sabía que debe esmerarse este año para alcanzar el excelente nivel reciente y luchar contra la competencia que le ha traído Djaló, un polivalente delantero que estaba siendo la sensación del verano. Gorka no se había estrenado aún y lo hizo de la mejor manera posible: con un golazo marca de la casa, tras asistencia de Iñaki Williams y remate de puro nueve en el área con la derecha en una posición complicada. Sirvió para empatar por segunda ocasión al Athletic ante un Aston Villa muy chisposo, al que anularon dos goles por fuera de juego, uno de ellos de vaselina muy dudoso.
El cuadro británico, un equipo que no ha dejado de crecer desde la reciente tutela de Emery, elevó la exigencia en la pretemporada bilbaína. Los villanos han ido ganando brillo en Europa entrando en la Conference y este año, la Champions. Se han ido Coutinho, Douglas Luiz y Diaby y han ingresado un pastizal por salidas, pero vuelven a ser un club muy respetado en el Viejo Continente. Para Valverde era una prueba de lo más clarificadora para ver por dónde va su tropa y puso en liza un equipo que, a la espera de si Agirrezabala llega a tiempo dentro de una semana, bien podría saltar a San Mamés ante el Getafe en el estreno liguero. Los leones siguen encajando mucho, les cuesta contener a equipos con ritmo, sobre todo en medio campo, que deja filtrar balones para que los puntas rivales se planten sin aparente dificultad en el área bilbaína. Los británicos encontraron bien los espacios.
El primer tiempo resultó un puro divertimento, quizás no tanto en la mente de los entrenadores, que veían cómo se sucedían las ocasiones en las dos áreas sin tregua ni control. El Aston Villa golpeó pronto. Una asignatura pendiente este verano en los cuadernos de Valverde, ya que ante el Burgos recibieron gol en el primer minuto y ante el Sporting de Portugal, en el diez. Esta vez fue en el cuatro, tras una larga posesión del Aston Villa, que metió un balón profundo para que Ramsey jugara el mano a mano con Padilla y colara la pelota a este por debajo de las piernas.
Si algo está mostrando el Athletic en los últimos tiempos es capacidad de reacción. Recibe golpes, pero cuanto más duros son, más carácter y laboriosidad muestra. No quiso esperar mucho para empezar a coleccionar ocasiones. Tuvo Sancet un par de ellas claras. La presión era muy efectiva ante la salida del juego con muchos toques del equipo de Emery. Padilla se lució ante Tielemans en el minuto 12. Le hace falta al joven meta dosis de confianza. Y eso que acabó dolorido en un brazo, lo que faltaba. A los locales les anularon un tanto de vaselina por un fuera de juego que no lo parecía o era muy justo. El empate llegó por vía aérea. Cabezazos de Prados y Paredes antes de que el balón llegara a Yeray, que la controló muy bien, como un delantero, y definió con toda la tranquilidad del mundo.
Valverde puso de inicio en el segundo tiempo un once más clásico, con Guruzeta como nueve. A la hora de juego, otro balón a la carrera, esta vez por la izquierda, permitió deshacer la igualada a Philogene, con poco ángulo y ante un Padilla que pudo hacer más. Al menos se pudo reponer posteriormente con una buena parada ante Iling-Junior. Guruzeta empató con un gran tanto en el 72′. Los leones iban perdiendo finura: Gorosabel cedió un balón muy claro a Sancet en el área y cuando este se disponía a rematar a meta, se cruzó Vesga y le golpeó en la espalda de forma dolorosa. Martón experimentó en el costado derecho extremo y Duñabeitia tuvo la mala suerte de entrar y salir casi al mismo tiempo al sentir unas molestias. Dejó su sitio a Olabarrieta. Hugo Rincón formó unos instantes para despedirse antes de salir cedido al Mirandés. Saltaron todos al verde menos Gastesi. El once final era casi de circunstancias y era normal aprobar el 3-2. Con el equipo desordenado tras los cambios y las posiciones embarulladas, en otro contragolpe, repitiendo la escena que ya se vio ante el Sporting, el Aston Villa se adelantó por tercera vez, esta vez la definitiva. Los visitantes, al menos, cayeron con las botas puestas, por ir con valentía a por la victoria.
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