El Athletic arranca sin fuelle
Los leones pierden el Trofeo Árbol de Gernika ante el Chivas tras caer por 2-0, el mismo resultado de la ida en Bilbao, y ceder en la tanda de penaltis.
EI imponente estadio Akron de Guadalajara albergó más pinceladas de hermanamiento entre clubes medio emparentados que dosis de fútbol. Muchos abrazos entre Chivas y Athletic, dos entidades rojiblancas que aman trabajar la cantera y que juegan con futbolistas del país, la primera, y del entorno, la segunda. Saben como nadie lo que es mantener la tradición y su singular filosofía. Lo de menos casi era el novedoso Trofeo Árbol de Gernika, articulado entre el parón mundialista y este verano al viejo estilo: en caso de victoria de cada uno en la ida y la vuelta, se desempata en los penaltis. Y ahí fueron mejores los aztecas: 4-2, merced a los fallos de Raúl García, que quiso lanzar a lo Panenka y envió la bola al larguero; y Vencedor, al que se atajó el meta Rangel. Hasta en esa tanda hubo elementos con mucho sentimentalismo, porque por parte bilbaína la afrontó Padilla, nacido en Zarautz como Iribar y con madre mexicana. De hecho, muchos apuntan que puede ser el futuro guardián del marco del Tri.
Whalley, un portero nacido en zaragoza y con triple nacionalidad; española, mexicana e inglesa, muy conocido tras su paso por unos cuantos equipos en nuestro país, debutó con Chivas, lo mismo que Erik Gutierrez. El partido de vuelta registró el mismo marcador de San Mamés: 2-0. Una derrota de la que no se puede extraer ni la más mínima conclusión. Porque los leones llevan solo diez días de trabajo y se enfrentaban a un Chivas que es líder del Apertura tras tres jornadas, o sea, que llevan mucho más avanzada su preparación. Además, la tropa de Valverde tiene bajas sensibles, la de los Sub-21 y algunos hombres importantes que se han quedado en Lezama poniéndose a tono. El largo viaje hasta México también pesó lo suyo, como la altura y los 28 grados a las 12:00, hora local fijada para el inicio del choque, de aquí que hubiera pausas para hidratarse. Por si fuera poco, el terreno de juego estaba muy irregular y seco, así que no daba para florituras ni para admirar la explosividad de Nico Williams, aunque éste aún anda cargando las baterías. Estas citas sirven para estrechar lazos con la comunidad norteamericana (se vieron muchas ikurriñas en la grada), pero no les ha hecho mucha gracia a los jugadores. Briseño es el único que se metió los 90 minutos entre pecho y espalda y hubo siete futbolistas del equipo de Paunovic que se quedaron en el banquillo sin salir.
Unai Simón casi se subió al avión del equipo tras las vacaciones y ya partió como titular. El Txingurri dispuso dos onces, y solo Martón se quedó sin jugar. El de la segunda parte estuvo más ágil y con ideas claras, pero se nota que no está Iñigo atrás; la salida del balón es una tortura y las pérdidas provocan goles. De inicio, apuntes como los Nicos (Williams y Serrano) por las bandas, como en los viejos tiempos, y Bita en medio, aunque perdió muchos balones y se vio desbordado y muy metido atrás por la mayor agresividad local. Prados ejerció de central, como en gran parte del curso precedente en el Mirandés de Etxeberria. Tan sólo Serrano tuvo alguna opción de cara a meta, pero sus tiros se fueron desviados. Hugo Rincón llegó tarde a un balón que tenía veneno y se tropezó, Mayorga aprovechó el favor para profundizar y ceder a Pavel Pérez en boca de gol. El duelo bajó el ritmo tras el tanto, pero poco a poco el Guadalajara de Paunovic recuperó el protagonismo ante un adversario que generó muy poco fútbol.
Tras el descanso, redebutó como león Galarreta, única cara nueva de este curso, y pidió muchos balones al pie para dar fluidez al ataque en compañía de Vesga. Se conectaron las líneas, había creación y al fin se visitaba el área rival con asiduidad. Unai Gómez jugó de mediapunta y Morcillo actuó de lateral izquierdo. Fue suya una delicatesen con caño a Padilla. Otro error grosero, esta vez de Nolaskoain, en un pase horizontal en primera línea que nunca se debe dar... y el presente esta vez lo recogió Brígido, que cedió a Yael Padilla y éste cruzó magníficamente con la zurda. Un chaval muy joven, canterano, con el dorsal 207 y la frente llena de bronceador, el denominado ‘bloqueador solar’. Marcó con la zurda tras un pase de Brígido en el minuto 72. Frente al gran acierto azteca ante la meta, las ocasiones malogradas por el frente ofensivo visitante, que además se quedó sin Berenguer por una roja inexplicable. El árbitro se pasó de la raya con las tarjetas en un amistoso en el que solo faltó abrazarse en medio campo. Ricardo Marín, Cristian Calderón, Gilberto Sepúlveda y Juan Brígido marcaron por los mexicanos, en tanto Mikel Vesga y Jon Morcillo lo hicieron por los visitantes. El protocolo final con la entrega del trofeo contó con el protagonismo de Mikel Arriola, el Tebas mexicano, presidente de la Liga MX. El jueves, otro test, ante el Necaxa. Y todos a casa, que lo están deseando.