Desplome del Athletic en la segunda parte ante el Celtic
Tras unos 45 minutos de lo más interesantes, con goles gracias a la asfixiante presión, el equipo muestra carencias defensivas en Glasgow.
El Athletic aún debe reparar muchos desperfectos en defensa, porque no está para comenzar la Liga. Le restan otros dos amistosos programados esta semana y cinco días de la próxima antes de recibir nada menos que al Real Madrid en San Mamés, en el día marcado para levantar el telón de la temporada. Ante el Celtic buscaba un triunfo de esos de enorme prestigio, que dispara la moral hacia las nubes y puede dibujar una pretemporada notable. Pero a la hora de la verdad, se sumó al homenaje a la leyenda Forrest, un centrocampista de 32 años nacido a 45 kilómetros de Glasgow y que es un One Club Man. Tal vez no quiso aguar la fiesta a un hombre que puso el estadio a sus pies, en un pulso que también tenía tintes benéficos. Un campo que visitaba por primera vez el conjunto bilbaíno y que le amilanó mucho tras el descanso. Pasillo de honor de inicio y en cuatro minutos horribles en la segunda parte, que permitieron remontar al conjunto escocés. Los leones no supieron proteger su ventaja, tener el balón y espantar los fallos en las marcas, y se plegaron a la voluntad de un rival mucho más adelantado en la preparación, ya que empieza la liga este fin de semana. Un Celtic que tiene su Lezama particular en Japón, está plagado de jugadores de ese país. Preocupa la blandura en esa fase, aunque con el once de salida, el que lleva pinta de ser el titular ante el Madrid salvo alguna excepción, hubo mucha igualdad y momentos muy entretenidos.
El equipo de Valverde empezó con ‘rock and roll’ y acabó con una balada triste. La furibunda presión y la inoperancia del Celtic sacando la pelota dispensaron una ocasión de gol tras otra ante Siegrist. Unai Gómez, un jugador que se lo está poniendo difícil al Txingurri si es que tenía pensado descartarle, robó un balón en el minuto 2 y lanzó un zapatazo que se coló en la meta, ajustado al poste. Al más puro estilo Fermín López, la sorpresa de la cantera del Barcelona. Fue un aviso de lo que iba a ser la primera mitad. Un tormento para n Celtic que no hacía más que perder la pelota en zonas comprometidas cerca de su área. El espectáculo llegaba gracias a los apoyos constates y la velocidad en el juego. Aquello iba de despropósitos atrás. Una jugada desafortunada del propio Unai Gómez, con Muniain al lado, sirvió en bandeja el empate de Hatate. Simón estuvo excelso con las manos ante Abada y Maeda, en plan héroe en la noche escocesa, pero de nuevo excesivamente confiado con el pie.
Galarreta, en el doble pivote con Vesga, ofreció otra lección de trabajo sin balón. Un robo suyo con apoyo en Villalibre dio la oportunidad a Iñaki Williams, pero el internacional ghanés sigue espeso este verano, le falta filo. Lo mejor fue la capacidad de reacción en esos 45 minutos. Otro robo en primera línea permitió a Munian, acomodado en la banda izquierda como en gran parte de su carrera, adelantar a los visitantes con un buen zapatazo. Parecía enrabietado por el error del 1-1. Solo habían estado 60 segundos sin liderar el tanteador.
Valverde esta vez no quiso hacer dos equipos para cada parte, sino que metió relevos de forma escalonada. Raúl García entró en la segunda parte como punta de lanza y Prados en una posición más natural que la de central: de pivote. Mientras, el Celtic cambiaba al 90 por ciento del equipo y reservaba el relevo de Forrest para el 50, para que el Celtic Park se viniera abajo con la ovación. Mostraron buen fondo de armario. Ocho reservas fueron accediendo al verde por parte bilbaína. El equipo perdió ritmo y, sobre todo, consistencia, no supo enfriar la pasión local. En cuatro minutos se dejó remontar mostrando una endeblez en la retaguardia que debería de preocupar al Txingurri. El argentino Bernabei, tras una buena combinación con pared incluida en el área, y el escocés Turnbull por una pérdida de Muniain tal vez con falta a éste, remontaron con una facilidad pasmosa. Yang pudo hacer el cuarto, pero se le fue alto un remate solo en el punto de penalti tras un gran centro desde la izquierda. Herrera tuvo la opción de volver a poner las tablas en el último suspiro: su lanzamiento suave lo adivinó el meta Bain. Segunda derrota de la pretemporada. Toca espabilar.