COPA AMÉRICA | BRASIL | GUIMARÃES
Bruno Guimarães: de un taxi en Río de Janeiro a comandar Brasil
El pivote se ha erigido como uno de los nuevos líderes de la ‘Canarinha’. Sin Casemiro, Bruno tiene que dar un paso al frente en esta Copa América.
A veces los sueños se cumplen. Bruno Guimarães (Río de Janeiro, Brasil, 1997) es la prueba de ello. De un taxi con el número 39, de jugar en las calles de su Vila Isabel natal, “a la sombra del Maracaná”, como el propio carioca escribiría en The Players Tribune, a hacerlo ahora en feudos futuristas como el SoFi Stadium (Los Ángeles) o el Allegiant Stadium (Las Vegas) con el gran amor de su vida en el verde, Brasil. El carioca guía a la Verdeamarela en su sala de máquinas. Sin Casemiro, Guimarães asume en la Copa América los galones que siempre tuvo que tener en el equipo.
Guimarães ha esperado paciente su oportunidad con Brasil. Una oportunidad que ha tardado, pero ya está aquí. En el Mundial de Qatar 2022 fue uno de los convocados de Tite. La expectativa era que sería uno de los titulares indiscutibles, pero, lejos de la realidad, fue un espectador de lujo en uno de los mayores desastres de la historia reciente de Brasil. “Me acuerdo de la frustración del Bruno Guimarães, no entraba en los partidos en el Mundial. Estaba frustrado por no poder ayudar. Hermano, ahora es el que manda en el medio campo. Es el que tiene que mandar en los partidos”, le arengó Danilo en un vídeo que se hizo viral en la red social X -antes Twitter-.
La Copa América ha terminado por darle el último impulso a Bruno Guimãraes. Después de una temporada brillante en Inglaterra, jugador que más kilómetros recorrió en toda la liga, su estado de forma se ha alargado hasta Estados Unidos. Siempre que juega el cinco cumple, y con creces. De la Seleção es el centrocampista que más pases intenta -141, en total, 93% de acierto-, solo ha fallado nueve en toda la competición. Brasil sigue el ritmo que marca Bruno, es su director de orquesta. Pero no solo en la construcción acierta, en defensa también se ha mostrado soberbio. Segundo jugador que más balones recupera, solo por detrás de Militão -su función en el equipo-, el primero que más balones rescata tras pérdida de posesión. Cuando alguien falla, ahí está Bruno para salvar los muebles.
Titular indiscutible desde la llegada de Dorival, Bruno es capital para Brasil. Su peso en el vestuario ha ido creciendo desde el arranque de la competencia. Cuando las cosas van mal, como contra Costa Rica, es el primero en dar la cara. Está llamado a tomar el testigo de los mayores más pronto que tarde e incluso ya ejerce de influencia para los más jóvenes, como Endrick. De su antigua vida en Río de Janeiro, donde un taxi número 39 era el sustento de su familia, se le quedó una lección de vida. Todo llega si se trabaja.
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